Teatro

Manolo Supertramp cuenta cómo somos a ritmo de coplas y rumbas

El actor malagueño Manolo Supertramp estrena esta tarde en el Teatro Echegaray la primera producción de su compañía, fundada hace sólo dos años. Ya no es como antes forma parte de la programación del Festival de Teatro y cuenta, a través de una banda sonora original de coplas, las necesidades y aspiraciones de una familia de titiriteros que recorre los teatros de la España de la primera etapa del franquismo. «Estamos equivocados al pensar que nuestros abuelos no han querido viajar o ser famosos, no han sentido o no se han enamorado cuando eran jóvenes», asegura el polifacético creador

Miembros del reparto y la producción de la obra de teatro «Ya no es como antes».

Miembros del reparto y la producción de la obra de teatro «Ya no es como antes». / Ana Barranco. Málaga

Ana Barranco

Esta noche, el Teatro Echegaray acogerá la obra Ya no es como antes, escrita y dirigida por el actor malagueño Manolo Albarracín, también conocido por su nombre artístico, Manolo Supertramp. Lleva a escena la vida de una familia de titiriteros que recorren los teatros de la España del año 1954 con su espectáculo y en la que las coplas y las rumbas son el hilo conductor de sus conflictos y aspiraciones.

Este es el primer espectáculo de su nueva compañía, que fundó poco después del fin del confinamiento por la covid-19 en el 2020. Es por eso que Supertramp se muestra agradecido con esta oportunidad que le brinda la 39 edición del Festival de Teatro de Málaga: «En este proyecto reúno todas las cosas que he ido aprendiendo conforme he ido haciendo teatro para otras compañías. Este espectáculo significa un poco ese coger lo mejor de cada espectáculo y plasmarlo». Sus 15 años de experiencia sobre los escenarios le dan seguridad para afrontar esta función, aunque también se siente con mucha «responsabilidad» para con el público.

La historia es muy actual, según explica, a pesar de que pueda parecer desfasado hablar de los años marcados por la dictadura franquista. Así lo explica: «Los problemas que tienen esos hijos con ese padre son exactamente los mismos que tienen los hijos ahora». El director pretende demostrar lo equivocados que estamos al pensar que nuestros abuelos «no han sentido, no se han enamorado, no han querido viajar, no querían ser famosos», cuando eran jóvenes, en definitiva, que sí tenían aspiraciones como los adolescentes de hoy en día.

Asimismo, el hecho de que la historia esté protagonizada por titiriteros le permite representar su propia profesión, que define como «muy inestable y preciosa a partes iguales». Supertramp quiere contar aquí el making of de la magia escénica: «Cómo los actores y las compañías llegamos a un teatro vacío y de pronto te montamos ahí un circo, un patio andaluz... Me gusta ofrecerle al espectador cómo es toda esa previa que hay antes de hacer el espectáculo».

Ya no es como antes, de una hora y media de duración, cuenta con una banda sonora original formada por una rumba catalana, un pasodoble de carnavales y dos coplas que su director ha compuesto junto a los músicos Antonio Delgado Gato, Alejandro Mesa y la banda de música de La Paz. Detrás de ellos, como inspiración, los maestros del flamenco: «A la hora de escribir me ponía cosas de Antonio El Pescaílla, de Lola Flores, de todo este tipo de música de nuestros abuelos». Aunque, justifica que, sin duda, su toque personal, el que le permite desarrollar los conflictos de los personajes en la historia, viene de su experiencia en el proceso creativo de los musicales: «En esas letras de esas coplas te van hablando los personajes de lo que van sintiendo». La música orienta una trama que encaja en el género de la tragicomedia, en el que Supertramp está especializado: «Te ríes pero también te vas con una reflexión importante de esos personajes».

Los espectadores vivirán «una maraña de sentimientos que van y vienen», explica Supertramp, quien añade: «La obra tiene muchos flashbacks. Le doy al espectador el rompecabezas y tiene que ir armando la historia conforme va avanzando».

Quedan pocas localidades disponibles para conocer a Paquito, interpretado por Álex Franconetti; Miguelito, encarnado por Roberto Aragón, Rosamari en la piel de María Gazares y el patriarca de la familia; Joaquín, a quien dará vida el propio Manolo Supertramp. «Ha sido una sorpresa cómo han volado las entradas. Salieron a la venta un martes de noviembre y el jueves ya se había agotado el patio de butacas», recuerda.

La vida del showman

Manolo Supertramp ha pasado por tres compañías de teatro a lo largo de su carrera desde que finalizó sus estudios en Teatro Musical en la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD) de Málaga en el año 2015. Ha sido director en la compañía El Espeto Feliz y guionista en Nuevo Teatro Musical del músico Nacho Doña. Actualmente dirige su propio grupo y da clases de claqué en su academia Claqué Málaga.

Supertramp espera que su próximo trabajo sea el estreno de la obra infantil El pequeño gran bailarín, en el que mezclará el claqué y el mimo, acompañado del piano de Nacho Doña: «Así tengo la parejita: el teatro de adulto y el teatro infantil».

El malagueño no para ni tiene previsto hacerlo. Porque sabe que dedicarse al teatro «no es una prueba de velocidad sino una carrera de fondo», y que éxito no es más que «levantarte por la mañana con esas ganas de decir: Vamos a ensayar».