Ndong se va a Senegal

La tranquilidad de la familia Ndong se vio perturbada hace un mes. Los ´amigos de lo ajeno´ atracaron su casa, un chalecito adosado de dos plantas, mientras el jugador del Unicaja, su mujer Svetlana y sus dos hijos pequeños dormían plácidamente. Por fortuna, nadie se percató del suceso mientras los ladrones se hacían con su botín, apenas unos relojes, varias joyas y una ínfima cantidad económica. Ni la televisión ni el ordenador portátil ni otros objetos de valor llamaron la atención de los cacos.

Ya por la mañana, cuando los cuatro comenzaban con la actividad diaria, saltó la alarma. ´Boni´ se dio cuenta de lo sucedido y de inmediato telefoneó al club. La policía registró la casa, tomó huellas dactilares e hizo su trabajo. Hasta el día de hoy, nada se sabe de los objetos sustraídos del domicilio del pívot del Unicaja.

El verdadero problema, al margen del tremendo susto, fue que los ladrones, en su huida, se llevaron los efectos personales del jugador, incluido su pasaporte. Por fortuna, quizá al percatarse de que la documentación no les servía, la arrojaron a la piscina. Con el consiguiente deterioro.

Tras una intensa labor de ´secado´, el pasaporte quedó bastante presentable, aunque la hoja vital, en la que se especifican los datos personales y se muestra la fotografía del ´center´, sí que se dañó. Tanto, que la embajada de Croacia puso muchísimos problemas para dar luz verde al visado de ´Boni´ a Zagreb. De hecho, el senegalés tuvo que desplazarse la pasada semana hasta Madrid para que le dieran el visto bueno.

Así que el club y el propio Ndong acordaron dar una solución al asunto. No es de recibo viajar por media Europa con el corazón en vilo por si el policía de turno pone impedimentos. O por si tal o cual embajada no quiere validar el visado del jugador. Y es que Ndong, al contrario de lo que mucha gente piensa, no tiene pasaporte alemán.

Su matrimonio con Svetlana, ciudadana germana aunque de origen asiático, le permite jugar como comunitario en la Liga ACB y en la Euroliga. Pero el cajista tiene una única nacionalidad, la senegalesa. Y por eso requiere de pasaporte y visado en cada viaje por Europa. Más aún si el país de origen, como Croacia, aún no pertenece de pleno derecho a la Unión Europea.

Así pues, antes del ´Top 16´, Ndong renovará su documentación. El día elegido para solucionar el embrollo es este próximo domingo. Por la tarde, una vez que finalice el Unicaja-ViveMenorca (12.30 horas), el africano tomará un vuelo rumbo a Dakar, la capital de su país.

Ndong llegará a casa en plena madrugada y espera agilizar todo el proceso, renovar el pasaporte el mismo lunes y regresar de inmediato a Málaga. Lo ideal, si todo saliera como está previsto, es que el jugador partiera esa misma noche y pudiera ejercitarse con el equipo el martes. Ésa es la teoría. Y ojalá pueda cumplirla. Porque el Unicaja estará preparando entonces el trascendental encuentro de Euroliga frente al Maccabi Tel Aviv.

El equipo de Aíto García Reneses se jugará el próximo jueves el liderato de grupo frente al conjunto israelí. Y la participación de Ndong se antoja muy importante. El africano está firmando una Euroliga sensacional y es uno de los mayores valores del Unicaja.

En persona. El africano tiene que ir personalmente hasta Dakar, en un largo viaje con escalas, ya que debe imprimir su huella dactilar en el nuevo documento. Una vez que lo haga ya podrá respirar tranquilo y no deberá estar pendiente de que ninguna embajada le obligue a desplazarse hasta la capital de España para comprobar su identidad. O que en la verificación de pasaportes, la policía le impida pasar.

De hecho, el Unicaja se puso en contacto con el Cibona para que un representante del club balcánico acudiera hasta el aeropuerto de Zagreb por si surgía algún inconveniente. El delegado del conjunto croata entregó, personalmente, el visado del jugador a los responsables policiales de su país, que no pusieron pegas. La historia quedará resuelta este lunes, aunque para ello, ´Boni´ Ndong deberá hacer un largo, pesado e inoportuno viaje en la previa a toda una final.