Guerrero sigue grave y Sainz abandona

El piloto rondeño Cristóbal Guerrero, que sufrió un accidente el pasado martes mientras participaba en el Rally Dakar Argentina-Chile, sigue en estado grave, pero se mantiene estable en el Hospital de Copiapó, a unos 800 kilómetros al norte de Santiago, donde fue operado de un edema cerebral que le causó la caída que lo dejó en estado de coma.

Guerrero, de 48 años y que ocupaba la posición 76 en su primer participación en el Rally Dakar, también se ha visto afectado por una neumonía y fiebre, lo que los médicos atribuyen a que, tras caer de su moto, aspiró sus propios vómitos.

El doctor Omar Lutz, director del Hospital de Copiapó, donde Guerrero fue operado, dijo que el piloto podría tener secuelas a causa de las lesiones en el cerebro que le provocó la caída. Lutz dijo que el piloto permanece "conectado a un ventilador mecánico y en riesgo vital permanente", aunque reconoció que, a pesar de su gravedad, sus condiciones han mejorado levemente tras el accidente, pues "está estabilizándose".

El médico dijo además que Guerrero está en una condición de inestabilidad hemodinámica, lo que ha complicado su cuadro cardíaco y confirmó que está siendo tratado con antibióticos.

Las últimas informaciones de ayer apuntaban a que el motorista, que forma parte del Epsilon Team, podría ser trasladado a un centro hospitalario de Santiago donde se le puedan controlar mejor las alteraciones del ritmo cardíaco que padece.

Hasta la toma de esa decisión, el malagueño (natural de Ronda) permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital de Copiapó. La esposa y tres de los hijos del piloto partieron el miércoles hacia Santiago de Chile, donde tenían previsto llegar en la tarde de ayer.

Abandono de Sanz. El español Carlos Sainz (Volkswagen) volvió a ser presa del infortunio al verse obligado a abandonar en la duodécima etapa del Rally Dakar, en la que marchaba líder, mientras que Marc Coma (KTM) aguantó el ataque de Cyril Despres (KTM) y se mantiene líder sobre las dos ruedas. Los escasos 253 kilómetros cronometrados de la especial entre Fiambalá y La Rioja resultaron una trampa mortal para el madrileño, que vio esfumarse sus opciones de subir el domingo a lo más alto del podio de Buenos Aires al caerse por un barranco.

La lluvia había convertido las últimas dunas de la presente edición del ´raid´ en una peligrosa trampa, pero fue un error en el libro de ruta lo que acabó con las ilusiones de Carlos Sainz en el kilómetro 79.

La falta de señalización de un terraplén de cuatro metros echó al traste las opciones del bicampeón del mundo de WRC, que se cayó por dicho barranco, resultando herido en un omóplato su copiloto Michel Perin. Ambos tuvieron que ser evacuados al vivaque de Fiambalá en helicóptero.

Horas después Sainz mostró su decepción tras el accidente y aseguró que merecía ganar el rally. "Íbamos hacia un ´way point´ (punto de paso obligatorio), quizás un poquito hacia la derecha, pero ya lo teníamos perfectamente localizado; y había un río seco que no estaba señalizado y nos hemos caído cuatro metros para abajo. Estoy decepcionado y disgustado", explicó.

Según Sainz, una mala indicación del libro de ruta fue la causa del accidente, que le llevó a cruzar el río por el sitio equivocado y que, además, estaba señalizado con una señal de peligro 2 (peligroso), cuando a su juicio debería haber sido 3 (extremadamente peligroso).

Sainz, con seis victorias en las diez etapas disputadas, lideraba la categoría de coches con una ventaja de 27:31 minutos sobre el estadounidense Mark Miller (Volkswagen). Su retirada permite a su compañero de equipo Giniel de Villiers, vencedor de la etapa de ayer, auparse al liderato. El sudafricano aprovechó los errores de conducción de Miller para ponerse al frente en el tramo final y llegar con el mejor registro a La Rioja.

Por otra parte, Nani Roma, único Mitsubishi oficial en carrera, sufrió serios problemas mecánicos. Además, al final del día la organización del rally decidió neutralizar la duodécima etapa en kilómetro 175 por dificultad con las dunas.