Entrevista | Rozalén Cantante

Rozalén: «Qué torpes somos al no escuchar a nuestros mayores cuando ellos nos llevan ventaja»

Rozalén celebra una década sobre los escenarios con Matriz, su flamante nuevo disco, en el que rescata canciones del folklore tradicional de toda España. Así que el día 29 de diciembre, el Teatro Cervantes (20.00 horas) se convertirá en toda una celebración de la riqueza de nuestro país pero también de los diez años de una de las artistas imprescindibles de este momento

Entrevista con Rozalén, en el Hotel Vincci Mae.

Entrevista con Rozalén, en el Hotel Vincci Mae. / Ricard Cugat

Pedro del Corral

Pocas palabras necesita Rozalén para imponer el silencio a su alrededor. Es curioso porque, a pesar de su inconfundible júbilo, paladea las frases como si de un buen vino se tratase. Entona con rigor, por supuesto. Sin embargo, hay algo más: tiene una enorme sensibilidad para agasajar los oídos y, en especial, para templar el alma. Lo hace aquí, en primera persona, pero igualmente detrás de cada uno de los temas a los que ha dado memoria. En Comiéndote a besos, Vuelves, La puerta violeta, Girasoles o Este tren, le basta una sola palabra para que los sentidos se concentren en torno a ella. Y es en ese preciso instante cuando nos damos cuenta de que María siempre ha estado ahí, relatando la vida, encarnando sus luces y sombras, acompañando en la distancia… Lo lleva haciendo desde 2013, cuando publicó su primer álbum: Con derecho a… llegó al mercado impulsado por una sinceridad crítica y una sencillez maestra. Por aquel entonces, la artista apenas podía imaginar que sus composiciones abanderarían causas y suavizarían dolores. Ese cruce entre pulso y mimo la ha convertido en una estrella polar que, sin desmerecer ni el Premio Nacional de las Músicas Actuales ni el Goya a la Mejor Canción Original, nos guía a médula descubierta.

Su garganta tiene la culpa, aunque no toda. Si por algo ha conseguido enmudecernos, es por su capacidad para atravesar el pecho. Rozalén responde más que canta: todo lo que transmite tiene un valor, un espíritu, una emoción. Y, claro, así resulta imposible no acallar al gallinero. Cuando ella actúa, el mundo escucha. En cambio, cuando termina, lo transforma. «Recibo mucho cariño. Me siento muy querida, no te voy a engañar», dice con cierta vergüencilla mientras se recoloca el flequillo. Para celebrar sus 10 años al pie del corazón, publica su particular Matriz: se trata de un disco que recupera a la niña que aporreaba la bandurria en las rondallas de Albacete y que absorbía el folclore que tanto la ha influido. También es un homenaje a los rincones de España donde se ha sentido feliz tocando. Por ello, recurre a los sonidos populares de sus regiones a modo de agradecimiento. Tanxugueiras, Sílvia Pérez Cruz, Fetén Fetén, Rodrigo Cuevas y Eliseo Parra la acompañan en este aniversario que, además de festejar los éxitos, toma la diversidad como motor de crecimiento. Cualquiera puede verse reflejado en ella, lo que demuestra que con pasión todo es posible. Tan sólo hay que desabotonar la coraza y maquillar los prejuicios.

¿Cómo era aquella España que ha inspirado su Matriz?

Si hablamos de Letur [donde creció], me vienen imágenes del salón de mi casa. Sigue estando más o menos igual, ¿eh? No ha cambiado demasiado. Guarda su tarimón y sus telas manchegas. Cuando era pequeña, teníamos una burra que mi abuelo utilizaba para trabajar la tierra. Cuidábamos conejos y gallinas. Recuerdo ir con mi cesta de mimbre a por huevos, setas, caracoles… El país de entonces estaba ligado a la naturaleza.

¿Hemos cambiado?

 En mi caso, yo he vuelto a ello. Ahora, vivo en un pueblo de Madrid y tengo mi propia huerta. Mi familia continúa dedicándose al campo. Aquí, tengo calefacción. Mientras que allí aún no hay: nos seguimos calentando con la lumbre.

Tal y como ya ha explicado, el título de su quinto elepé viene de la mezcla de madre, matria y raíz. En julio de 2021, Yolanda Díaz propuso sustituir el término patria por el de matria. Los juicios no se hicieron esperar. ¿Por qué escoció tanto?

Siempre se ha entendido la patria como el padre, pero no habría nada malo en que fuese una madre. Es lo mismo. Ambos conceptos deberían emplearse por igual. En nuestro folclore encontramos la presencia de bastantes mujeres… ¿por qué obviarlas?

¿A quién le canta estas historias? 

