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Cinco razones para ver lo nuevo de Netflix

eduardo parra

Si no le han convencido Javier Castillo Milena Smit y José Coronado durante la premiere de este miércoles en Málaga, aquí van cinco razones para ver La chica de nieve.

  1. Milena Smit es Miren. Una de las dificultades de este proyecto era encontrar a la protagonista adecuada y lo han conseguido. Milena es Miren, respira como ella, se mueve como ella, y es capaz de con una mirada desplegar todas esas capas de sensibilidad posible que puede albergar un personaje tan martirizado. La mirada de la actriz es a ratos atormentada, otras tenaz y en la mayoría del relato serena y pensativa. Todo un acierto.
  2. Jesús Mesas Silva y Javier Andrés Roig. Los encargados de la ardua tarea: convertir en una serie de televisión para Netflix una de las novelas más vendidas por un escritor español mundialmente conocido. Un piloto potente donde se ponen todas las cartas en juego. La tarea de modificar distintos elementos del libro para agilizar la serie y convertirla en un producto de calidad ha sido un éxito. Mesas y Roig han escrito una historia capaz de contentar a los fieles lectores de Javier Castillo y a los espectadores de Netflix. Un producto muy por encima de otras series del catálogo de la reina de las plataformas del mismo género. Enhorabuena.
  3. Málaga, una ciudad irreconocible. Las miradas de los protagonistas son siempre las mismas, las de seres que intentan buscar una línea recta en el horizonte, algo que aporte sentido, pero no hallan nada. Algo así es Málaga en La chica de nieve, un espejismo, un lugar repleto de señales y líneas que no van a ningún sitio. La playa, el centro, los barrios más tradicionales, todos están reflejados en la serie pero de manera irreconocible ¿por qué? Por un acierto monumental del equipo de localizaciones: el tratamiento del paisaje como metáfora del estado emocional de sus personajes.
  4. La dirección de actores. Uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los directores y directoras en un rodaje con tantos personajes y con una trama episódica. Pues aquí no se nota. José Coronado hace el ejercicio de generosidad más grande de su carrera: un actor de peso, serio, que siempre sabe lo que hacer, dónde mirar y por qué decir lo que va a decir. Loreto Mauleón y Raúl Prieto, los padres de la niña desaparecida, sin olvidarnos de Aixa Villagrán, Mario del Cubo, Julián Villagrán y Cecilia Freire componen un reparto sin fisuras.
  5. David Ulloa y Laura Alvea. Por su capacidad de ver en esta historia solo lo que importaba, lo que la hacía grande. La dirección de la serie no deja nada fundamental fuera. El qué vamos a ver, cómo lo vamos a ver y quién nos va a acompañar queda detallado ya en el piloto de la serie: las reglas del juego están bien contadas y los temas correctamente determinados. A partir de ahí, todo suma.

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