Música

Fuengirola vive el boom argentino

Una nueva generación de artistas del país sudamericano conquista el mundo - Es un movimiento que nació en el freestyle y que ha crecido a base de camaradería - Son una plaga: están por todos los festivales de España - Dos de sus líderes, el rapero Duki y el productor Bizarrap, lideran el cartel del Boombastic del Marenostrum de Fuengirola (14 de agosto) - El pujante rapero canario Quevedo, los más que establecidos y seguidos Funzo y Baby Loud, además de Pole Hens y Dudi, completan el cartel de la velada más urban del festival de festivales costasoleño

Gonzalo Julián Conde ha construido una leyenda Bizarrap.

Gonzalo Julián Conde ha construido una leyenda Bizarrap. / L. O.

Ignasi Fortuny

Hace poco más de cinco años, una generación de jóvenes argentinos se encontraba sin referentes en la música. Pero sí los tenían en las plazas. Desde allí, y con el freestyle como academia, se empezó a formar una nueva camada de artistas urbanos que ahora, años después, son espadas afiladas que presentan batalla por todo el mundo. Son muchos y están por todos lados. En cualquiera de los (muchísimos) festivales de música que se celebran este verano en España se puede encontrar seguro a alguno de ellos. No es casualidad. España es, en muchos casos, un mercado tan importante como su propio país. El 14 de agosto se celebrará dentro del Marenostrum de Fuengirola el Boombastic, en el que dos de las figuras centrales del boom, Duki y Bizarrap, presentarán sus credenciales.

Surgidos del rap y el trap, conformaron un movimiento que hoy está más vivo que nunca. «Venían de decir cosas en las plazas, de transmitir una forma de vivir y sentir en la que toda una generación se identificó», expone Fede Lauría, uno de los hombres que, desde detrás de los escenarios, ha movido los hilos para que «el movimiento» -bautiza él- haya llegado a este nivel de popularización. Él es el fundador y CEO de Lauria Entertaintment y el sello Dale Play o, lo que es lo mismo, la plataforma independiente (ahora ya con oficinas en varios países y más de 100 trabajadores) que ha acompañado a parte de esta generación en su crecimiento brutal. Lauría descubrió a Duki, uno de sus hombres a día de hoy; y empezó esta historia de amor y, claro, de éxito. «Cuando lo conocí me enamoré. En una primera reunión le pregunté qué quería y me dijo: Ganar un Grammy y que todos mis amigos que van a empezar a hacer música crezcan conmigo», explica.

 Talento, ambición y éxito precoz son las características comunes de estos dos argentinos que ya son superestrellas globales

Duki se doctoró en el rap mucho antes de ser Duki. Mauro Ezequiel Lombardo (26 años) se curtió en las batallas de freestyle, en la academia que fue el ya mítico torneo El Quinto Escalón celebrado en Buenos Aires, cuna de este movimiento urbano. De alguna manera él representa el camino de todos ellos hasta hoy, hasta el estrellato. Desde el principio tuvo claro que no quería llegar él solo al éxito, quería crear un movimiento, con sus amigos y compañeros. Y así ha sido. Siempre ha tendido la mano.

Lauría ya tenía el líder que buscaba. Y encajaba perfectamente con lo que tenía en la cabeza: «Había que armar un movimiento para poder pelear con los puertorriqueños y colombianos. Teníamos que hacerlo en bloque, con él solo no nos iba a alcanzar».

En el movimiento están -siguen- algunos de los genuinos, como Duki, Cazzu o Paulo Londra, recogiendo lo que sembraron, pero también están muchos de los que un poco más tarde han caminado y ensanchado una senda musical enorme. Seguramente, el último gran e imparable fenómeno es el productor Bizarrap, a quien, por cierto, también guía Lauría.

Fuengirola vive el boom argentino

Mauro Ezequiel Lombardo es el rapero Duki. / L. O.

Talento

El talento -y el éxito- precoz es característica común entres los vecinos de estas páginas. Detrás de unas grandes gafas oscuras y con una gorra negra permanentemente sobre su cabeza, Gonzalo Julián Conde ha construido una leyenda -muy real- que dice que todo lo que toca lo convierte en oro. Bizarrap no es solo un productor de canciones, es el creador de un formato que hace fortuna en internet. Piezas únicas que funcionan siempre gracias a unir su talento a las bases con la voz de otro artista. Su más reciente sesión, con el pujante rapero canario Quevedo, ha conseguido algo que hace poco parecía imposible: colarse en la lista principal de Billboard, mientras llega al número 1 de la lista Spotify de la mayoría de países latinoamericanos.

Los que conocen a Bizarrap destacan lo astuto de sus planes, el instinto e inteligencia de sus movimientos. «Lo sabe todo; con quién, cuándo, cómo...», dice de él Nicki Nicole. Es, dicen, un chico de oro sin techo. «Es talentosísimo y, sobre todo, es un amante enfermizo de la música, nunca había visto nada igual», define el capo de Dale Play Records.

Pero, ¿cómo se gestó todo esto? "La unión hizo más grande todo lo que estaba y está pasando”, comenta Lauría. Hay algo que une a esta generación de artistas argentinos: la camaradería y el bien común. Los que están arriba tienden la mano a los que suben el primer escalón.

Y del mismo modo pasa entre iguales. Un ejemplo claro de que esa fórmula, la de juntarse para llegar a más gente, funcionaba lo tuvieron, por ejemplo, en 2017 con Loca (Khea, Cazzu y Duki). Puede que en España, donde estos sonidos empezaron a circular mucho antes -de hecho, artistas argentinos reconocen la influencia en ellos de la primera escena urbana de aquí-, esa unión no se haya dado nunca de la misma manera.

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