Yebra: “El ambiente liberal de Marbella era algo único en la España franquista”

La autora gallega presenta en Fnac Málaga su segundo libro, 'La última condesa nazi'

La escritora Viruca Yebra

La escritora Viruca Yebra / La Opinión

Ágatha de Santos

“Los nazis se refugiaron en muchas ciudades del país bajo identidades falsas que les proporcionaba la dictadura franquista. No mantenían relaciones sociales con nadie; les gustaba pasar inadvertidos”. Palabra de la periodista Viruca Yebra, autora de 'La última condena nazi' (Espasa), su segunda novela, en la que recrea más de tres décadas de la historia más reciente, de la Alemania de Hitler a la Marbella de los años sesenta, y que presenta esta tarde en Fnac Málaga.

El libro es también una historia de superación, ya que tras huir de Alemania sin nada, Clotilde de Orange se convertirá en una superviviente, decidida a luchar por su vida, esclarecer el pasado –entre otros aspectos que no es ni nunca fue nazi– y aprovechar los golpes de vida y, gracias a ese empeño, se instalará en la década de los sesenta en la Marbella de la época dorada, donde se codeará con la ‘jet set’ marbellí y se rodeará de artistas. “Lo primero que hace Clotilde es huir, aunque nunca se huye de nada porque vayas donde vayas los problemas van contigo”, comenta Yebra.

Entre otros personajes que aparecen en la novela se encuentra el príncipe Alfonso de Hohenlohe, noble y promotor inmobiliario germano-español, promotor de numerosos complejos turísticos en la Costa del Sol y fundador del Marbella Club. “Marbella es como es por Hohenlohe. Él trajo a sus amigos y estos a su vez a los suyos, atraídos por su ambiente sencillo, pero lujoso”, comentó la periodista, que fue delegada de la Xunta de Galicia en Madrid.

La escritora asegura que la novela tiene detrás un largo proceso de documentación, que comenzó con las entrevistas que realizó a las personas que han inspirado a los personajes y las historias de la novela, que nace de la curiosidad que sentía por un perfil concreto de mujer con la que se cruzaba en sus paseos por el paseo marítimo de Marbella, donde reside: una mujer mayor, elegante y sola, testigos y protagonistas de unos años difíciles en los que España vivía bajo el yugo de una dictadura y Europa se recuperaba de una guerra mundial. Saber cómo habían sido sus vidas y, sobre todo, el porqué de su soledad dieron origen a una serie de conversaciones que al final convergieron en 'La última condesa nazi', una novela que muestra que los alemanes también fueron víctimas del nazismo. “Cuando escribo procuro ser ecuánime. Como periodista no puedes tirar hacia tus ideas; tienes que contar las cosas tal y como son y esto mismo he intentado hacer en la novela”, afirma.

En su estancia en Marbella, la condesa de Orange conoce a aristócratas, artistas, actores de Hollywood e intelectuales que viven otra España muy distinta a la del resto del territorio. “La dictadura era pobreza y también represión económica y social pero, sobre todo, de la persona. El ambiente liberal de Marbella era algo único en la situación que vivía España”, afirmó.

La novela no solo narra la huida de muchos alemanes tras la derrota del ejercito nazi, sino que también aborda qué pasó con los judíos tras su liberación de los campamentos de concentración. “Se habla mucho de su vida en los campos, pero no de qué fue de ellos. Ellos también eran personas deshumanizadas porque habían vivido durante mucho tiempo de la muerte de su compañero, de quien heredaban sus cosas. Cuando son liberados se encuentran en el camino y para sobrevivir hacen lo que sea”, explicó.

Viruca Yebra desarrolló un intenso trabajo de investigación para retratar, en las más de 500 páginas de 'La última condena nazi', la historia de Clotilde von Havel, miembro de la aristocracia alemana casada con un comandante de la Wehrmacht fallecido al final de la II Guerra Mundial. Yebra matiza que aunque el de Clotilde es un personaje ficticio está basado en historias reales y recrea la odisea que tuvieron que pasar muchos alemanes tras la contienda. A principios de 1945, Clotilde de Orange pasa de tenerlo todo a no tener absolutamente nada. Tras abandonar su castillo en Sajonia ante el empuje de las tropas soviéticas, estará condenada a la pobreza, el exilio y el alejamiento de sus hijos. En su periplo por sobrevivir, viaja a Londres, París, la Riviera francesa y Nueva York, entre otros lugares. En la década de los sesenta, se instalará en Marbella, ayudada de su sobrino Ralf, un ex SS que no renuncia a la ideología nazi, aunque no participara en la guerra. En la Costa del Sol, la condesa Clotilde se involucra en la vida cotidiana de quienes, al margen de la España franquista, encontraron un refugio en la Costa del Sol: artistas, aristócratas, homosexuales y también nazis.