Ocio

Los Atardeceres del Balneario vuelven a vestirse con Larios

Esta iniciativa, patrocinada por la destilería de origen malagueño, vuelve a reivindicar el extraordinario papel cultural que Málaga ha empezado a adquirir durante este último lustro

Kiko Veneno inauguró la pasada semana esta edición. |

Kiko Veneno inauguró la pasada semana esta edición. | / FRAN EXTREMERA. MÁLAGA

Fran Extremera

Fran Extremera

Atardeceres Larios es bastante más que música en El Balneario. El ciclo que ya hace un año dio sus primeros pasos incluye hasta exposiciones. Pero aunque hasta los conciertos se revisten de gastronomía y la coctelería de la firma con origen costasoleño que ejerce de patrocinadora principal, hoy quiero contarles hasta qué punto suena y mucho esta serie de veladas al borde del mar.

Para otro momento me dejo no obstante la complejidad técnica, que la hay, por aquello del salitre y la humedad del recinto ubicado en los Baños del Carmen que ejercen de puerta natural al bohemio y eternamente joven barrio de Pedregalejo. Quiero hablarles como digo de música, de son con acento patrio, y lo que supone reunir a concierto por día a algunos de los más selectos intérpretes que haya dado este país.

Porque no deja de ser un privilegio, en estos tiempos de macrofestivales y de actuaciones tan fugaces como esas estrellas de verano, brindar con Kiko Veneno a la hora del ocaso. Sentir cerca su calma, su trocito de Punta Paloma a la que tantas veces hemos recurrido para escaparnos y echarnos un cantecito (que no sólo de dale al play vive el dj, oiga).

Fue esta vez José María López, aka Kiko Veneno, el encargado de estrenar un ciclo que reunió además a todos los artistas que ponen voz a estos atardeceres. Y tampoco faltaron los embajadores de la marca para este verano: Juanjo Artero, Nuria Roca, Pepón Nieto, Laura Sánchez, Blanca Romero y Darek Miroslaw. Allí contemplaron todos estos lo que representa Málaga, la Málaga cultural, en un lustro que ha permitido catapultar al eje de la Costa del Sol (hasta donde de momento alcanza, lo que no quiere decir que esté todo hecho; casi lo contrario).

Los artistas participantes en el ciclo de conciertos que concluye este próximo viernes 22. | F. E.

Los artistas participantes en el ciclo de conciertos que concluye este próximo viernes 22. | F. E. / FRAN EXTREMERA. MÁLAGA

Los atardeceres continuaron desde el inicio de la pasada semana con las posteriores puestas en escena de formaciones de la talla de Los Secretos, Tam Tam Go! o Marlango. Anoche tomó el relevo el incombustible Antonio Carmona, al objeto de poner de nuevo un toque sureño y aflamencado, tan mestizo como siempre, a estas galas con fondo mediterráneo y temática marenga.

Y se nos queda una recta final aún con bastante sal y pimienta. Tenemos esta tarde en escena a Mikel Erentxun, que ya se vino hasta El Balneario el pasado año, y mañana será el turno de los granadinos La Guardia.

Así encararemos las dos últimas puestas de sol con dos voces femeninas que, además de prodigiosas, representan a dos generaciones. El jueves nos recrearemos otra vez con Sole Giménez, que fue protagonista de esta crónica el verano pasado, mientras que la fuengiroleña Anni B Sweet pondrá este viernes 22 de julio el definitivo fin de fiesta.

Por cierto, en colaboración con el Ayuntamiento de Málaga, más allá de la música o la coctelería, el ciclo se complementa con exposiciones y planes de ocio. La Expo Quinze, a cargo del pintor y escultor contemporáneo Arne Quinze, se localiza en el Muelle 2, y en la agenda de estos Atardeceres con Arte figura asimismo la muestra Wall Art Thyssen.

| F. E.

| F. E. / FRAN EXTREMERA. MÁLAGA

La organización agrega poesía a estas iniciativas. Nos indica que en ellas podemos disfrutar, «desde un cómodo reservado, de grandes actuaciones». Y apunta: «La magia que crea la luz del sol en este enclave se entremezcla con el sabor suave y refrescante de Larios 12 y su intenso aroma a flor de azahar y cítricos mediterráneos».

Incluso nos invita a sumergirnos en El Balneario con un «momento muy malagueño». Ese al que aluden, visto desde fuera, visitantes de todo el planeta. Son esos que sueñan con una «buena vida» a este lado de la carretera.

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