Arte

El 'Guernica' sobre cartones de Anaya Cabanding ya se puede ver en el Ruso

El pujante pintor malagueño potencia el mensaje antibelicista y el dramatismo de la icónica obra de Pablo Picasso al replicarla sobre material de derribo. La expone hasta el 10 de noviembre en el Museo Ruso

Julio Anaya con su obra 'Guernica' en la miniexposición de la Colección de Museo Ruso / Sara Andrades

Sara Andrades

Málaga

Lo abandonado, lo inhóspito y la reformulación de iconos pictóricos sobre materiales de derribo, en principio desechados para el arte, son dos de los conceptos sobre los que gira la obra de uno de los artistas malagueños más pujantes, Julio Anaya Cabanding (Málaga, 1987). Empezó con pequeñas réplicas de cuadros de Vermeer y Monet, piezas de ese arte con mayúsculas que se asocia a los grandes museos, a las que puso marcos dorados y que colocó en zonas insospechadas, solares y edificios semiderruidos; de esos lugares recogía también cartones "muy viejos, que muestran muy bien el deterioro de estos sitios, manchados, llenos de tierra...", que luego el artista desparasita y a los que aplica solución de látex para poder pintar sobre ellos. Así lo hizo hace unos años con 18 cartones sobre los que terminó pintando una réplica del 'Guernica', una pequeña gran aventura artística que ahora se expone en el Museo Ruso hasta noviembre gracias a la Fundación Mecenas Museo Casa Natal, creada y presidida por el empresario malagueño Javier Romero.

Exposición de 'Guernica' de Julio Anaya en la Colección del Museo Ruso / Sara Andrades

La obra expuesta fue realizada por Anaya Cabanding en 2023 para Wunderkammer, su exposición individual en Nanzuka Underground (Tokyo). En esa cámara de las maravillas, al modo del museo imaginario de André Malraux, lo popular y el museo, la historia del arte y su formulación ampliada y expandida como cultura visual, convivían en un ejercicio de desjerarquización y redimensión, un modus operandi que no podemos entender como ajeno al picassiano. El uso de cartón abandonado como soporte de sus obras, la técnica depurada y la semejanza radical a las obras maestras originales, marcan el acercamiento del espectador a las mismas y provocan una reflexión inmediata sobre el valor de las obras de arte, la forma de transmisión del mensaje y, usando las propias palabras del artista: entender la obra de arte como artefacto que apunta al espectador con el objetivo de desconcertarlo. "Un trozo de basura o en deterioro puede ser una obra de arte, como estos 18 cartones que componen la obra, que es una contraposición entre el arte en un museo y unos cartones que exponía en la calle", nos cuenta el autor.

Las "lloronas" de Julio Anaya en la exposición de la Colección del Museo Ruso / Sara Andrades

Para cerrar el círculo, la Casa Natal aporta dos obras de Pablo Picasso, pertenecientes a la serie Sueño y Mentira de Franco, que forman parte de un préstamo temporal de la familia Arias. Estas planchas presentan en viñetas las gestas ridículas de un personaje grotesco que era una caricatura feroz del general Franco.

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La muestra del Ruso va acompañada de dos piezas más del joven autor malagueño, que también parten de la base de dos obras maestras de Picasso, unos retratos de mujeres llorando. Estas "lloronas" son una continuación de las reflexiones del artista sobre la guerra y el sufrimiento humano, que comenzaron con la creación de Guernica, meses antes. Para cerrar el círculo, la Casa Natal aporta dos obras de Pablo Picasso, pertenecientes a la serie Sueño y Mentira de Franco, que forman parte de un préstamo temporal de la familia Arias. Estas planchas presentan en viñetas las gestas ridículas de un personaje grotesco que era una caricatura feroz del general Franco.

La obra 'Guernica' de Julio Anaya Cabanding / Sara Andrades

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