Música

Ana Mena desata la locura al filo de la medianoche en una mágica Cueva de Nerja

La cantante esteponera repasó sus éxitos de ayer y de hoy ante miles de seguidores que abarrotaron el nuevo auditorio de la cavidad nerjeña

El público, rendido ante la esteponera Ana Mena.

El público, rendido ante la esteponera Ana Mena. / F. E.

Fran Extremera

Fran Extremera

Ana Mena desató anoche la locura en el nuevo auditorio del Festival Cueva de Nerja. Cada vez que la esteponera empezaba a corear cualquiera de sus muchos éxitos bailables, los más de 2.500 seguidores que abarrotaron las gradas convertían en auténtica sala de baile cada rincón del flamante recinto axárquico.

La cavidad milenaria fue más mágica que nunca, con el permiso del recital que la pasada semana regaló otro profeta en su tierra, el incomparable Pablo Alborán. Porque la intérprete de Música ligera o de esa reciente colaboración con Belinda que lleva el título de "Las 12" está doctorada, a sus apenas 25 años, en las ciencias del espectáculo, en esto tan difícil de congraciarse cada noche con público de todas las edades.

No hay por otra parte más secreto que la perseverancia. El que sigue la consigue. Ana Mena empezó a moverse como ella sola sobre el escenario cuando aún no había completado Primaria. Después le vinieron oportunidades a medias, de las no definitivas, hasta que tuvo la gran oportunidad, a más de tres horas de avión, en suelo italiano. Tuvo que ser descubierta y reconocida fuera de su país para poder labrarse en España una carrera que, como anoche quedó más que certificado, ya no admite dudas.

La joven intérprete brilló anoche con luz propia. | F. E.

La joven intérprete brilló anoche con luz propia. | F. E. / FRAN EXTREMERA. NERJA

Ella sabe bien a quién llamar cuando llegan las doce, pues dejó atrás sus años de Cenicienta, y ha roto ciertas barreras, incluso, hacia la igualdad en un género latino con demasiados clichés (injustamente generalizados), en ocasiones falto de verdadero talento o, lo más básico, una mínima capacidad vocal.

Ayer sonó de nuevo A un paso de la luna, justo cuando la velada en Nerja se acercaba a la hora bruja y seguían poderosas las gargantas en el graderío. Así empezaba este «festival boutique», con más de sesenta años de historia, a enfilar su recta final. Porque lo que resta del mismo es el espectáculo que mañana ofrece la mismísima Rosario Flores. Qué mejor broche, desde luego.