En primer lugar, es un agradecimiento a quienes me siguen. De ahí que tome prestados sus idiomas y sus sonidos. Quiero que les recuerde a sus ancestros. En segundo lugar, se lo canto a mis antepasados. Y, en tercer lugar, me lo canto a mí misma. Me he querido dar este capricho. Cada vez me siento más cómoda en lo popular.

Este cancionero recoge momentos íntimos con sus seres queridos. De hecho, incluye melodías que cantaba con ellos o para ellos. Eso le habrá servido para paliar pérdidas y dolor. En Si me quieres escribir, se acerca a la figura de su abuelo paterno, camillero en la Guerra Civil en la 43 División del bando republicano. ¿Qué le parece la Ley de Memoria Democrática?

Me alegran los avances, pero llega tarde. Es verdad que la clave es tenerla… No obstante, me hubiese gustado que mis familiares que murieron sin contemplar ningún símbolo de justicia lo hubieran visto.

Incorpora breves interludios donde se reconoce la voz de su madre o la respiración de su padre. También se intercalan coplillas grabadas en el cementerio de Letur junto a la tumba de sus abuelos. Sin olvidar sus incursiones en gallego, euskera, asturiano y catalán. ¿Cuándo dejaremos de considerar esto último como excepcional?

No es la primera vez que canto en estos idiomas. Incluso, podría decir que es algo que se espera de mí. En este tiempo, he notado lo importante que es para la gente de cada territorio ese esfuerzo. Es una forma de cuidar la diversidad tan rica que tenemos. Es abrir la mente, el alma. He descubierto montones de conceptos que no existen en castellano, pero sí en otras lenguas. Con estas canciones quiero mostrar mis respetos a las tierras y las culturas que compartimos.

No es la primera que mira hacia la raíz para concebir su nuevo trabajo. Rodrigo Cuevas, Amaia, Amatria, Lorena Álvarez, Virginia Maestro y Jorge Marazu ya lo han hecho. ¿Por qué se ha extendido esta tendencia?

Me parece un giro inteligente porque hay cosas de nuestros abuelos que tienen que ver con el futuro. Ellos son los verdaderos sabios. Los pueblos son la base de la sociedad. Sin ellos, por ejemplo, no podrían abastecerse las ciudades. Qué torpes somos al no escuchar a nuestros mayores cuando ellos nos llevan ventaja. Echo tanto de menos las conversaciones con mi abuela porque, gracias a ella, comprendía lo que me pasaba en cada momento.

El drama de la migración forzosa lo aborda simbólicamente en el vals La tumba de la golondrina. El Gobierno ultraderechista de Italia ha prohibido el desembarco de buques humanitarios en sus puertos. ¿Qué nos está pasando para pensar que hay vidas de primera y de segunda?

Sencillo: no están mirando su propia historia. Este tema relata la vida de unas mujeres del Pirineo aragonés que, a principios del siglo pasado, tuvieron que emigrar a Francia. En ese sentido, no darte cuenta de que todos venimos de historias relacionadas con la inmigración es egoísta. Me parece poco humano. Últimamente, estamos volviendo a deshumanizar cosas de una manera muy preocupante.

¿Significarse a nivel político le ha perjudicado?

Creo que no me va mal. En cualquier caso, jamás me he postulado por un partido político. Siempre he hablado de lo que me parece justo o no. Sin más. Pero, como eso ya es una acto político de por sí, hay personas que se quedan en el titular y no profundizan en lo que canto. Además, pienso que, si no hablo, me estoy volviendo partícipe. Incluso, en ocasiones, me siento mal porque creo que no me estoy pronunciando lo suficiente.

¿Cantaría en el mitin de un partido político?  

Alguna vez lo he hecho. Ahora bien, yo prefiero cantar por cuestiones sociales. Dicho esto, si hay algún partido que se quiera unir, no me molesta.

Las hadas no existen, La puerta violeta y Loba tienen la lucha feminista como eje transversal. ¿En qué punto estamos hoy?

Es algo que sigue estando en boca de todos y eso es fundamental. Si bien estamos dando nuevos pasos en algunos aspectos, en otros estamos volviendo hacia atrás. Asimismo, están surgiendo nuevos debates, como el de la Ley Trans, que no me parecen mal. Éste es un camino de amor y, en consecuencia, hay que hacerlo paso a paso.

Ha transcurrido una década desde el lanzamiento de Con derecho a… ¿Se reconoce en cada huella que ha dejado?

Sí, pues hasta lo que no hice demasiado segura me ha hecho aprender. Me siento orgullosa de los pasos que he dado. Hasta de los erróneos.

¿Le dijeron alguna vez que no triunfaría?

 Muchísimas. Recuerdo a un empresario de Albacete que me dejó caer que no llegaría a nada porque no era ambiciosa. Para mí, el éxito es dormir tranquila. Y yo lo hago cada noche porque todo lo que hago lleva implícito mi corazón.