Berlinale 2023

¿Volverá a ganar el cine español el Oso de Oro? Las opciones de la película sobre la infancia trans

El filme '20.000 especies de abejas', de Estibaliz Urrresola, ha recibido críticas francamente positivas, y aborda el tipo de asunto relevante capaz de generar consenso a su favor entre los miembros del jurado

La directora Estíbaliz Urresola, directora de ’20.000 especies de abejas’, en la Berlinale.

La directora Estíbaliz Urresola, directora de ’20.000 especies de abejas’, en la Berlinale.

Nando Salvà

¿Puede '20.000 especies de abejas', la primera película de Estibaliz Urresola, ganar el Oso de Oro? ¿Tiene el cine español posibilidades de volver a alzarse con el triunfo en la Berlinale tan solo un año después? Las bases de datos se muestran escépticas al respecto: a lo largo de la historia del certamen, tan solo siete cineastas nacidos dentro de nuestras fronteras han ganado el prestigioso galardón -y tres de ellos, ojo, lo compartieron ‘ex aequo’, en 1978-, y cuando Carla Simón lo obtuvo el año pasado gracias a ‘Alcarràs’ ya habían pasado casi cuatro décadas desde que lo hiciera su más inmediato antecesor. También son únicamente siete las películas ganadoras del premio desde 1951 que fueron dirigidas por mujeres, y aún menos las óperas primas. Nada más que en tres ocasiones, por último, la estatuilla ha ido a parar a dos largometrajes de la misma nacionalidad de forma consecutiva. 

Para contrarrestar los números, además de frases hechas -"las estadísticas están para romperse"-, contamos con argumentos menos perogrullescos: la película de Urresola ha recibido críticas francamente positivas de la prensa internacional, y aborda el tipo de asunto relevante y candente -la incomprensión familiar y social que una niña que sufre una niña aquejada de disforia de género- capaz de generar consenso a su favor entre los miembros del jurado. ¿Será la presencia de Simón entre ellos una ventaja cara a las posibilidades de victoria de la película, o un inconveniente? Difícil saberlo.

Por supuesto, para elucubrar sobre la posible presencia de '20.000 especies de abejas' en el palmarés es necesario considerar las otras películas aspirantes. Y lo cierto es que las tres que más méritos evidencian para ganar el Oso de Oro no lo tienen fácil para poner de acuerdo a los jueces. 'Past Lives', exquisita historia de amor dirigida por la coreano-canadiense Celine Song, llegó a este festival arropada de críticas extraordinarias y erigida en la rival a batir tras su paso por el Festival de Sundance, y eso puede jugar en su contra si el jurado no quiere dar la sensación de haber ido a lo fácil; ‘Suzume’, deslumbrante ‘anime’ firmado por Makoto Shinkai, registró cifras estupendas en la taquilla tras estrenarse en Japón hace tres meses, y casi seguro que la ganadora del Oso de Oro acabará siendo una producción que necesite más el premio para asegurarse su recorrido comercial; una elección ideal sería ‘Afire’, lo nuevo del alemán Christian Petzold, porque es una película estupenda y porque el director lleva años mereciendo un reconocimiento de este calibre. Pero se trata de una comedia, y ese es un género tradicionalmente ninguneado no solo por la Berlinale sino por cualquier festival. 

La directora Estíbaliz Urresola en Berlín con el reparto de la película.

La directora Estíbaliz Urresola en Berlín con el reparto de la película. / CLEMENS BILAN

Por la salud pública

Por lo que respecta a las tres últimas películas presentadas este año en la competición, sus opciones para hacerse un hueco en la lista de ganadoras son dispares. Se hace difícil, de entrada, encontrarle un encaje en el palmarés a ‘Art College 1994’, segundo largometraje de animación del chino Liu Jian, porque la sucesión de conversaciones en torno al arte sobre las que se construye resultan no solo cansinas sino también, peor aún, dolorosamente superficiales e ingenuas.

De todos modos, mucho más crudo lo tiene ‘Till the End of the Night’, auténtico disparate dirigido por el germano Christoph Hochhäusler; a la vez intriga criminal para ‘dummies’, retrato de las perrerías sufridas por una mujer trans y crónica del amor condenado entre esa mujer y un policía gay que además de tránsfobo es un maltratador, funciona como comedia involuntaria en cualquiera de esas tres facetas.

En cambio, por último, un premio para ‘Sur l’adamant’ no solo no es descartable sino que entra dentro de lo probable. Su director es el documentalista francés Nicolas Philibert, que hace unos años se convirtió en algo parecido a un fenómeno del cine de autor gracias a ‘Ser y Tener’ (2002) -ventana a la vida de una clase de educación primaria de provincias a lo largo de todo un curso- y que en su nuevo trabajo se adentra en un barco atracado en el río Sena reconvertido en centro de salud para enfermos mentales. Desde allí, la película funciona como sentido homenaje a un tipo de personajes a los que el cine no suele prestar atención y como convincente reivindicación del valor de la sanidad pública. ¿Habrá el jurado opinado lo mismo? Nos falta muy poco para averiguarlo.