Entrevista | Ernesto Artillo Artista

«Paso de una disciplina creativa a otra como un eterno aprendiz de artista»

Es uno de los nombres más rutilantes de Autóctonxs, el escaparate a lo mejor de la creación local contemporánea del Teatro del Soho-CaixaBank. Artillo, heterodoxo creativo con un estilo cada vez más marcado y demandado, ofrecerá el 5 de marzo 'Gala Literal', una performance basada en la palabra de Antonio Gala sobre el amor

El creativo malagueño Ernesto Artillo

El creativo malagueño Ernesto Artillo / Instagram de Ernesto Artillo

Dani Vivar

Málaga

Ernesto Artillo lleva en boca de todos desde el 2018, gracias a su proyecto 'La mujer que llevo fuera' (con el que aunó sensibilidad social y revolucionarias tendencias estéticas a través de unos trajes de chaqueta sobre los que siluetea los atributos físicos de la mujer), iniciativas como 'ILEGAL' (una colección creada íntegramente con prendas de inmigrantes que han cruzado el Mediterráneo y recogidas en las playas de Cabo de Gata) por el propio malagueño. Participa en Autóctonxs, el escaparate del talento local ideado por Antonio Banderas y Alessandra García para el Teatro del Soho-CaixaBank, con 'Gala Literal', un recital performativo que reúne testimonios de Antonio Gala sobre el amor en diferentes etapas de su vida.  

Háblenos de 'Gala Literal'.

Crecí en una casa llena de libros de Antonio Gala que, principalmente, regaló mi padre a mi madre y con poemas de amor en la primera página. Con el tiempo me empecé a interesar por ellos, a leerlos, a ver las entrevistas de Gala, y me di cuenta de que es un referente y que seguirlo es una forma de aprendizaje tremenda. Hace unos tres años empecé a transcribir sus entrevistas como una manera de estudiarlo, digamos casi como una manera de discernir sus palabras, incluso de tocarlo... Ydescubrí que me gustaría crear una pieza escénica sobre ello, con un formato algo indefinido. Así llegué a 'Gala Literal', una performance sobre el amor y cómo su definición del amor se transforma a través de los años.

¿Cuál es la mejor lección que le ha dado Gala?

La importancia de la familia, sin duda. Signifique lo que signifique la familia para cada uno.

Ahora vive en Cabo de Gata. ¿Qué le atrajo de ese rincón de Andalucía?

Vine por Álvaro Carrillo, otro malagueño al que admiro muchísimo; un arquitecto muy talentoso, da clases por todos lados y vive entre Málaga y Bali. Me pidió que diseñase un suelo para su casa y un mural para su patio, en Níjar. Y empecé a descubrir un paisaje que desconocía absolutamente y comprobé que me cambió hasta la forma de estar... Decidí intercambiar mi casa en Madrid por una en laIsleta del Moro; al principio me venía un mes a escribir completamente solo. Cuando lo hacía, mi cuerpo reseteaba, me metía en el mar y empezaba a reír o a llorar... un poco como cuando vas al fisio. Creo que era la forma en que somatizaba lo que me pasaba en Madrid. Un lugar donde sí, desarrollé gran parte de mi carrera artística pero donde me sentía muy solo. Empecé a alargar mis estancias hasta que me quedé definitivamente tras la pandemia. Aquí se ha transformado mi trabajo. Creí llegar a un sitio de calma y tranquilidad, pero era inevitable ver que había más complementos que son parte de mi cotidianidad, como la inmigración. No es solo un lugar paradisíaco, también es un lugar lleno de restricciones, de otras realidades.

En este sentido sus colecciones con ropa de inmigrantes irregulares le han valido acusaciones, como la de «apropiarse» de una realidad trágica como estos éxodos particulares. ¿Qué opina? 

