Balonmano

"Ojalá llegue a ser la mitad de jugador que ha sido Ortega"

rafael m. guerra. Málaga

En Algeciras comienza el sueño. El malagueño Víctor Hugo López se concentró ayer con la selección española para iniciar la preparación del Mundial. El lateral zurdo del BM Valladolid acude "ilusionado" a la llamada de Valero Rivera. Es su primera aparición en un gran campeonato dentro de un equipo renovado tras el bronce olímpico.

Acaba de cumplir 26 años, pero ya suma siete en la Asobal, un título de Copa y varias apariciones con la selección. Antes de marcharse a Algeciras, y recién llegado de Londres, donde pasó unos días con Marta, su novia, Hugo, criado en Maristas, compartió con La Opinión, en plena calle Larios, sus inquietudes e ilusiones.

-Convocado para el Mundial de Croacia. ¿Lo esperaba?

-Tenía mis esperanzas al haber estado en las últimas listas, tanto de Pastor como de García Cuesta. Sabía que tenía mis opciones, porque había hecho una muy buena primera parte de temporada. Mi club, el Valladolid, también lo está haciendo muy bien, y eso siempre favorece. Es una gran alegría estar en la lista mundialista.

-¿Qué espera del Mundial?

-El objetivo para España es estar siempre arriba, luchar por estar entre los cuatro primeros, y pelear por la medalla. Luego, claro, habrá que tener en cuenta el momento del equipo, las lesiones, el cansancio, la confianza... Además, ésta es una selección muy renovada, con mucha gente joven.

-¿Y qué le pide a este 2009?

-Salud, porque es lo más importante. Estar a tope y olvidarme ya de la tendinitis del hombro izquierdo, que no acaba de desaparecer. Seguir creciendo como jugador. No hay que confiarse, porque siempre se puede ser un poquito mejor. Es lo que siempre nos dice Pastor, mi entrenador.

-Toma el relevo malagueño en la selección de Antonio Carlos Ortega. El listón está altísimo.

-Es demasiada presión, sí. No he hablado con él desde que jugamos en Antequera. Sé, porque leo siempre los periódicos de Málaga por Internet, que le concedieron una estrella en el Paseo de la Fama del Carpena. No me puedo comparar a él, sería una falta de respeto. Ojalá pueda llegar a ser algún día la mitad de jugador que él ha sido.

-¿Se ha planteado alguna vez volver a casa y jugar en un proyecto serio como el del Antequera?

-Nunca se sabe. En Valladolid estoy como en casa, aunque siempre se echa de menos a la familia, a la novia, a los amigos y a Málaga. Ahora estoy bien donde estoy, tengo unas metas muy elevadas, aspiramos a lo máximo. Quizá en unos años sí me lo plantee.

-¿Qué queda del Hugo que fue campeón de España juvenil con Maristas?

-Mucho. Tengo muy buena relación con todos. Tenía previsto ir mañana -por hoy- a la cena que todos los años hacemos, pero no he podido al estar con la selección.

-¿Por qué no tuvo éxito ese grupo al pasar a edad senior?

-Creo que en el colegio jugábamos por ilusión, compañerismo y amistad, y eso pasó a un segundo plano en el Summa Hoteles. Además, cuando despidieron a Juanjo Fernández -técnico del equipo- se apagó la chispa.

-¿Qué le diría al niño malagueño al que le apasiona el balonmano y quiere llegar a triunfar?

-En mi caso, lo más importante es el trabajo y la confianza. Hay gente con calidad que no necesita ir al máximo, pero yo tengo que exprimirme, jugar siempre al cien por cien de mi capacidad. Eso lo aprendí en Maristas. Es el legado que nos dejaron a todos.

-Dos veces internacional y, de pronto, un Mundial. ¿Le asusta?

-Al revés. Me motivan mucho más los partidos importantes y las canchas llenas de público.

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