Serie documental

La tragedia de Julen y el pozo de Totalán, en un documental de Netflix

Una mini serie de tres capítulos recoge el drama vivido por la familia del pequeño que, en enero de 2019, cayó a un pozo desencadenando un operativo sin precedentes para intentar rescatarlo

José Roselló y Vicky García (en el centro de la imagen), padres de Julen.

José Roselló y Vicky García (en el centro de la imagen), padres de Julen. / Álex Zea

F. E.

Pocas personas habrá en Málaga que no recuerden qué estaban haciendo aquel 13 de enero de 2019: el día en el que un pequeño de dos años de El Palo caía en un pozo de 25 centímetros y más de 70 metros de profundidad en la finca de unos amigos de sus padres en Totalán, en la que se encontraban en una reunión que se tornaría un drama. Cuatro años después, la plataforma Netflix recupera en una mini serie documental de tres capítulos cómo ocurrió todo, el inédito despliegue de medios humanos y técnicos que se desplegó para intentar rescatar el cuerpo de Julen, algo que ocurriría de madrugada el 26 de enero, 13 días después, cifra que ha dado título al documental que se estrenaba este pasado viernes.

Testimonios e imágenes inéditas

En los tres capítulos, de algo más de 50 minutos de duración cada uno, se recogen imágenes inéditas de aquellos días, además de los testimonios de sus padres, José y Vicky; María Gámez, en esos días directora de la Guardia Civil, el ingeniero Ángel García Vidal, cara visible y portavoz ante los medios del equipo de rescate desplegado en la zona, además de las voces de periodistas de todo el país que, durante esos días, contaron cómo avanzaban, centímetro a centímetro, las labores de rescate hasta aquella fatídica noche del 26 de enero en la que bomberos, mineros, agentes de la Guardia Civil y todo el equipo alcanzaban los 72 metros de profundidad, encontrando el cuerpo sin vida del pequeño Julen Roselló.

Un despliegue inédito y una cobertura universal

A lo largo de casi dos semanas hubo multitud de televisiones que mantuvieron la señal en directo desde Totalán, casi de manera ininterrumpida, en una de las esquinas de la pantalla. El despliegue fue universal, con algunos de los principales reporteros de cada medio desplazados hasta el municipio axárquico. Así cada pequeño avance en la titánica carrera hasta el lugar donde se suponía que estaba el pequeño forzaba la interrupción en directo de cualquier otro tema que pudiera ser de actualidad.

Más de 500 personas cooperaron directa o indirectamente para, por turnos, hacer posible lo imposible. No se había producido un rescate de tales características con anterioridad. Los técnicos tuvieron que idear sobre la marcha artilugios, dispositivos y hasta una jaula por la que descender, por un pozo paralelo, hasta el lugar donde se calculaba que había podido caer Julen.

El sábado 26 de enero se pudo al fin acceder hasta el fondo de pozo y, posteriormente, la autopsia practicada al menor determinó que la «caída libre» habría generado politraumatismos y la muerte casi inmediata, el mismo 13 de enero. Esa caída habría sido «de pie» y la autopsia también descartaba erosiones por roces en la caída.