SECCIÓN OFICIAL

Gracia Querejeta busca su tercera Biznaga con un drama sobre un hijo violento

La cineasta, triunfadora en dos ocasiones en el certamen, presentó ayer en la Sección Oficial La buena suerte, con Hugo Silva y Megan Montaner

Gracia Querejeta, ayer en la presentación de «La buena suerte»

Gracia Querejeta, ayer en la presentación de «La buena suerte» / Gregorio Marrero

Eduardo Parra

Málaga

Gracia Querejeta es una asidua del Festival de Málaga, certamen que ha ganado en dos ocasiones, con Héctor (2004) y 15 años y un día (2013). Pero no crean que por veterano y triunfadora se acomoda en certezas: "Presentamos lo que hacemos, lo compartimos con el mundo y esperamos que conecte con la gente. Así que la incertidumbre siempre está ahí", asegura la directora. Presenta La buena suerte, un drama con tintes policiacos, basado en la novela homónima de Rosa Montero, sobre un prestigioso arquitecto (Hugo Silva), que se refugia en un pueblo para huir de la vergüenza y la culpa por el terrible comportamiento de su hijo violento.

"Es un seudoencargo que acepté con entusiasmo", confiesa la realizadora. La historia aborda temas profundos y poco explorados que resonaron con sus intereses personales, especialmente la violencia de los hijos hacia los padres, un fenómeno devastador pero a menudo invisibilizado. "Porque historias de violencia familiar, o historias de violencia de género, hay muchas, se tocan en un montón de películas, pero esta violencia, la de los hijos a los padres, no, por lo que en tanto que novedoso, el proyecto se hizo más interesante", subraya. Y abunda: "Todos los que somos madres y padres, cuando leemos en los periódicos noticias sobre hijos completamente descarriados, que no es que les hayan pillado con una china, sino que son peligrosos para la sociedad, pensamos que menos mal que no me ha tocado a mí porque sino no sabría cómo lidiar con esto".

La buena suerte aborda estas cuestiones de una manera sencilla y en busca de la autenticidad, sin artificios ni elementos innecesarios: "Quería que la película fuera sencilla, sin adornos. Mi intención era que tuviera un aire documental, algo cercano y directo", argumenta la autora. Y jugando con muchos géneros, porque la película también tiene bastante de historia romántica («El amor es la posibilidad de la esperanza", dice Querejeta) y bastantes rasgos de thriller plicial.

Historias

Para seguir contando historias así, de esta manera, que es la suya, Gracia Querejeta sigue confiando en la importancia de un productor comprometido (para esta película ha contado con el respaldo de Gerardo Herrero, de Tornasol), que preserve la visión del autor, como lo fue su padre, el gran Elías Querejeta. Aún así, hay mucho más retos que llegar a levantar un proyecto sin hacer demasiadas concesiones comerciales: "Muchas películas, incluso premiadas en festivales, no se ven. Y ése sí es un problema. Y luego está la vida útil de las películas: Ahora todo sucede tan rápido que una película prácticamente se agota en una semana. Es una locura".

A Gracia Querejeta no parece afectarle y su agenda laboral sigue a tope. Actualmente se encuentra trabajando en México en una serie de televisión. «Además, me han ofrecido dos o tres proyectos cinematográficos muy interesantes, aunque no puedo revelar nada todavía. Son propuestas muy cercanas a lo que realmente me gusta hacer», anuncia. La pasión por contar historias y explorar nuevas oportunidades sigue siendo el motor principal: "Mientras me ofrezcan cosas que me apasionen, tengo que aprovechar la oportunidad". Como lo ha hecho con La buena suerte, ¿su tercera Biznaga en Málaga?

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