Rodaje

El rodaje de 'La chica de nieve', entre bambalinas

La Opinión se cuela en el set donde ruedan la adaptación audiovisual para Netflix del libro de Javier Castillo. Un thriller protagonizado por Milena Smit y José Coronado que nos han contado cómo abordan este proyecto

Milena Smit y José Coronado durante el rodaje de 'La Chica de nieve'

Milena Smit y José Coronado durante el rodaje de 'La Chica de nieve' / Niete

Chaima Laghrissi

Chaima Laghrissi

El equipo técnico ubica a los figurantes, mientras pide silencio para comenzar a grabar: "Motor y … ¡Acción!". El silencio es el protagonista del set, un silencio que se rompe cuando comienza el diálogo entre José Coronado y Milena Smit; Eduardo y Miren en la serie de 'La chica de nieve'.

La Opinión de Málaga se cuela entre bambalinas para ver en primer plano el rodaje del que toda la ciudad habla. Bajo las directrices de David Ulloa y Laura Alvea, la estación marítima sustituye las sirenas de los barcos por el sonido de las claquetas, donde José Coronado y Milena Smit relatan un guión — que no se puede desvelar—.

El lugar elegido ha sido el Puerto de Málaga, que ha transformado sus locales para algunas de las escenas de la serie. Tras pasar por la Plaza de la Constitución o las inmediaciones del Colegio García Lorca, el equipo liderado por Ulloa y Alvea se hace con el Puerto para rodar las últimas escenas. 

Un espacio vacío, que se ha convertido en un bar ambientado en los años 90. Un local al que no le falta detalle: luces de neón, un teléfono fijo, tapas, cajas registradoras vintage y hasta estampas con procesiones malagueñas. Un plató cuidado al milímetro, dónde las próximas horas Coronado y Smit rodarán sus secuencias.

La chica de nieve está basada en el bestseller de Javier Castillo, adaptada para la pantalla por Jesús Mesas y Javier Andrés Roig, dirigida por David Ulloa y Laura Alvea y producida por Atípica Films para Netflix. Un thriller de seis episodios protagonizado por Milena Smit, José Coronado, Aixa Villagrán, Tristán Ulloa, Loreto Mauleón, Julián Villagrán, Raúl Prieto y Cecilia Freire; entre otros. 

Una serie que narra la búsqueda desesperada de Amaya, una niña que desaparece durante la cabalgata de los Reyes Magos de Málaga, en 2010.

"La ciudad ha acogido muy bien el rodaje, estoy descubriendo Málaga gracias a vuestras localizaciones y cinematográficamente luce mucho", nos cuenta Milena Smit. Un lugar que agrada de manera especial a Coronado: "Amo Málaga, soy asiduo de vuestra ciudad.

Además, una de las virtudes de la historia es contarla sin licencia cinematográfica, solo hay que contarla bien", asegura. 

El actor nos adelanta que pretendía tomarse "unos meses sabáticos", pero que la propuesta le cautivó: "He decidido estar en el proyecto en sí, sabiendo que la protagonista es Milena. No tengo mucho personaje, es ella la que tira del carro, pero me apetecía estar así. No siempre hay que ser cabeza de cartel, me gusta ir con una presión diferente", afirma el actor. 

Milena Smit y José Coronado entre bambalinas

Milena Smit y José Coronado entre bambalinas

Entre los actores se respira admiración. Una complicidad que se traslada a detrás de las cámaras: "Nuestra relación en el rodaje funciona porque, hemos tenido una relación maravillosa desde el principio. Personalmente José me aporta mucho y me aconseja", declara Smit.

Un amor recíproco: "Yo me enamoré de ella en Madres paralelas, sabe escuchar y tiene seguridad ante las cámaras", recalca Coronado. 

La protagonista de Madres paralelas, de Pedro Almodóvar, aquí interpreta a Miren Rojo; una estudiante de Periodismo que inicia una investigación para localizar a la niña desaparecida. Junto a ella,  Eduardo (José Coronado), su colega periodista. 

Un papel que la actriz confiesa que "es duro de encarnar": "Miren tiene la auténtica necesidad de encontrar a Amaya. Cuando llegas a casa tienes un gran peso, te obsesionas. Pero me aporta mucho como actriz, y estoy aprendiendo mucho con ella", declara. 

Un personaje que Milena confiesa haber trabajado y preparado con casos de gran trascendencia en el país, como el de Marta del Castillo o las niñas de Alcasser: "Hay una distancia bastante grande pero me venía bien investigar esa parte. Ella es novata y es su primer caso importante. El propio personaje te sorprende, tenemos un guion precioso y muy bien escrito y ha sido fácil meternos en el papel. A veces nos mimetizamos con el personaje", afirma. 

Por su parte, Coronado vuelve a ser periodista en la ficción, aunque esta vez la historia es diferente: "Es una profesión que me gusta mucho", cuenta. 

Málaga, una localización clave

Estas serán las últimas tomas de los actores en la ciudad, ya que mañana acaba el rodaje en Málaga: "Nos da pena irnos, ha sido una ciudad que nos lo ha puesto muy fácil", dice Laura Alvea.

La serie mostrará un sinfín de lugares icónicos y no tan turísticos de nuestra ciudad, ya que tal y como cuentan sus creadores "se han empapado de Málaga". 

Las localizaciones y el entorno han sido un elemento clave en el desarrollo de las secuencias: "Málaga ha aportado mucho. Escenarios como El Palo, Sacaba o la playa de la Araña han sido claves. La ciudad ha sido una protagonista más que asfixia a nuestra Miren",  asegura David Ulloa. 

Aunque el tiempo a veces ha jugado en contra: "La calima nos sorprendió, así que tuvimos que adaptarnos y hemos cambiado cosas previstas. Pero no hubo ningún retraso", cuenta Ulloa. 

A pesar de que el libro de Javier Castillo se ambienta en Nueva York. La adaptación trae a La Chica de Nieve a la Costa del Sol, pero "la esencia de la novela se mantiene, es la base de la serie". 

Y aunque aún quedan nueve semanas de rodaje, el equipo de 'La chica de nieve' deja atrás Málaga. El equipo de Ulloa y Alvea recogen sus cámaras para trasladarse a otro destino: Madrid.