Juan Varo, el aforismo como una de las bellas artes

El profesor y escritor Juan Varo

El profesor y escritor Juan Varo / La Opinión

Jose María de Loma

Jose María de Loma

Málaga

«El infierno es la posibilidad». «La tarea de las humanidades es ocultarle a las cosas muertas que lo están». «Lo bueno de la estupidez humana es que es inconstante». «El esfuerzo curte, el dolor envilece». Juan Varo es uno de los mejores aforistas de España. Lo digo con veneración de lector y pasión de amigo. Es también extendida opinión académica. Lo es por talento, gracia, hondura e ingenio y por trayectoria. Antes de la eclosión del género, o que a mi me pareciera género eclosionado, Varo dio a imprenta 'Jugador de ventaja' (Diputación de Granada, 2001) donde ya mostró su capacidad para la observación de lo cotidiano, su punzante ironía y su particular forma de acercarse y diseccionar lo trascendente. Del culto juego de palabras al chispazo filosófico. Sin olvidar el epigrama o el meta aforismo. Luego vinieron varios libros más de este género, y ahora -consolidado como cultivador y estudioso del mismo- lanza 'La era espacial' (Cuadernos del vigía), con textos escritos entre el 2000 y el 2025; una antología de su producción aforística, una selección de textos de sus libros de esta temática. En él vemos su inclinación a la ciencia ficción, uno de sus asuntos favoritos, referencias a clásicos, destellos melancólicos, sarcasmo bien dosificado, una aforística que no deja indiferente, que conmueve o mueve a pensar, que se graba y que permanece en el imaginario del lector por mucho tiempo. Un libro para paladear y al que volver una y otra vez.

Como dice en la introducción José Manuel Ruiz Martínez, Juan Varo busca explorar hasta sus últimos límites las posibilidades del género de modo consecuente a su carácter proteico y resistente a cualquier intento de ser acotado o definido. Y eso, paradójicamente, dado que el significado etimológico del aforismo es, justamente, definición.

Portada de 'La era espacial'

Portada de 'La era espacial' / Cuadernos del Vigía

Varo, profesor de Literatura en la Universidad de Granada y hombre de vasta cultura, juega en estos textos con la brevedad requerida del género pero se arriesga rompedoramente, es decir, a veces nos presenta un aforismo de larga extensión, un párrafo, por ejemplo, donde más que condesar una idea, la exhibe y la saca luego a bailar, haciéndole dar vueltas.

Íntimo

En ocasiones, el aforismo de Juan Varo, que recientemente ha publicado también 'Eclipse total', un libro de relatos, adquiere el tono de diario íntimo o confesional. Eso, combinado con los relámpagos que pueden hacerte caer de espaldas: «Con el cadáver de Pinocho hicieron un pequeño ataúd para enterrar su nada». Particularmente atractivo resulta cuando le dobla el lomo a la frase hecha: «El que a buen árbol se arrima debe tener cuidado con los pájaros que anidan en sus ramas». No desdeña, para nada, ahondar en nuestras contradicciones o miserias, en nuestra naturaleza real: «¡Cuánto te gustaría sacrificar un brazo por un ser querido y pasar el resto de la vida enseñándole el muñón!». «Los padres esperan con ansiedad que sus hijos hablen para decirles que se callen». «Cobarde no es el que huye. Cobarde es el que asiente». «Los españoles no son rebeldes si no desobedientes».

Un libro éste con el atractivo añadido de que su última parte, 'Las tiranías serviles', son aforismos inéditos. Un gran compendio. Lo decimos muy alto. Aunque, como él dice «no hay peor ciego que el que no quiere oír».

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