Entrevista | José Alba Productor

«Produzco las películas que quiero ver, buenas historias con componentes personales»

Viaje al cuarto de una madre, Gernika, Sevillanas de Brooklyn y ahora El universo de Óliver, recién llegada a las salas. Es el currículum del productor malagueño, al frente de Pecado Films, películas diferentes pero todas hechas para el espectador, buenas historias que buscan conmover, divertir y sensibilizar

Una imagen de archivo del productor malagueño José Alba.

Una imagen de archivo del productor malagueño José Alba. / FILMAND

Eduardo Parra

¿Qué le atrajo de El universo de Óliver para ponerla en marcha?

Quise conocer a Alexis [Morante, director del filme]cuando vis u corto Bla, bla, bla, que hizo con Salva Reina [también protagonista de El universo de Óliver] Nos pusimos en contacto y nos dimos cuenta de que teníamos una visión del cine muy parecida. Me mostró una serie de ideas, incluso estuvimos desarrollando varias, pero finalmente El universo de Óliver fue la que más nos sedujo aunque, en realidad, era el proyecto más difícil de todos. Al final te sientes atraído por el riesgo porque también te permite diferenciarte de los demás.

¿Cuál es, concretamente, ese riesgo?

Primero, por algo propio del proyecto: es un coming of age, un producto más difícil de realizar pero también de vender, porque contiene elementos más dramáticos y reflexivos, imprescindibles en la historia; segundo, por algo del contexto: en estos últimos años donde se percibe cierta forma de hacer cine donde el espectador adopta una posición mucho más pasiva. En El universo de Óliver puede recuperar una posición más cooperativa y personal con lo que se cuenta.

Pecado Films se ha convertido en poco años en una de las productoras más relevantes del panorama cinematográfico andaluz. ¿Cómo se consigue algo así?

Con historias que sean atractivas para el público, con algún tipo de mensaje, algo de lo que nos sintamos orgullosos... Siempre buscamos historias que tengan algún componente personal como Viaje al cuarto de la madre, donde se hablaba de ese momento en el que tienes que dejar tu hogar. Hemos producido Sevillanas de Brooklyn, una comedia muy local llena de momentos emotivos y muy dinámica, y Gernika, donde contamos hechos históricos que no se habían relatado en el cine de la forma en que nosotros lo hicimos. Y ahora El universo de Óliver, un claro canto generacional sobre la capacidad de soñar aún viviendo en lugares y contextos tan poco predestinados para ello. Mira qué muestra de películas, todas diferentes pero con un punto en común: las películas que produzco son aquellas que me gustaría ver. Una producción suele tardar unos cuatro o cinco años desde que comienza hasta que vemos la película en pantalla. Debes sentir mucha pasión por esa historia si le dedicas tanto tiempo.

Y otro punto en común: el sello andaluz a la manera de contar las historias.

Contar cosas de aquí con gente de aquí es mucho más fácil e incluso tiene un cierto grado de atracción mayor. También podemos llevar esta idea fuera de Andalucía como hicimos con Gernika, contar algo que no se había contado antes y otras producciones que estamos haciendo fuera. Personalmente aparte del sello andaluz me quedo con el trabajo de producción compartido, algo que me está proporcionando muchas alegrías. Levantar una película en conjunto es mucho mejor, más enriquecedor, y no paro de aprender cosas cuando lo hago. Ése es uno de los descubrimientos de la producción que más me están aportando cosas, tanto que ahora no nos planteamos hacer una película sin coproducirla con alguien.

¿Cómo llega un licenciado en Económicos al mundo del show business? Aunque, claro, siendo nieto de un proyeccionista del Palacio del Cine...

Al principio era una afición pero todo cambió cuando terminé el bachillerato: tenía claro que me quería dedicar al cine. Siempre me había llamado la atención el mundo del cine pero el de otro lado de la cámara, ese donde se construye todo lo que se ve en pantalla y le da sentido a lo filmado con la visión del director. Me empecé a interesar de cómo podía uno acercarse a la industria, sobre todo a esa parte de producción. Estudié Económicas con la idea de pertenecer al cine de una manera más técnica pero también inevitablemente emocional y así lo hice. Fue una época en la que Antonio Banderas fomentó la Escuela de Ronda junto a Andrés Vicente Gómez, que acabó siendo un Master de Gestión Audiovisual. Acabando la carrera me puse en contacto con ellos, casi rogándoles, para que me dejaran realizar el curso y así lo hice. Acto seguido me contrató una productora madrileña y después fundé la mía propia. Pecado Films.

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