Arte

Coppola y Stern, la dupla que cambió la imagen en Argentina

Un total de 125 instantáneas de Horacio Coppola y una veintena de fotomontajes de Grete Stern ofrecen una panorámica del Buenos Aires más moderno y vanguardistas de los 20 y 30 del siglo pasado en el Museo Carmen Thyssen

Instantáneas de Horacio Coppola en el Museo Carmen Thyssen

Instantáneas de Horacio Coppola en el Museo Carmen Thyssen / Daniel Pérez/Efe

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

«Desde mi ventana –viendo con ansia y maravilla– miro lo real iluminado: encuentro –desde un punto de vista dado– una imagen, por así decirlo, de mi mundo propio. Cuando de los infinitos puntos de vista posibles desde mi ventana, elijo ése que es para mí el más esencial y revelador de lo real, del presente. Ahora, con la cámara fotográfica, me posesiono de esa imagen: soy fotógrafo». Palabras de Horacio Coppola (Buenos Aires, 1906-2012), el primer gran poeta de la fotografía del país latinoamericano. Ahora Coppola regresa y en compañía de quien fuera su pareja, la artista visual Grete Stern (Elberfeld, Alemania, 1904-Buenos Aires, 1999), para mostrar en 'Fervor de Buenos Aires' la esencia moderna y vanguardista de la capital argentina durante los años 30 y 40 del siglo pasado. La cita, hasta el 10 de septiembre en el Museo Carmen Thyssen. 

 La muestra toma prestado su título del primer poemario de Jorge Luis Borges, libro del que se cumplen cien años, con quien Coppola tuvo amistad y compartió paseos por la capital porteña. Una veintena de fotomontajes de Stern y 125 fotografías de la ciudad tomadas por Coppola configuran un retrato de una urbe, en aquellos años, palpitante, en plena transformación, crecimiento y ebullición.

Cuando se le preguntaba al fotógrafo argentino por su primer recuerdo visual, respondía: «Mi aventura primera: mirar por las rendijas la perspectiva geométrica de mesitas, tacitas blancas, los perfiles de siluetas negras de espaldas y con sombreros. En el fondo, una ventana. En ella gesticulaba la vida su mágico claroscuro devenir». Sus primeras querencias visuales fueron, más bien, abstractas y vanguardistas, con mucho de geometrismo y con puntos en común con la corriente de la Nueva Visión de finales de los años 20. 

Tras un viaje a Berlín, en el que conoció a Grete Stern, el argentino recibió un encargo de la municipalidad de la capital para conmemorar, a través de un fotolibro, el cuarto centenario de la fundación de la ciudad por parte de Pedro de Mendoza. El reto se convertiría en un homenaje a su ciudad natal, y el comienzo de los rasgos artísticos por los que Horario Coppola acabaría pasando a la historia.

La urbe vive una época de grandes cambios, de expansión y de un nuevo urbanismo, y el artista, fascinado desde joven por la arquitectura, capta con precisión el pulso de la ciudad y la vida de los transeúntes. «Coppola es a Buenos Aires lo que Brassaï es a París o Helen Levitt y Lisette Model a Nueva York», resumió Lourdes Moreno, directora artística de la pinacoteca.

Más imágenes de Horacio Coppola

Más imágenes de Horacio Coppola / La Opinión

No menos importante fueron las aportaciones de Grete Stern, quien introdujo en Argentina la entonces innovadora práctica fotográfica del fotomontaje. 'Fervor de Buenos Aires' recoge una singular selección de su creatividad, como las piezas que realizó para la revista femenina 'Idilio' y que ilustraban semanalmente las interpretaciones de los sueños de las lectoras en la sección 'El psicoanálisis le ayudará'. Las obras ironizan sobre el contenido de la columna, aportando una perspectiva feminista en contra de la línea editorial de la propia revista. 

Las fotografías de Coppola forman parte de la colección de arte de la Fundación Telefónica, mientras que los fotomontajes de Stern llegan a Málaga gracias al Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).

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