Sección Oficial

Brasil, el país que se quedó «ciego» durante la etapa de Jair Bolsonaro

El cineasta brasileño Harold Borges estrenó ayer en la Sección Oficial Saudade fez morada aqui dentro, la historia, muy cercana al documental y en un tono «esperanzado», de un adolescente que pierde progresivamente la visión

José Luis Picón (EFE)

Málaga

El cine brasileño cumplió ayer con su habitual presencia en la sección oficial del Festival de Málaga desde que este se abrió al ámbito iberoamericano con una metáfora sobre la «ceguera» que, según el director Haroldo Borges, sufrió su país durante la etapa de Bolsonaro.

Saudade fez morada aqui dentro muestra a un adolescente que vive en un pequeño pueblo del interior de Brasil y que se enfrenta a una enfermedad ocular degenerativa que poco a poco le dejará ciego.

Según Borges, la película está muy cercana al género documental y nació precisamente a partir de una obra de no ficción que conocieron sobre un chico que tenía un problema con la visión y que les pareció «un personaje interesante».

«Salíamos de un momento duro de Brasil, como si hubiéramos tenido una epidemia de ceguera, y era un momento propicio para contar una historia sobre la ceguera», explica el director, que asegura que tenía «familiares y amigos defendiendo al gobierno fascista» que dirigió el país.

Quería rodar una historia «que abordase la ceguera, pero que no fuera apocalíptica, sino que apuntase hacia la esperanza y la alegría», y ese chico de 15 años que se estaba quedando ciego «era la metáfora perfecta para ese Brasil que se estaba viviendo».

Filmaron «como si fuera un documental», por lo que generaron «mucho material», y ello llevó a que el trabajo de montaje fuera «largo», pero en las pruebas que hicieron con público encontraron «el ritmo de la película», según Borges.

Para él, los niños protagonistas «son los mejores de la película», después de haberlos elegido entre chicos de la región donde rodaron, una ciudad de solo trescientos habitantes, y con una selección en la que conocieron a 1.300 jóvenes en escuelas públicas de la zona. Los dos hermanos no se conocían antes de filmar la película «y ahora son hermanos de corazón», asegura el cineasta, que cree que la «naturalidad» que han conseguido ha sido posible porque el equipo se quedó «casi seis meses viviendo en ese pueblo».

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