Música

Manuel Alejandro, antorcha viva de la canción sentimental

Noventa años no son nada cuando se forma ya parte de la eternidad. El célebre compositor los cumplió este lunes. Es el autor de temas más grande en todo el mundo de habla hispana, como atestiguan Raphael, Rocío Jurado, Julio Iglesias, Jeanette, José José e infinidad de voces más.

Manuel Alejandro, en 'El Hormiguero'

Manuel Alejandro, en 'El Hormiguero' / Atresmedia

Luis Troquel

Hoy lo escribimos casi todo con doble o triple admiración. Y a cualquier brillante talento le llamamos genio. Cotidianas exageraciones que recobran su dimensión al hablar de todo un Manuel Alejandro. Merecedor de la más absoluta múltiple admiración. Y de ser reconocido como un verdadero genio. Si de canciones se trata, no es aventurado afirmar que es el compositor vivo (y aún en activo) más grande en todo el mundo de habla hispana.

Suyos son títulos como Procuro olvidarte, Soy rebelde, Se nos rompió el amor, Manuela, Yo soy aquel, Háblame del mar, marinero, Como yo te amo, Voy a perder la cabeza por tu amor, Que no se rompa la noche, Señora, Frente a frente, Qué sabe nadie, Digan lo que digan… Unas 600 canciones con absolutos clásicos por decenas y cientos de éxitos. 

Emperador de la canción melódica; o sentimental o romántica o como bien se le llame. Por más firmas maravillosas que el género haya dado, la suya es ya como un mandamiento divino escrito en fuego sobre piedra. El mismo Gabriel García Márquez lo reivindicaba como unos de los mayores poetas existentes en castellano y lamentaba lo mucho que la intelectualidad le ignoraba. Se supone que la cosa ha ido cambiando, pero en 2021, las ilusiones que tantos habían puesto en que se le concediera el premio de las Artes Princesa de Asturias quedaron aparcadas. ¿Volverán a fallar esta vez en el peor sentido del término?

Manuel Alejandro cumplió 90 años este lunes; aunque en muchos lados figure un día antes. Nada que desentone en alguien del que siempre se ha sabido muy poco. En Latinoamérica entera se le venera como aquí ni podríamos imaginar. En España, su nombre suena a leyenda y sus canciones resuenan como pocas en la memoria colectiva. Pero durante décadas ha mantenido una aureola de misterio. Lejos de los focos. Sin dejarse ver salvo en momentos muy puntuales... Como el actual.

De un tiempo para aquí se han agolpado homenajes y recibimientos mediáticos con su presencia. Afable y con el sabio discurso de quien ha bebido tanto de la alta cultura como de las manifestaciones artísticas populares. Y las ha mezclado sin prejuicios.

Hace poco pudimos verle en el epicentro del mainstream televisivo: 'El Hormiguero'. Y la semana pasada le brindaba a Carlos Herrera una preciada exclusiva: actuará el próximo 2 de abril en el Teatro Real en inédito formato. Cantando él sus canciones tal como se las mostraba a los intérpretes que las han universalizado. Contando cosas sobre ellas y acompañándose al piano. Su toro negro, que le llama. Una fecha para una historia que se remonta a la Segunda República. En Jerez de la Frontera. Allí nació Manuel Álvarez-Beigbeder Pérez. Lo de Manuel Alejandro se lo pondría en parte para diferenciarse de su padre, el célebre compositor clásico. Y en consonancia también con lo de moda que estaban entonces los nombres compuestos: tipo Bob Dylan, Roberto Carlos o Víctor Manuel.

De antepasados como el Mendizábal de la desamortización y sangre andaluza mezclada con alpina. Tan distinguida cuna no le impedía frecuentar otros vecindarios, pues vivía a un tiro de piedra del Jerez más gitano, donde el mejor flamencoa pie de calle era el pan de cada día.

Iba para músico clásico hasta que se dio cuenta de que dedicarse a la canción le permitía al mismo tiempo gozar de otra manera la vida. Y aparte de su inmenso y versátil talento melódico, afloró con esa decisión un letrista descomunal. Capaz de dar con más y más frases que han derivado en expresiones coloquiales. Al frente además casi siempre de las orquestaciones y la producción.

Instalado en Madrid, tras varios años como pianista de puticlub, el encuentro con un jovencísimo Raphael cambió ambas vidas. Para nadie ha compuesto tantísimo como para él, aunque el recuento de intérpretes con los que ha trabajado estrechamente a ambos lados del Atlántico no tiene parangón. Entre otros muchos: Rocío Jurado, José José, Julio Iglesias, Jeanette, José Luis Rodríguez El Puma, Emmanuel, Luis Miguel, Plácido Domingo, Isabel Pantoja, Marisol, Falete… A los que se ha sumado hace escasos meses nada menos que Alejandro Sanz, que rompe con una canción suya, la excelsa Y ya te quería…, su costumbre de grabar solo repertorio propio. Y es que Manuel Alejandro fue su padrino de bautismo, por la amistad que entonces mantenía con su padre. Sin embargo, el trabajo, los continuos encargos y a menudo todo un océano los distanció, y no se han conocido hasta hace bien poco.

El compositor, con Rocío Jurado

El compositor, con Rocío Jurado / RTVE

Entre reencuentros y reconocimientos, este último año le ha dado también el golpe más doloroso que haya sufrido nunca. El 9 de marzo de 2021 fallecía víctima del coronavirus su esposa Purificación Casas. Conocida también como Ana Magdalena, la firma que en tantos y tantos éxitos figura al lado de Manuel Alejandro. Ni su biografía ni su obra se entenderían sin ella. Siempre tenía en cuenta su criterio más que el de ningún otro. Le ayudaba a discernir entre sus ideas como suelen hacen los mejores editores con los novelistas. Bastión de su arte y de su vida.

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