Un Málaga de ensueño golea al Espanyol (4-0) y cierra la mejor primera vuelta de su historia

Recuerden cada partido, cada gol y cada victoria de este equipo como si fuera la última. Canten cada cántico de La Rosaleda como si se les fuera la vida en ello. Memoricen cada jugador como si no lo volvieran a ver. Porque este Málaga ha nacido para la gloria. Está escrito en su destino y se ha convertido desde ya en historia viva. Los de Tapia suman 31 puntos en la primera vuelta y se codean de esta forma con los grandes de España. A este ritmo puede incluso que se juegue los ´cuartos´ con los grandes de Europa la próxima campaña, ya que su proyección así lo demuestra. Impresionante.

Ayer, casi sin despeinarse, consiguió su enésima victoria esta temporada y con goleada incluida. El ´Bokerón Mecánico´ volvió a hacer acto de presencia a lo grande. Volvió a poner a La Rosaleda patas arriba con un despliegue ofensivo inigualable y cerró el círculo de la primera vuelta de la mejor forma posible. ¡Qué equipazo!

Ahora el Málaga ha dejado de ser el rey de los pobres para convertirse en humilde entre los ricos. Ésa parece la tesitura a partir de ahora. ¿Qué es mejor cabeza de ratón o cola de León? El tiempo y este equipo lo dirán a base de bien. No se lo pierdan porque el objetivo promete.

Y es que ni el peligro de un equipo con urgencias como el Espanyol sorprendió al Málaga. Este equipo está blindado ante posibles confianzas y buena parte de culpa la tiene Tapia, que ha conseguido que sus jugadores sigan teniendo los pies en el suelo.

Ayer los argumentos de los protagonistas cambiaron tras la victoria. No se puede vivir de espaldas a la realidad y el Málaga, casi sin querer, se ha metido en la lucha por entrar en Europa.

Comienzo dubitativo. Y eso que ayer no fue su mejor partido. Impreciso y lento como un buque muy pesado comenzó el Málaga. Sus defecto era la capacidad de maniobra, su virtud la providencia en el golpeo. Por eso, en la primera clara que tuvo, la mandó a la red. Quizás no era merecedor en los primeros 45 minutos de tan preciado tesoro, pero este equipo está en racha y ha encontrado el secreto del fútbol para hacer lo mínimo y conseguir lo máximo.

Por ello, en la primera combinación de calidad que tuvo el equipo en ataque, la enchufó Adrián, que ayer sí encontró la recompensa del gol a su gran calidad y trabajo, aunque acabó lesionado y estará seis semanas fuera.

No llegó antes el permio del gol en parte porque el Málaga jugaba ayer cojo por momentos. La banda derecha, muy mermada, no daba sus frutos en ataque. Eliseu estaba bien frenado y Manolo, aunque impetuoso y entregado hasta la extenuación en defensa, acusaba la falta de ritmo en el campo rival.

Pese a todo, el equipo probó a Kameni en los primeros minutos. Baha (8´) y Calleja (10´) demostraron que el portero camerunés no pasa por su mejor momento.

Los de Tapia, entonces sí, decidieron dejar a la suerte el resultado. Se enfrascaron en batallas que no llevaban a ninguna parte y sólo la ansiedad periquita sirvió para que los visitantes dieran un paso al frente. Luis García, hasta en dos ocasiones (24´ y 26´), puso el miedo en la grada. Luego fueron Moisés (32´) y Sergio Sánchez (33´) los que terminaron de avisar al Málaga de que las tornas tenían que cambiar si querían ganar.

Y así fue. El Málaga golpeó con una gran triangulación entre Eliseu, Apoño y Adrián como ejecutor (34´). 1-0 y el partido cuesta abajo.

Derroche de goles. La segunda parte fue más de lo mismo. El Málaga, gracias a un Adrián galáctico, se encontró con un penalti a favor. Otro jugador que estuvo ayer a otro nivel, Apoño, lo ejecutó con maestría tal y como viene haciéndolo esta campaña donde no ha fallado ninguno de los cinco penaltis que ha lanzado. El 2-0 (56´) hizo levitar a la grada blanquiazul, que casi podía tocar el cielo con sus vítores y cánticos.

El Málaga jugaba a placer y el espectáculo, salvo jugadas aisladas de Adrián, estaba en la grada. Del Espanyol, poco que decir. El conjunto catalán acusa demasiado las ausencias de sus estrellas y o mucho cambian las cosas, o el nuevo feudo de los periquitos se estrenará en otra categoría. En la segunda parte sólo un tiro al larguero de Valdo (70´). Poco más y el Málaga ya está a 16 puntos de ellos.

Lo peor del partido, sin duda, ocurrió en el 77´ cuando Adrián, en una de sus galopadas, se rompió. Una rotura de fibras le privará de seguir demostrando su magnífico nivel durante seis semanas.

Pero aún hubo tiempo para más. Baha se fabricó un penalti que él mismo transformó (89´) tras mandar repetir el árbitro. Pero Albert Luque también requirió su dosis de protagonismo al cerrar una noche perfecta con su ´golito´ (92´).

Puede que el 4-0 fuera demasiado castigo para el Espanyol, pero el Málaga ha puesto la velocidad de crucero y así es difícil pararlo. La permanencia ya es un objetivo menor para estos jugadores. Europa espera. El Málaga, también.

4.- Málaga CF: Goitia; Manolo, Cuadrado, Hélder, Calleja; Duda (Nacho, m.71), Apoño, Lolo, Eliseu; Adrián (Alberto Luque, m.78) y Baha (José Juan Luque, m.86).

0.- Espanyol: Kameni; Sergio Sánchez, Jarque, Lacruz, Chica; Rufete (Valdo, m.65), Moisés Hurtado, Sielva (Coro, m.56), Román, Nené y Luis García.

Goles: 1-0, M.35: Adrián. 2-0, M.56: Apoño (de penalti). 3-0, M.84: Baha (de penalti). 4-0, M.90: Alberto Luque.

Árbitro: Ayza Gámez (Comité Valenciano). Mostró tarjeta amarilla a los jugadores del Espanyol Moisés Hurtado (m. 56), Jarque (m. 83) y Coro (m. 89).

Incidencias: Partido correspondiente a la decimonovena jornada de Liga de Primera División disputado en el estadio de La Rosaleda de Málaga ante unos 25.000 espectadores.