Danza

El Museo Picasso invita a la danza como forma de vida con Trisha Brown

La compañía de la coreógrafa estadounidense inaugura Lugares X, un ciclo de performance para resignificar los espacios del Buenavista

«Floor of the forest», ayer en el patio del Palacio de Buenavista.

«Floor of the forest», ayer en el patio del Palacio de Buenavista. / Álex Zea

Víctor A. Gómez

Víctor A. Gómez

Hay una famosa entrevista a Pablo Picasso en la que, de repente, el artista se puso a bailar. El entrevistador le preguntó: «¿Por qué está bailando?». «No hay por qué, estoy bailando». Siguió el periodista: «¿Se siente usted un artista plástico bailando?». El malagueño: «Sí... o un bailarín que pinta, lo que usted prefiera». El artista terminó reflexionando: «Cuando bailo, siento amor y vida. Uno baila porque nació para bailar, como pinta porque la pintura ya existe en él, simplemente la liberas. Así ocurre con la danza: tú sólo la liberas, ella se mueve dentro de ti». Seguro que don Pablo se sentiría más que complacido con la nueva actividad de su casa en el Palacio de Buenavista, el Museo Picasso Málaga: Lugares X, un ciclo que indaga en los vínculos entre el arte, la performance y el espacio museístico, y que inaugura la Trisha Brown Dance Company (Nueva York, EEUU.), fundada en 1970 y responsable del legado artístico de la coreógrafa pionera en la danza posmoderna, Trisha Brown. 

La compañía pondrá en escena, el miércoles 29 de enero en dos pases (a las 12 y a las 16 horas), dos piezas significativas del repertorio de Brown, Floor of the forest e In plain site, ambas representativas de la obra visionaria de una artista que desplazó la danza hacia nuevas audiencias y contextos, influyendo de manera decisiva en la danza moderna. Los visitantes del Museo Picasso Málaga se encontrarán con la escenificación de las performances a medida que se vayan produciendo, y se sorprenderán con otras intervenciones que tendrán lugar en distintos espacios del Palacio de Buenavista entre estos pases. Lugares X persigue la participación del público, «generando experiencias inmersivas que desvanecen las fronteras entre disciplinas» y propiciando encuentros inesperados en el museo. Porque, ¿quién dijo que un museo es un panteón de arte, un refugio estático y antidinámico?

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Bailarinas de la Trisha Brown Dance Company realizando la performance "Floor of the forest" en el patio del MPM. / álex zea

Cuerdas y ropa

Ayer se nos ofreció un pequeño aperitivo de la actividad. Vimos el patio del Palacio de Buenavista habitado por una estructura tejida con cuerdas y ropa, que los bailarines parecen transitar mientras se visten y despojan de las prendas. Así es Floor of the forest (1970), la obra principal que se podrá ver en el Museo Picasso Málaga (y por primera vez en España) y una pieza icónica del repertorio de Trisha Brown que fusiona danza y escultura para reinterpretar el movimiento vertical y horizontal, bailar con la gravedad y contemplar la fisicidad de los bailarines. 

La Trisha Brown Dance Company (TBDC), además, impartirá una clase magistral al alumnado de la Escuela Superior de Arte Dramático de Málaga (ESAD), que a partir del sábado 1 de febrero y hasta el sábado 8 de febrero, continuará con el programa de performances diarias en diferentes puntos del museo.

De esta manera, la acción integra, así, el legado artístico de la coreógrafa Trisha Brown al aprendizaje de nuevas generaciones y supone un interesante encuentro con la escena artística local. Las obras seleccionadas del repertorio, que se han podido ver a lo largo de los años en importantes instituciones artísticas por todo el mundo, se caracterizan por desafiar las formas y los espacios tradicionales. Justo como hizo a lo largo de su vida Pablo Picasso pintando... y también bailando.

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