Barcelona desea "toda la suerte del mundo" al Primavera Sound en Madrid

El concejal de Cultura se muestra convencido de que la doble edición en Barcelona y Madrid no es un primer paso para dejar la capital catalana

Ambiente en el Primavera Sound de 2019.

Ambiente en el Primavera Sound de 2019.

Ramón Vendrell

Jordi Martí, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, ha reaccionado con deportividad e incluso cierta satisfacción ante el anuncio del Primavera Sound de que el festival se celebrará en 2023 en Barcelona y Madrid en dos fines de semana consecutivos. "Era una posibilidad que estaba sobre la mesa y les deseo toda la suerte del mundo", dice. Y añade: "También deseo que la muestra no pierda su esencia barcelonesa".

El comunicado del Primavera Sound ha llegado este miércoles, dos meses después de que la cita musical amenazara al consistorio con trasladarse a Madrid si no le garantizaba la consolidación del formato de dos fines de semana acordado de manera extraordinaria para 2022 con el objetivo de paliar las pérdidas ocasionadas por la pandemia. A partir de ese momento se estableció un calendario de negociaciones entre ambas partes que han concluido con la solución Barcelona-Madrid, los días 1, 2 y 3 de junio en el Parc del Fòrum y el 8, 9 y 10 en la Ciudad del Rock de Arganda del Rey.

"Es un nuevo ejemplo de que Barcelona es capaz de generar acontecimientos culturales que son la envidia de otras ciudades", señala Martí. El concejal considera que habría sido "desastroso" que el Primavera Sound se hubiera marchado, pero considera "buena" la solución final.

Expansión internacional

La edición madrileña del Primavera Sound se sumará a la clásica de Barcelona, la veterana de Oporto (Portugal) y las de Los Ángeles (Estados Unidos) , Santiago (Chile), Buenos Aires (Argentina) y Sao Paulo (Brasil), que se estrenan este año. En la imagen de todas las ediciones extranjeras figura el lema 'Made in Barcelona'.

Según fuentes conocedoras de las negociaciones en la decisión del Primavera Sound han influido las dudas sobre la viabilidad económica del formato de dos largos fines de semana seguidos, con un puente de conciertos en salas, en Barcelona y el acercamiento en fechas que este modelo suponía al Sónar, el otro gran festival de la capital catalana.

Martí no cree que esta expansión del Primavera Sound a Madrid signifique en el futuro dejar Barcelona, si bien remarca que no existe "un contrato de permanencia". "Me parece que el festival es plenamente consciente del atractivo y la potencia de Barcelona como ciudad y marca internacional y estoy convencido de que eso no pasará", concluye.

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