No creo que arte y activismo sean lo mismo; tampoco que los artistas deban crear únicamente a partir de experiencias en primera persona. Sin embargo, en este caso, creo que las prendas con las que he trabajado y su significado forman parte de mi contexto personal cotidiano. Viviendo aquí, descubrí que esas prendas no solo señalaban la insostenibilidad de la industria textil sino que eran la huella de una realidad migratoria de personas que veo llegar a las orillas. Esa realidad afecta a mi discurso artístico y me hace replantear otra vez el lenguaje que he desarrollado tanto como el de la moda.

Hace unas semanas regresó a Málaga para participar en el concierto inaugural del Málaga de Festival de Niño de Elche, para el que diseñó su más reciente álbum, 'Flamenco. Mausoleo de celebración, amor y muerte', y la ropa que lleva en sus conciertos. ¿Qué te atrajó de él?

Lo flamenco que es. El flamenco es no tener que encajar en algo concreto. Ni siquiera las personas que se consideran conocedoras del flamenco lo pueden definir. Es algo así como Dios: una pregunta sin respuesta que creo que ayuda a definirnos. Y, sin lugar a dudas, Paco [Francisco Contreras, nombre real de Niño de Elche] es muy bravo en ese sentido.

Aún se recuerda 'La mujer que llevo fuera', una apuesta rompedora. ¿Qué le inspiró?

Era una forma de explicar lo que significaba el feminismo y de buscar nuevos referentes públicos. Más allá de eso, creo que también tiene que ver con una historia personal, con sentirme identificado con injusticias que de otra manera he podido vivir en primera persona. Además, fue bueno ver que había personas como Alba Flores o Fernando Grande Marlaska que entendían el ponerse los trajes no como un acto estético, sino como uno conceptual, como usar un micrófono para hablar de una situación.

En su trayectoria ha colaborado con marcas como Dolce&Gabanna, Adolfo Dominguez, Oysho... ¿Cuál cree que ha sido la mejor campaña de todas las que ha hecho?

Recuerdo una en concreto con Pepe Jeans. Querían una campaña para redes sociales y propuse una en la que se cuestionaban precisamente las redes sociales. Porque en ese momento las redes me generaban una sensación contradictoria y no siempre placentera. Creo que utilizar un medio para hacerme preguntas sobre el propio medio es una constante en mi trabajo. También me pasa con la Semana Santa o el flamenco.

¿En qué momento el estilo Artillo traspasa fronteras? 

Soy plenamente consciente desde que empiezo a trasladarme físicamente. Es algo difícil de obviar. He estado con mi trabajo en Hong Kong, en Pekín, en París, en Londres, en Dubái... en un montón de sitios. En un momento dado, sentí la necesidad de acercarme más a mi origen. Hace unos años que me fui de Madrid para volver a Andalucía, que tiene grandes posibilidades para inspirar.

¿Y volvió el mismo Ernesto Artillo que se fue?

Sigo siendo una persona que pasa de una disciplina a otra siempre viviéndolo como un eterno aprendiz de artista y observando cómo estas diferentes disciplinas, cómo esta transformación del propio arte o de mi propia forma de gestión se vuelve un ejercicio para conocerme mejor a mí mismo y para conocer el entorno en el que vivo.

En ese regreso a los orígenes el flamenco ocupa un lugar especial, no sólo por su implicación con la aventura de Niño de Elche, ¿verdad?

Pues ahora mismo estoy preparando la dirección de un espectáculo de la bailaora Guadalupe Torres para el Festival de Flamenco de Madrid. Se titulará 'Bailar en hembra' y habla de la transformación del cuerpo de una mujer y de sus sentimientos a través de la experiencia de la maternidad, un proceso en el que la he acompañado y he escuchado. Aparte estoy preparando para el 5 de mayo otro del que no desvelaré demasiado pero que se titulará 'Tablao: una inspiración para el cuadro' y que llevaré a cabo en el Centro de Arte Dos de Mayo también de Madrid.

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