Entrevista | Sebastián Yatra Cantante

«Yo las cosas o las hago al cien por cien o no las hago»

Confiesa que necesita disfrutar porque para que la gente sienta, él tiene que sentir primero y reconoce que, tras victimizarse en sus inicios, ha mejorado en autoestima y seguridad

El cantante colombiano, en una imagen reciente. | INSTAGRAM DE SEBASTIÁN YATRA

El cantante colombiano, en una imagen reciente. | INSTAGRAM DE SEBASTIÁN YATRA / amparo barbeta

Amparo Barbeta

Dharma, el título de su último álbum y nombre de la gira, significa aceptar la realidad. ¿Cuál es a día de hoy su realidad?

Mi realidad es que estoy joven, tengo un propósito, tengo salud, mis padres y mis hermanos están bien, hago música que es lo que amo, tengo sueños y metas... Mi realidad es que solo tengo razones para agradecer y, al aceptar todo esto, me doy cuenta de que las cosas que veo como un problema sé que no lo son y simplemente son cosas que veo desde una perspectiva equivocada. Ahora sé que, a las cosas pequeñas que me pasan, les tengo que dar la vuelta en mi cabeza para ver la vida desde un lado lindo y encontrar lo positivo a cualquier situación.

En sánscrito también significa protección ante el sufrimiento. ¿Es una declaración de intenciones?

Es lindo lo de protección ante el sufrimiento. ¿Por qué sufrimos tanto los seres humanos? ¿por qué lo pasamos mal? ¿por qué cuando estamos tristes buscamos salir de esa tristeza lo más rápido posible? ¿entiendes? eso nos causa sufrimiento. Estamos obsesionados por salir de la tristeza y, cuando estamos felices, también sufrimos porque pensamos cuando se nos irá esa felicidad. Una vez aprendemos a aceptar la realidad y estar en el presente simplemente tenemos que dejar que las emociones sean lo que son. En la vida es lógico tener momentos tristes. Lo que hay que intentar es que el sufrimiento no exista. Una cosa es tener dolor, que es algo que no eliges, y otra sufrimiento que es una decisión. Sobre el dolor, uno es el que decide sufrir y magnificarlo para que acabe siendo más grande de lo que es.

¿Se siente Sebastián Obando Giraldo feliz con Sebastián Yatra?

Sí, la verdad. Tengo cosas por resolver, como cualquiera, pero sí que soy feliz.

¿Imaginaba o soñaba que la vida le iba a sonreír tanto?

Es algo extraño. Desde pequeño siempre tuve una conexión muy grande con la música y la gente. Algo me decía que este era el camino pero no sabía porqué exactamente. Pero lo seguí. Aspiraba a que la sociedad me sonriera y el hecho de que me pase lo agradezco un montón. Todos los días lo agradezco. A cambio de que la vida me sonría tanto yo también le sonrío a la vida.

¿Qué siente cuando, con sus canciones, hace feliz a tanta gente?

Satisfacción y mucho amor porque yo hice esas canciones con mucho amor y al cantarlas ellos me lo devuelven. Todas mis canciones tienen fondo, un mensaje y la intención de sumar y que esto le guste a la gente me hace muy feliz.

¿Siempre quiso ser artista?

Conscientemente desde los doce años, pero lo llevo en el ADN. Siempre fui superextrovertido y en casa era un payasito saltando por todos los sitios con la guitarra y haciendo como si estuviera actuando en un escenario.

¿En qué le han insistido sus padres?

Ellos lo que quieren es que esté contento y tranquilo. Cuando hablamos, simplemente me preguntan «¿cómo estás?», «¿estás tranquilo?» «¿cómo está tu corazón?» Últimamente los noto contentos conmigo. Empecé a ir al psicólogo el año pasado y a practicar yoga y esto me ha cambiado la vida un montón. He mejorado en la autoestima, la seguridad, la capacidad de aceptar las cosas y el tener una constancia emocional de vibraciones altas que no tenía antes porque me victimizaba un poco. El pobrecito yo es un mantra negativo y ahora sé que lo tengo que sacar de mi vida porque, si esto lo repites mucho, al final acabas creyéndotelo.

Es colombiano de nacimiento pero, con el tiempo que pasas en España, ya es casi español.

Ya tengo el pasaporte español también por lo de los judíos sefardíes. Literalmente me han nacionalizado.

Parece que es todo un veterano del medio y solo tiene tres discos.

Es bastante increíble. Son ocho años pero en los que he tenido la oportunidad de hacer un montón de cosas. En este último año, España me robó el corazón y tuve la oportunidad de conectarme un montón con su hermoso país. Ahora iré de gira con el Dharma tour y también estaré en España porque participo como asesor en La Voz Kids.

En esta gira viaja con su entrenador personal, ¿verdad?

Sí, suena raro, pero eso me da mucha paz porque sé que mi cabeza se va a mantener clara. Y eso me hace estar bien de energía. El desgaste de los conciertos es grande aunque estoy acostumbrándome, de forma sana, a llevar mi cuerpo al límite. Tengo un show supercompleto. Yo actúo pero también voy de espectador y disfruto al ver cómo se lo pasa de bien el público.

¿Su éxito es que su música hace sentir bien al que la escucha yal que la canta?

Más que eso es la emoción que la canción transmite porque siempre trato que mis letras sean honestas y verdaderas. Hay canciones que, si la escuchas, te pones a llorar pero es que llorar también es una forma de liberar, aceptar y transitar .Con mi música tengo la intención de hacer sentir y, para que eso le ocurra a la gente, primero me tiene que ocurrir a mí. Cuando escribo una canción la escucho desde el punto de vista fan y digo «me gusta», «no me gusta».

¿Le da vértigo el haber alcanzado tan rápido el éxito?

Hay momentos en los que uno siente muchas cosas. He llegado a sentí inseguridad y miedo a que se me escape, adrenalina... He sentido todo lo que se te pueda ocurrir con mi carrera, pero ahora estoy tranquilo, en un momento de mucha paz y emocionado con lo que sigue, pero no ansioso por lograr y lograr, si no por hacer cosas con las que disfrute y que sean proyectos que sumen. Yo las cosas, o las hago al cien por cien, o no las hago.

¿Es ambicioso?

Sí, pero hasta un punto sano. El tema de la plata [dinero] o el amontonar fortuna no es algo que me llame mucho la atención y me vuelva loco, aunque todos, obviamente, queremos tener millones de euros.

No me refería al dinero sino que, si por ejemplo, ambiciona tener un disco de uranio.

Sí que me pongo metas con las canciones. Para competir en este nivel tienes que amar la competencia y tienes que tener ambición. Hay canciones que llegan más lejos que otras pero eso también depende del amor, esfuerzo y energía que uno le meta para que pegue. Siento que, hoy en día, una canción es como un tenista que va a un Grand Slam que tiene que jugar partidos con todos los rivales hasta llegar a la final porque si no las cosas se quedan a medio camino. Por eso lanzo muchas cosas y voy eligiendo a que le quiero meter la ficha. A la última que se lo metí todo fue a Tacones rojos y han pasado cosas muy increíbles.

¿Le gusta componer cuando está de subidón o en tranquilidad?

Compongo en mi casa o en el estudio y entro en una conversación con otros compositores y productores. Hago las canciones dependiendo de lo que quiera contar en ese momento y mi estado de ánimo. Cuando escribo solo ideas es porque es algo que necesito sacarme de dentro y lo quiero expresar y entonces cojo la guitarra y empiezo a contarlo.

Suscríbete para seguir leyendo