Crítica

En los salones del setecientos

Alejandro Fernández

Alejandro Fernández

Málaga. Fecha: 19-10-2022. Lugar: Sala María Cristina. Director: Daniel Pinteño. Programa: Obras de G. Brunetti; F. J. Haydn, L. Boccherini y J. S. Bach.

Tenía que ser la Sociedad Filarmónica de Málaga la encargada de reconocer la labor de un músico que más allá de las vinculaciones personales con la ciudad aún no había tenido la oportunidad de actuar en su propia ciudad a pesar de la intensa carrera y distinción que a nivel nacional le reconocen al conjunto que lidera el violinista Daniel Pinteño, Concerto 1700. Formación imprescindible dentro del panorama historicista español y que es uno de los conjuntos con el que el INAEM ha incorporado a sus programas.

Concerto 1700 como otras formaciones dedicadas a la recuperación del patrimonio musical español desde la perspectiva musicológica historicista informada transmuta en cuanto a componentes en función de las necesidades del programa o del estudio de grabación. Hay que recordar que desde sus inicios Concerto 1700 cuenta con sello discográfico propio con el que lleva al soporte fonográfico sus proyectos musicales.

Precisamente uno de los autores protagonistas de la velada pasada, Gaetano Brunetti protagonizó el último lanzamiento discográfico de Concerto 1700 en el otoño pasado. Su colección de divertimentos escritos para el duodécimo Duque de Alba, se trata de una colección de dieciocho piezas escritas para violín, viola y violonchelo conservadas en la Staatsbibliothek de Berlín.

Redactadas entre 1773 y 1775 el violín de Daniel Pinteño, la viola de Isabel Juárez y el violonchelo de Ester Domingo entablaron diálogo con la colección publicada un año antes por L. Boccherini y en la década de los sesenta F. J. Haydn. Se trata de páginas breves que en el caso de Brunetti se aprecian las influencias de Haydn y Boccherini aunque con personalidad propia e indudable talla artística.

Estos divertimentos escritos para trío de cuerdas destacan en el caso de Brunetti por su tono ligero, refinado y altas dosis lúdicas. Se trata de páginas que se interpretaba en ocasiones por la propia nobleza en sus salones palaciegos para el deleite de propios e invitados. De ahí que sean páginas amables, sin grandes obstáculos técnicos aunque con talla artística como así demostraron los componentes de Concerto 1700.

Tras la primera parte, dedicada a confrontar los divertimenti de Brunetti, Haydn y Boccherini, los salones musicales del dieciocho español se transformaron en la compañía imprescindible contra el insomnio que escribiera en origen J. S. Bach en sus Variaciones Goldberg BWV988, la realidad supera la trivialidad del encargo y sitúa al oyente ante una de las páginas más trascendentales de la historia de la música; el ámplio catálogo de adaptaciones a las formaciones instrumentales más diversas reafirman esta idea de universalidad de las Goldberg. En la interpretación ofrecida por Concerto 1700 para trío de cuerdas destaca por el equilibrio entre los instrumentos comenzando por el papel decisivo del violín de Daniel Pinteño que hizo gala de dominio técnico e interpretativo, la viola de Isabel Juárez en ocasiones acompañando, en otras doblando la voz del violín o como parte del bajo contínuo asignado al cello de Ester Domingo.