Entrevista | Curro Cañete Abogado, periodista y coach

«Las heridas de la salud mental en España son invisibles»

Su apuesta por ser uno mismo vuelve a estar muy presente en las páginas de 'No tengas miedo a nada', libro con el que el coach Curro Cañete (Málaga, 1978) regresa tras lograr 300.000 lectores con 'El poder de confiar en ti'. «Me gusta que los lectores perciban mis miedos y cómo lucho por superarlos», afirma

Curro Cañete, en una imagen reciente. | LA OPINIÓN

Curro Cañete, en una imagen reciente. | LA OPINIÓN / jorge dávila

Jorge Dávila

¿Ser uno mismo no es fácil?

Oscar Wilde decía que «el amor a uno mismo es un viaje, el principio de una larga aventura que dura toda vida». Si usamos la nuestra, que es el mejor regalo que nos pueden hacer, para arreglar la de otros no vamos en la dirección adecuada.

¿Eso es ser un esclavo de la realidad social que vivimos?

Más bien es tener miedo al qué dirán y que eso nos lleve a renunciar a algo que queremos hacer. Todas las personas tienen derecho a ser ellas mismas sin tener en cuenta lo que piense la gente que está a su alrededor. Hay que aprender a tomar decisiones valientes.

¿Cómo se supera el miedo al miedo?

Ese miedo es el peor de todos... Lo importante es asimilar que no hay nada que perder en un mundo que va a pasar por delante de nuestros ojos bastante rápido. Si nos tomamos todo un poco menos en serio, nos relajamos y aprendemos a disfrutar este viaje, seguro, que las cosas nos van a ir mucho mejor.

Apostar por esa filosofía de vida en plena sexta ola de la pandemia, con un sinfín de dudas económicas sobrevolando nuestras cabezas y una sociedad cada vez más egoísta suena a un himno a la alegría, ¿no?

Frente a ese chaparrón de adversidades que comenta la mejor solución es protegerse: si cuando atravesamos una tormenta abrimos el paraguas, ahora no queda otra que abrir nuestra paz interior para fortalecer el bienestar personal, el de la familia y el de las personas que realmente nos importan. El cuerpo humano no puede sobrevivir a un estrés permanente y a unos niveles de ansiedad tan elevados.

¿Qué cargas emocionales nos está dejando el covid?

Nos está dejando ansiedad, estrés, miedo... Soy una de esas personas que admite tener miedo, pero eso no es malo porque ese temor al final me va a permitir buscar los remedios más adecuados para mejorar mi salud mental y física.

¿En No tengas miedo a nada hay algo de esos propósitos que nos hacemos después de comer las uvas de año nuevo?

Sí, pero en el libro expongo soluciones para que esos nuevos propósitos sean definitivos...

...¿Nada que ver la leyenda urbana (o no) de que la gente deja de ir al gimnasio en la tercera semana de enero?

Exactamente [sonríe]. A mí me da igual que sea enero, marzo o diciembre. De lo que se trata es de adquirir un compromiso que dure toda la vida. No necesariamente debe ser un encargo demasiado complicado de cumplir, pero sí es importante no rendirse. Nunca es tarde para recuperar un sueño o reilusionarse con algo que aún no has convertido en realidad. Tener una buena salud mental no consiste en estar alejado de una depresión sino estar contento, motivado y, sobre todo, levantarte cada día con ilusión y ganas de vivir.

¿Pero al organigrama de la salud mental de este país hay que darle unas vueltas?

Unas cuantas... Sobre todo, porque las heridas de salud mental en España son invisibles y se tarda un montón de tiempo en que se tengan en cuenta. Cuando los políticos dejen de pelearse entre sí tendrán que buscar buenos asesores (psicólogos, psiquiatras, trabajadores sociales, etc...) para que les expliquen los beneficios que tiene dirigir a un país con una buena salud mental.

¿Se siente un gurú que da consejos para vivir mejor?

No, aunque tampoco me molesta que otros me consideren un gurú. Lo que sí tengo claro es cuál es mi propósito de vida porque he invertido muchos años en llegar a este punto. Mi propósito de vida es este; es lo que estoy haciendo y no permito que otros me puedan confundir. En mis libros siempre busco que las personas aprendan a amarse a sí mismas, a vivir con menos miedos y cumplir sus sueños. Eso sí, lo que hago no es más importante que el trabajo del electricista que viene a casa a arreglarme las luces y los enchufes que, por cierto, están todos rotos.

¿Qué sucedió para que un abogado-periodista se decidiera dar el paso al mundo del coaching?

Durante diez años ejercí el periodismo, pero en todo ese tiempo me di cuenta de que cuando hacía una entrevista terminaba preguntando cosas que estaban más conectadas con las emociones de los entrevistados que con lo que realmente hacían. Toda esa curiosidad fue la que me llevó a hacer un máster de coach y, a partir de ese instante, percibí que este era mi espacio en el que quería moverme. Mi madre fue mi primer éxito profesional: logré que dejara de fumar 40 años después y tras fracasar una y otra vez con médicos, pastillas, infusiones, chicles... En ese momento percibí que podía ayudar a muchas personas: ser útil a los demás es todo una aventura.