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Auge y caída de El Vikingo de la Costa del Sol

Claus Malmqvist, el capo danés que introdujo en Europa toneladas de droga desde Marbella, protagoniza en Filmin 'El Vikingo. Historia de un narco', una miniserie, entre el true crime y la ficción, sobre los peligros de la ambición

El auténtico Claus Malmqvist, en la actualidad

El auténtico Claus Malmqvist, en la actualidad / Victor Gomez

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

Cuenta el danés Claus Malmqvist que ya de niño tenía claro que haría todo lo posible por no parecerse a su padre, un contable con una vida monótona absolutamente centrada en sacar adelante a su familia; no, él, necesitaba otra vida, sin estrecheces ni límites, pero, lamentablemente, sus ambiciones le llevaron a convertirse en uno de los narcotraficantes más peligrosos de toda Europa. Y lo hizo de su residencia en Marbella, donde le apodaron el Vikingo (no hace falta explicar la razón) hasta que fue atrapado por la policía danesa y encarcelado más de 16 años. Filmin estrena ahora la miniserie 'El Vikingo. Historia de un narco', una aproximación entre el documental y lo ficcionado a un personaje más que controvertido.

Son inagotables la fascinación y el morbo por la cara B de la Costa del Sol, hay un atractivo mystique en torno a esos mafiosos extranjeros (fundamentalmente británicos) tostándose al sol en piscinas de villas excesivas y glamurosas, vidas de alto copete levantadas sobre todo tipo de actividades ilícitas. En Internet Movie Database y en los cajones de muchas productoras, múltiples series y películas sobre gángsters británicos (bastantes en preparación y las que vendrán); ahora también los escandinavos revisan a sus personajes con sombra que buscaron la luz marbellí para medrar en sus negocios poco recomendables. Otro de los propietarios de, según sus propias palabras, «una mansión de cientos de millones» y asiduo a clubes de striptease de alto copete, fue Claus Malmqvist, que durante años utilizó la Costa del Sol como puerta de entrada a Europa de su 'producto'. 

El actor Alex Høgh Andersen encarnando a Malmqvist en una escena de la miniserie

El actor Alex Høgh Andersen encarnando a Malmqvist en una escena de la miniserie / Filmin

Gracias a su carisma y potencia personal, mantuvo fructíferas conexiones en los clanes marroquíes, las tríadas chinas y la mafia de Nueva York; en definitiva, tenía en sus manos el mundo de la droga. Y nadie parecía darse cuenta, resultaba intocable. Yeso que su vida marbellí no era, precisamente, de reclusión y discreción: de hecho, en la serie, de cuatro episodios, vemos a Malmqvist caminando por las calles de Marbella (junto al periodista y guionista Jeppe Facius, uno de los instigadores de la flamante miniserie) y cómo le saludan todavía algunos vecinos.

En 2007 ya no todo fue jauja y Malmqvist dejó de ser invisible: fue condenado por contrabando de 13 toneladas de droga que nunca fueron detectadas, pero con las que se le relacionó tras la detención de un cómplice que cometió un asesinato. Huyó a Brasil, se casó y tuvo un hijo, pero un delito menor le llevó a Ary Franco, la peor cárcel del país (que ya es decir). Fue extraditado, al parecer ilegalmente, a Dinamarca, donde ya por fin pudo cumplir los 16 años de prisión a los que había sido sentenciado.  

El periodista Jeppe Facius empleó 15 años de su vida en sumergirse en la vida del Vikingo, pero sin demasiado éxito: desde la cárcel, Malmqvist se cerraba en banda, no quería revelar ninguno de los múltiples secretos de su vida. Aún así, a Facius la historia le obsesionaba y junto al director Peter Anthony se empeñaron en levantar un proyecto cinematográfico sobre su vida, desde la ficción. Pero todo cambió cuando el capo salió de prisión: «Parecía un hombre distinto, que, ahora sí, estaba dispuesto a contar su historia», ha declarado Anthony, quien decidió finalmente mezclar el documental, el true crime, con la ficción (uno de los actores de la popular serie 'Vikingos', Alex Høgh Andersen, incorpora al narcotraficante en las escenas fabuladas).

Una historia que, en la serie, se centra muchísimo también en el fracaso personal de Malmqvist, un hombre que abandonó a su familia en Brasil, cuando el hijo tenía sólo tres meses, a la que jamás contó que había dado con sus huesos en una cárcel danesa. Así que 'Vikingo. Historia de un narco' también es el relato de un hombre que quiere ajustar cuentas con su pasado y pagarle a su hijo, ya adolescente, todo lo que le debe.

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