Con cara de pocos amigos. En silencio. La mirada fija y sólo. Así estuvo Bernard Picasso, nieto del pintor malagueño y fundador del Museo Picasso de Málaga, frente a la protesta de trabajadores del museo en la puerta de la pinacoteca. Llegó acompañado de su mujer y del artista Jeff Koons, cuando vio a la veintena de trabajadores que estaba concentrada en la puerta del museo en la tarde de este sábado, tal y como habían anunciado tras el fracaso de la reunión en el SERCLA entre la dirección del museo y el comité de empresa.

El encuentro de Bernard Picasso y los trabajadores fue un momento silencioso, aunque con cierta tensión. No parece que le gustase al fundador del Museo Picasso de Málaga encontrarse con esta protesta, que ya está anunciada para repetir el 2 de octubre, coincidiendo con la inauguración de la exposición 'El eco de Picasso', concentrándose de 19.30 a 21.30 horas en la puerta del museo.

El origen de esta protesta es la lucha del comité de empresa por equiparar las condiciones de los trabajadores del Museo Picasso de Málaga con la de otros museos de similar categoría. Estas negociaciones llevan en marcha desde hace un año, aunque sin alcanzar un acuerdo. De hecho, el comité de empresa ha ido reduciendo las exigencias en este año, aunque la reunión celebrada en el SERCLA (Servicio Extrajudicial de Resolución de Conflictor Laborales de Andalucía) esta pasada semana terminó siendo un absoluto fracaso, por lo que se han retomado las protestas.

Bernard Picasso llegó acompañado de su esposa y el artista Jeff Koons. Álex Zea

Protestas

Así, los trabajadores del Museo Picasso Málaga celebraron huelga el martes y el miércoles pasado, y se han concentrado este sábado en la puerta del museo y, posteriormente, de 20.30 a 22.30 horas, en la puerta del Hotel Miramar, donde se celebra una presentación de la exposición 'El eco de Picasso' al Patronato del Museo, artistas y personalidades de la ciudad, además de una posterior cena en este establecimiento hotelero.

La negativa de la empresa a tener en cuenta las últimas propuestas de los trabajadores, ya muy por debajo de las que se pedían inicialmente hace un año, y de no acceder a sentarse de nuevo en la mesa de negociación, lleva a los trabajadores de la pinacoteca a seguir adelante con las huelgas y concentraciones.

Si bien la propuesta inicial del comité de empresa pretendía alcanzar unas condiciones salariales y laborales parejas al resto de museos de la misma categoría, tras casi un año de frustrados intentos de entendimiento, en esta nueva propuesta se han rebajado las pretensiones, con las que incluso seguiría a la cola de otras relevantes instituciones museísticas.