La Mari: "La música siempre salva"

Málaga ha sentido los colores que marcan el enorme cubo de cristal que acoge el Centre Pompidou Málaga. Rojo, azul, amarillo y verde, este último haciendo juego con el kimono que la protagonista, La Mari, llevaba puesto para la ocasión; una muy especia: un showcase y un encuentro con fans para compartir música y vida, para cumplir años y canciones. La música y la vida. 

El terral no impidió, sin embargo, que las butacas del auditorio del centro artístico del Muelle Uno estuvieran llenas. Todos venían a escuchar a la malagueña, la chica que despuntó desde las playas de El Palo con un grupo de amigos y que revolucionaron la escena musical con Chambao, también la superviviente del cáncer, también la creadora que ahora usa su nombre propio para seguir compartiendo sus buenas vibraciones pero también sus preocupaciones vitales. 

Cantó, claro, pero solo tres canciones; le bastaron para atrapar al público que, emocionado, la acompañaba a los coros. «Es imposible resumir 20 años en tres canciones, pero que sepáis que podéis cantar y también vivir porque la vida viene y va». Y así fue. 

En la pared blanca del fondo se refleja la sombra de aquellos que están en primera fila escuchando a la cantante. Entre ellos, sus padres, con los ojos vidriosos desde que comenzó el show y a los que dedicó 'Duende del sur'. Ya saben: «Que tú eres un ser mágico, con tu mirada todo es mejor / Andando despacito, mi cabeza vuela con vos / Sintiéndote al pasar, dejándome llevar / Crece en mi interior hacia un lugar mejor».

'Los sueños' fue el tercer tema. El pie izquierdo de La Mari, al compás; también chasquidos de sus dedos. Los asistentes, al unísono. Corto pero intenso, pero show, porque María del Mar Rodríguez es lo que sabe hacer. Ya lo hacía cuando cantaba en las playas de Málaga sin que nadie la conociese con aquel grupo de amigos.

Después de la música, las palabras. Acompañada por su amigo el periodista Héctor Márquez quiso abrirse para quienes habían venido a escucharla, a la artista, pero también a la persona. Durante el coloquio, ambos recordaron los orígenes de Chambao, como grupo con sus inicios en el flamenco chill y como La Mari en solitario después de superar su cáncer de mama. Con la mención a su enfermedad y al antes y el después que ésta supuso en su vida: «Cuando te falta la salud te das cuenta de que es lo único que necesitas en esta vida». Un momento especial en el que no dudó en recordar la frase de Pau Donés: «Vivir es urgente». Y entonces lanzó al público una pregunta que acabó respondiendo ella misma: «¿Con quién vamos a pasar la mayoría de nuestras vidas? Con nosotros mismos».

La Mari ya no es solo cantante; también es coach y como malagueña, sabe que el mar es el claro ejemplo de herramienta para calmar a una persona, porque aunque haya oleaje: "Si te sumerges bajo las olas, la mar sigue agitada encima de ti, pero tú estás en calma, así son la meditación y la música, que siempre salvan». Sus padres, en primera fila, reconocieron el orgullo por la hija que siempre, desde la música, las sensaciones, las reflexiones, ha buscado el bienestar, el suyo y el de los demás.

La Mari es la misma pero de otra manera. Y es que María del Mar está inmersa en la búsqueda de colores, texturas y ecos diferentes para sus melodías y ritmos. «Estoy muy agradecida de lo vivido pero me apetece cambiar a nivel musical. Me apetece que los instrumentos de mis canciones sean el hang, el didgeridoo, el palo de lluvia... Porque quiero que mi música sea como una experiencia sanadora, una experiencia a nivel energética», nos dijo hace unos meses. Y en eso está. Y siempre acompañada por sus seguidores, sus colaboradores y sus amigas: el 22 de julio culminará su gira por los 20 años (los primeros) de su carrera musical con un concierto en la plaza de toros de La Malagueta, en el que contará con el abrazo de compañeras como Vanesa Martín.

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