Un cara a cara de película en la última novela de Miguel Ángel González

Tan interesante como esta novela, 'Dios no está con nosotros porque odia a los idiotas', son las circunstancias que empujaron a escribirla a su autor, Miguel Ángel González (Madrid, 1982), premio Novela Café Gijón 2012.

Porque en la nota introductoria de esta obra el escritor evoca una infancia en una casa sin lectores, empezando por el padre, que odiaba los libros, y cómo el gusanillo de la lectura comenzó gracias al puro azar: una modesta caja heredada de una tía abuela que estaba cargada de novelitas de Marcial Lafuente Estefanía, Silver Kane y compañía.

Precisamente, Miguel Ángel González justifica este libro en su intención de escribir una clásica y tópica historia de detectives como las que contaban esas novelitas populares, con permiso de sheriff y cuatreros, que también abundaban en ellas.

El resultado, salvo algunos tópicos entre el policía veterano y el aprendiz, se aparta sin embargo de este género 'pulp fiction' para presentarnos un brillante ejercicio policíaco con estos dos únicos protagonistas, a pesar de que el autor evoque a lo largo de la novela otras voces.

Las dos generaciones de policía deberán enfrentarse a un enigmático asesino que siempre ejecuta sus crímenes ataviado con una vieja máscara de gas. ¿Quién se esconde tras ella?

Hay ecos de 'La huella' de Mankiewicz en este agobiante cara a cara en el que la tensión aumenta de forma gradual, a la espera de que el hombre misterioso deje su huella mortal en algún punto de la ciudad.

'Dios no está con nosotros porque odia a los idiotas' bien podría adaptarse, con prometedores resultados, a las tablas, pues tiene mucho de teatral, en el buen sentido y no en el de impostado.

El desenlace es digno de un serio trabajo argumental y sin duda, en los años 60 y 70, una novela como esta habría sido la estrella indiscutible de los kioscos, muy por encima del resto. Le deseamos la misma suerte en las librerías.

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