Entrevista | Ariel Rot Cantante y guitarrista

«Me sorprende que haya gente que cante mis solos, y no son pocos»

Ariel Rot llega a La Trinchera el día 29 de mayo en un directo de puro rock que sirve para rendir homenaje a una carrera musical impecable, extensa, honesta y sin complejos

Ariel Rot

Ariel Rot / Alba Vigaray

Álex Meléndez

Desde Buenos Aires a Madrid nos trajo de la mano el manual del rock en castellano, nos ofreció la sal de los Stones y el limón en rodajas de raíces latinas en su guitarra para saborear un shot de Tequila que nos embriagó el corazón, nos llevó de Rodríguez a un hotel de mil estrellas por debajo del puente, encontrando el punto alquímico de 95% de rock y 5% de rumba, agarró el porvenir por los cuernos, hincó rodilla a puerta gayola frente al micro iniciando una carrera fulgurante como solista que nos regaló uno de los directos que hacen patria rockera y que viene a celebrar con el cuchillo entre los dientes y sin perder la sonrisa a La Trinchera el día 29 de mayo. Dicen que es mejor no conocer a tus referentes más allá de su obra, pero tengo la suerte de que él fue una de esas manos amigas que me ofreció su guitarra y su amistad a partes iguales. La clase, la elegancia y el talento de Ariel Rot.

La primera vez que pude verle fue allá por 1996 en la gira conjunta con Joaquín Sabina, en la plaza de toros de La Malagueta aquello fue para mí una epifanía que me giró el timón vital. ¿Qué recuerdos lee trae Málaga, época del Cortijo (estudio situado en la sierra de Ronda) con la grabación de Palabras más, palabras menos, conciertos, salidas..?.

El primer concierto que hicimos Tequila fuera de Madrid fue el festival de Rock de Antequera en el año 1977 junto a Burning. Era la primera vez que iba al sur y guardo un recuerdo entrañable de ese viaje. Alquilamos una furgoneta por las Páginas Amarillas, cuando llegó vimos que no tenía asientos y viajamos todos en la parte de atrás tirados en un cochón junto a las guitarras y los amplificadores. El viaje duró 12 horas, ¡un récord! Llegamos por la noche y los organizadores nos repartieron para dormir en sus casas porque no había ni hoteles ni pensiones. Ésa fue la primera de muchas veces que compartí cama con Julián. A partir de ahí fue toda una serie de despropósitos hermosos, una lección de amistad, ternura y Rock and Roll.

¿Por qué el rock argentino no termina de romper en España? ¿son códigos distintos?

Aunque hablemos el mismo idioma cada país tiene sus códigos, nos pasa con todos los países de Latinoamérica. Sin embargo, los cantautores españoles siempre han sido enormes en Argentina, Serrat y Sabina son Dios o Maradona, que viene a ser lo mismo; sin embargo, el rock se resiste por ambas partes.

¿Ve algún parecido razonable en la Argentina actual con la que dejó en la adolescencia?

Cambió mucho. Cuando yo era pequeño no había hambre, ni analfabetismo, ni inseguridad en las calles. Había una gran clase media que vivía bien, pagaba sus facturas y se daba algunos gustos. Da mucha tristeza caminar por las calles de Buenos Aires y comprobar cómo todo se fue a la mierda. Lo que sigue intacto es la pasión por el rock, el fútbol, el culto a la amistad, el psicoanálisis y las librerías abiertas toda la noche.

Soy un enamorado del tango y me sigo emocionando con Goyeneche, Troilo, Pugliese y muero con las letras de Discépolo, Stampone. ¿Qué poso dejó todo ese folklore en su vocabulario musical?

No me extraña que seas un enamorado, es un material de altísimo voltaje. Yo pertenecí a una generación que le daba la espalda al tango… O eso creía. En realidad, el tango estaba presente en todos los discos de rock nacional que escuchaba sin parar; presente en los versos, en las melodías, en los arreglos... Con el tiempo me fui interesando cada vez más y por supuesto descubriendo las raíces y a los clásicos. Creo que de una manera intuitiva está muy presente en mi manera de interpretar y componer.

«Me sorprende que haya gente que cante mis solos, y no son pocos» | MANU ROCHA

Ariel Rot tocando en directo con Álex Meléndez y Candy Caramelo. / Alba Vigaray

Sé que es usted muy perfeccionista, la meticulosidad con que afronta sus proyectos se nota en los resultados, como el directo que ahora cumple veinte años. ¿Qué tiene de bueno y de malo ser tan esmerado en la tarea?

El perfeccionismo te da y te quita, pero uno no lo elige, simplemente forma parte de tu personalidad, de tu configuración psíquica y eso es algo muy difícil de cambiar.

La falta de ADN grupal de Andrés Calamaro le empujó hacía el centro del escenario y a tomar las riendas de su carrera en solitario. Defender su propio set list teniendo un repertorio anterior brutal y volverlas clásicos básicos es una hazaña magistral. ¿Cómo llevó esa etapa de transición de guitarra a frontman?

¡Lo llevé con coraje! Dudé hasta que ya estaba metido hasta el cuello, pero enseguida empecé a disfrutarlo. De repente estaba con The Attractions [la banda de Elvis Costello] grabando mis canciones, haciendo shows con una banda propia… Ya pasaron más de 25 años de eso… Tequila y Los Rodríguez fueron enormes, pero son dos episodios de una larga historia.

Una curiosidad: ¿qué canción post Tequila y Rodríguez es su ojito derecho?

De mi repertorio mi favorito es Vicios Caros: no sé si es el mejor, pero es el tema que más disfruto tocando en directo.

La capacidad con su guitarra de destilar tantos estilos y hacerlos suyos, escucharle en la radio y saber que es usted a la primera creo que es el mayor éxito que un instrumentista puede aspirar. Django, Gabis, Beck, Setzer, Alemán, Ribot, Berry... ¿Como se ve cómo guitarrista? ¿Qué sorprende a Ariel Rot a estas alturas en el instrumento? ¡Queremos más instrumentales!

Creo que soy un guitarrista con una técnica bastante poco desarrollada, pero a lo que tengo le saco mucho partido. Me sorprende que haya gente que canta mis solos enteros, y no son pocos…

Viene presentando a la Sala Trinchera el 29 de mayo la reedición de uno de los discos en directo más importantes en español que marco el camino a los que veníamos detrás. ¿Cómo afronta de nuevo esos temas con la banda veinte años después? ¿Qué se va a encontrar el público malagueño?

Se van a encontrar con una banda de músicos veteranos disfrutando como niños. ¡Actitud, inspiración y un repertorio cabrón!

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents