Baloncesto

El morbo lo pone la fusión

rafael molina guerra. málaga

Si del baloncesto dependiera la sede de la hipotética fusión entre Unicaja y Cajasol, la decisión estaría meridianamente clara: Málaga. La Costa del Sol sería el eje de la nueva entidad financiera. Y no haría falta ni mociones de PSOE ni PP, ni siquiera de la Diputación de Salvador Pendón. En Málaga estaría la central de la caja, el equipo de básket y hasta las máquinas para fabricar billetes de euro. Porque la diferencia entre Unicaja y Cajasol -hablamos de baloncesto- es sideral. A día de hoy son dos polos opuestos.

Sólo echar un vistazo a la clasificación despeja cualquier duda. El Cajasol es colista destacado. El último de la Liga ACB. Por méritos propios, además. Tan sólo ha ganado dos partidos. Y ya ha jugado 17. Complicado hacerlo tan mal contando con uno de los 10 mejores presupuestos del torneo.

Pero los resultados en deporte no son directamente proporcionales a la inversión realizada. Por suerte. Hay que arriesgar con sapiencia, componer un equipo ganador, conseguir un proyecto consolidado y tener suerte: que la pelotita entre en el aro. Y esta campaña, por segundo año consecutivo, a los sevillanos no le están saliendo bien las cosas. Lo dicho, no hay más que darse un paseo por la tabla clasificatoria, donde el Unicaja es tercero.

Ha estado más arriba el equipo costasoleño en ésta, la campaña de la renovación. Pero ahora es tercero. A domicilio, el equipo no acaba de funcionar. Y por ahí se le va la fuerza. Pero el encuentro de hoy será en el Martín Carpena. La sede, al menos esta noche, girará en torno a Málaga. Y un encuentro ante la ´marea verde´, como diría el malogrado paisano Juanito, es ´molto longo´.

Seguro que hoy en el palco habrá un trasiego muy especial de políticos, directivos y consejeros de la caja, ávidos por ver cómo el Unicaja le hinca el diente al Cajasol. Algo que, en cualquier caso, no será nada fácil. Nunca es sencillo ganar en esta competida e igualada ACB. Aunque el equipo de delante sea el último.

Un dato lo dice todo. De las dos únicas victorias del Cajasol este año, una se produjo a domicilio. ¿Adivinan dónde? Pues fue en Madrid, en Vistalegre, donde el Unicaja cayó masacrado el domingo, con una virulencia fuera de lo común. Mordió el polvo el equipo de Aíto García Reneses. Y lo hizo a lo grande. Como pocas veces lo ha hecho esta temporada.

Por eso urge una reacción. Perder se puede perder. Pero no de esa forma. Y menos en plena ascensión a ese ´Tourmalet´ que deberá escalar el Unicaja fuera del Carpena a partir de ahora. El Madrid encendió la mecha, y ahora habrá que visitar a Tau, DKV Joventut, Pamesa, CAI y Barcelona. De manera consecutiva.

García Reneses vuelve a tener disponible a toda la plantilla. Algo que, por suerte, ya ha dejado de ser noticia tras la plaga de lesiones. Estarán todos, salvo Alfonso Sánchez. Al joven canterano aún le quedan un par de semanas más para comenzar a entrenarse con el equipo. De aquí a un mes podría vestirse de corto para disputar algún minutito.

La cita será esta noche, con las cámaras de Canal Sur 2 de por medio, y habrá baloncesto y morbo a partes iguales.

Los hispalenses llegan con el cartel de víctimas grapado en la frente. Ése será, lógicamente, el papel que jueguen esta noche. Pedro Martínez, el entrenador del Cajasol, dejó ayer claro: "Estamos lejos del Unicaja, porque ellos ahora mismo están a otro nivel. Cuando juegan terceros contra últimos está bien creer en las utopías, pero la realidad es la que es".

Habrá que estar muy atentos y salir al máximo nivel desde el salto inicial, como se ha hecho en los nueve años anteriores en Málaga. En esta última década, el Cajasol -ex Caja San Fernando- ha caído siempre en territorio verde. Hace dos años, de manera sonrojante: 98-50. La última victoria sevillana en Málaga data del 6 de septiembre de 1998: 71-72. Los aros, entonces, seguían siendo redondos. Ni se hablaba de fusiones.

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