Auto moto

"Decían que estaba muerto, pero sabíamos que era mentira"

Sueño. Cristóbal Guerrero había dedicado dos años a preparar su participación en el Dakar.

Sueño. Cristóbal Guerrero había dedicado dos años a preparar su participación en el Dakar. / Reuters

i. lópez. Málaga

Se ha quedado en su casa, en Ronda, a la espera de noticias y para informar al resto de familiares y amigos. Ayer su madre, sus tres hermanos y otro familiar emprendieron el viaje a Santiago de Chile para estar junto a su padre, Cristóbal Guerrero, que se recupera en un hospital de las lesiones sufridas tras su grave accidente del martes en la décima etapa del Rally Dakar en Sudamérica.

Las últimas horas han sido muy duras, con infinidad de informaciones -algunas verdaderas y otras falsas- y con su padre gravemente herido y a miles de kilómetros de distancia. Pese a todo, él es optimista y asegura que correr en el Dakar era el sueño de su progenitor, por lo que todos en su casa le apoyaban con ilusión.

-¿Cómo se enteraron del grave accidente que sufrió su padre el martes?

-Recibimos la primera llamada de la organización de la prueba alrededor de las 16.00 horas y nos dijeron que había sufrido un grave accidente y que su estado era grave al haberse golpeado la cabeza. Nos dijeron que estaba siendo operado de urgencia a causa de un traumatismo craneoencefálico.

-¿Cómo fueron esos momentos en su casa?, ¿Qué se le pasó por la cabeza?

-Fueron momentos de muchos nervios y confusión. Lo cierto es que nos dimos un buen susto. Nosotros somos aficionados a las motos y sabemos que el Dakar es un rally muy duro, por lo que nos asustamos mucho, sobre todo al principio. Luego, con el paso de las horas fueron llegando noticias y supimos que dentro de la gravedad de la situación, mi padre mejoraba.

-¿Han estado informados en todo momento?

-La organización ha estado constantemente en contacto con nosotros. Lo cierto es que la única forma de que no nos volviésemos locos era teniendo información.

-Han sido horas muy difíciles para todos.

-Mucho. Lo peor fue hasta que recibimos la llamada en que nos informaron de que su vida no corre peligro pese a estar en coma. Habían llegado a decir en algunos medios que estaba muerto, pero sabíamos que era mentira. Desde la organización nos dijeron que no tiene afectado ningún órgano y que todo salió bien en la operación. Fue intervenido para colocarle un catéter en el cuello y otro en el interior del cráneo con el que se logró eliminar el edema causado por la acumulación de sangre en el cerebro.

-Su padre es una persona muy conocida en Ronda, supongo que su teléfono no habrá dejado de sonar.

-La gente se ha volcado mucho con nosotros. En el pueblo -Ronda- nos conocemos casi todos y la gente se ha interesado y el teléfono no ha dejado de sonar. estamos muy agradecidos por el apoyo y el interés.

-¿Cuándo hablaron con su padre por última vez?

-Ese mismo martes antes de la etapa, como cada día. Nos dijo una vez más lo contento que estaba de correr el Rally. Era un sueño para él pese a lo duro de la prueba. Nosotros teníamos la misma ilusión. Había preparado la carrera durante dos años y estaba cumpliendo un sueño. No todo el mundo tiene esa oportunidad.

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