Celebración

Pablo García Baena, el belenista

Amigos y conocidos del poeta cordobés afincado en Málaga peregrinaban cada Navidad a su casa para contemplar sus nacimientos napolitanos, obras hechas con el alma de orfebre, poeta y anticuario del autor

El poeta, posando con su belén napolitano y detalles de su obra.

El poeta, posando con su belén napolitano y detalles de su obra. / REAL ACADEMIA DE SAN TELMO

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

Termina el 2021, termina el centenario de Pablo García Baena. Y en la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo han tenido la formidable idea de felicitar la Navidad con un librito que recupera una de las exquisitas aficiones del poeta cordobés afincado en Málaga: hacer belenes para estas fechas. Y de los estupendos, de los elaborados, los napolitanos. Con sus propias manos.

García Baena, puntual como un reloj e ilusionado como un niño, montaba el Nacimiento el 8 de diciembre, el Día de la Inmaculada, y lo desmontaba en la Candelaria, a primeros de febrero, tradición en su Córdoba natal. «Sus belenes eran una obra maestra más que nos deja, realizada, igual que sus poemas, como un artesano de la joyería, engarzando restos de lo humano y lo divino, mediante desechos del consumo y piezas de considerable valor artístico, que había venido reuniendo durante toda su vida» (recordemos que el escritor fue anticuario: tuvo una tienda del ramo en Torremolinos, El Baúl), escribe Sebastián García Garrido en el librito.

Pablo García Baena, el belenista

Pablo García Baena, el belenista / víctor a gómez. málaga

Las profusas ilustraciones del volumen descubren al detalle a un creador estético exhaustivo, con mimo y emoción en cada gesto y escena. «Sus belenes eran el rompeolas de un mar crecido de personajes, sensaciones, elementos y detalles, que contribuían al esplendor de un conjunto a la altura de los más exuberantes monumentos efímeros del Barroco, como discípulo de Góngora que fue», abunda García Garrido, que recoge el testimonio de Carlos Clementson, uno de esos amigos que se deleitaban en sus visitas navideñas a la casa del poeta con la contemplación del belén: «Todos los sentidos son impresionados vivamente por ese deslumbramiento del cortejo, de la parada religiosa que refleja el exotismo asiático, una pompa oriental y lujuriante».

Resulta impresionante cómo Pablo García Baena, a partir de restos de ropa antigua (el forro de un abrigo antiguo de María Victoria Atencia fue usado para la vestimenta de San José), objetos de bisutería, juguetes y todo tipo de objetos domésticos, levantaba sus nacimientos, poemas por derecho propio.

Pablo García Baena, el belenista

Pablo García Baena, el belenista / víctor a gómez. málaga

A la fiesta navideña y se suma el Centro Andaluzas de las Letras (CAL), que dirigió durante años el cordobés, con la exposición digital Los belenes de Pablo García Baena, compilación de fotos y fragmentos de poemas del libro ‘Gozos para la Navidad de Vicente Núñez’, una decena de poemas que García Baena remitió durante diez años consecutivos y por los días pascuales a su amigo el poeta Vicente Núñez. La muestra se puede visitar en la página web del Centro Andaluz de las Letras (www.juntadeandalucia.es/cultura/caletras).