Museos
El Thyssen desnuda un siglo de desnudo español
La pinacoteca inaugura 'Desnudos. Cuerpos normativos e insurrectos en el arte español (1870-1970)', un viaje compacto y completo por un asunto fundamental la historia del arte y del oficio del pintor, desde la sensualidad del XIX hasta la expresividad matérica que trajeron las vanguardias del XX

Fotos de la nueva exposición temporal del Thyssen: 'Desnudos. Cuerpos normativos e insurrectos en el arte español (1870-1970)' / Álex Zea

«El cuerpo siempre expresa el espíritu que envuelve. Y para quien puede ver de verdad, el desnudo ofrece el más rico de los significados». Lo dijo alguien que sabía mucho de eso, claro, el escultor Auguste Rodin. Le faltó, quizás, referirse a cómo el relato artístico del cuerpo sin ropa alguna también termina definiendo (desnudando) a quien contempla el desnudo, no sólo al individuo, también a la sociedad, con su conjunto de valores, normas y libertades. En este sentido, la nueva exposición temporal del Museo Carmen Thyssen, 'Desnudos. Cuerpos normativos e insurrectos en el arte español (1870-1970)' ofrece hasta marzo del 2025 un compacto y completo viaje por el arte y la sociedad que lo cobija y lo contempla, desde los ejercicios académicos, representaciones formales, del siglo XIX hasta la ruptura del XX, en la que el cuerpo humano queda reducido prácticamente a materia.
Pablo Picasso, Ignacio Zuloaga, Anglada-Camara, Chillida, Romero de Torres, Miró, Dalí, Antonio Saura, Joaquín Peinado, Maruja Mallo, Julio González, Sorolla... La nómina de autores convocados por la pinacoteca (54 en total, que aportan el conjunto de 86 piezas expuestas) es imbatible y da buena cuenta de la diversidad de miradas, tonos y coordenadas en que se mueve 'Desnudos'. «El arte español, por su historia tan ligada a la Iglesia, no ha sido muy prolijo en el arte del desnudo pero sí ha ofrecido obras de una gran calidad. De hecho, en el top 10 de desnudos de la historia del arte, tres indiscutibles son de autores nacionales: 'Las señoritas de Avignon', de Picasso; 'La Venus del espejo', de Velázquez y 'La maja desnuda', de Goya», asegura Lourdes Moreno, director artística del Carmen Thyssen. Por cierto, que estas tres obras están referenciadas dentro de la muestra (como ese poco visto remake de Dalí del Avignon picassiano).

Varias obras de la exposición 'Desnudos. Cuerpos normativos e insurrectos en el arte español (1870-1970)' / Álex Zea
Piezas académicas
La visita comienza, naturalmente, con las piezas académicas, como las de un jovencísimo Pablo Picasso (entonces no firmaba con el apellido materno con el que pasaría a la historia), unos desnudos masculinos más que meritorios pero que no pueden deslindarse de su condición de ensayos anatómicos, de ejercicios de aprendizaje.
En esta zona encontramos también un sugerente Mariano Fortuny que retrata la decrepitud en un estudio que nos retrotrae al mundo clásico, a un joven Joaquín Sorolla estudiante en Roma y que imaginó a una Mesalina en brazos de un gladiador; a un Julio Romero de Torres que capta a la cupletera Raquel Meller (y su marido, vestido, el escritor y diplomático guatemalteco Enrique Gómez Carrillo) como una diosa de Tiziano; también a Aurelia Navarro, que se refiere a la venus velazquiana probablemente pintándose a sí misma.
El recorrido por la exposición sigue incorporando pequeñas rupturas, pequeñas transformaciones que, poco a poco, subvierten los cánones académicos y morales: por ejemplo, Zuloaga retrata a La Oterito en su camerino, que luce más poderosa y orgullosa que sensual, y sin tener que ser engalanada de los rasgos de ninguna divinidad. Y poco a poco, pieza a pieza, la sensualidad o, directamente, el erotismo que se insufla a las obras va convirtiéndose en significado, hasta llegar a un tremendo Miró, que plasma el cuerpo humano como materia. «Al final de la exposición, en las obras del siglo XX, se desnuda el desnudo, las obras viajan al interior del cuerpo humano, se subraya la expresividad», apunta la directora del Museo Carmen Thyssen. Justo como exigía en su frase Rodin.

Una mujer observa varias piezas de la exposición temporal 'Desnudos. Cuerpos normativos e insurrectos en el arte español (1870-1970)' / Álex Zea
Una muestra rica y variada con más de 40 prestadores
Lourdes Moreno, directora artística del Museo Carmen Thyssen, pasea por las salas de la temporal con evidente orgullo. «Es una exposición muy singular, en nuestra línea de muestras narrativas y versátiles, y que cuenta con un gran trabajo de comisariado detrás», argumenta. Carlos Reyero y Estrella de Diego no sólo han apuntalado el concepto y el discurso de la muestra; también han convencido, con la ayuda del equipo de la pinacoteca, a conseguir una cifra de impresión: la exhibición cuenta con más de 45 prestadores de obras.
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