Baloncesto

Corazón, ímpetu, gran Paulao, final reñido... y derrota (ante el Tenerife)

Una fiera. Paulao Prestes se comió con una pizca de mojo picón a Lamont Hamilton. la opinión de tenerife

Una fiera. Paulao Prestes se comió con una pizca de mojo picón a Lamont Hamilton. la opinión de tenerife

rafael m. guerra. Málaga

La película de Tenerife ya la habíamos visto antes. Y no gracias a la tele, que ayer dejó el partido ´colgado´ a mitad del segundo cuarto, sino por internet y a tenor de lo sucedido en Torre de Benagalbón viernes sí y viernes no. Un equipo que pelea, que lucha con garra, coraje y tesón, que es irregular, que va y viene, que le pone las cosas muy difíciles a un rival siempre superior -sobre el papel-, con jugadores ACB, más veteranos y rodados, más ´perros´. Un jugador, Paulao Prestes, sobre el que gira todo un equipo. El alma mater de un proyecto, uno de los ejes de una cantera. Y un partido igualado, con ventajas y desventajas que suben y bajan, que están y desaparecen. Y al final, siempre -o casi siempre-, derrota en un final apretado.

Es la historia de este Clínicas Rincón. Un equipo que nunca defrauda, que se deja siempre la piel, que ha sorprendido a todo el baloncesto español con una primera vuelta para enmarcar en esta LEB Oro; y que anoche, ya de madrugada, ante el Tenerife Rural, volvió a rozar la proeza. Esta vez, de nuevo, salió cruz. Lo de Melilla fue un vil espejismo. Otra vez con cara de tontos, pero con la conciencia tranquila, las manos limpias y el corazón encogido por lo que pudo haber sido. Una verdadera lástima.

Esta vez el Clínicas de Paco Aurioles no aguardó hasta el último cuarto. La pájara final se adelantó al tercer parcial. Entonces, con la máxima ventaja del partido a su favor (44-51), el equipo se volvió loco. Los de la Axarquía encajaron un parcial de 22-5 y se marcharon al acto final con 10 puntos abajo: 66-56. El filial cajista había tirado por la borda veintitantos minutos de despiadado trabajo.

Claro que, como sucede siempre que el Clínicas está en la pista, el encuentro no estaba acabado. Ni mucho menos. Si en ese tercer parcial todo salió cruz -incluida la dirección de partido-, luego el equipo resucitó. Rai, perdido para la causa, se echó el equipo a sus espaldas. Abrió el campo con sus penetraciones y se llegó a un final de infarto: 83-80. Último minuto.

Lamentablemente, el Clínicas se empeñó en hacer faltas tontas y evitables, y regaló tiros libres a un Tenerife que ya es segundo, con una pareja de jugadores (Boccia-Antelo) muy superior al resto. Ese paso por caja se saldó con un goteo de tiros libres que imposibilitó el milagro. Al final, 88-84.

El encuentro y la temporadita de Paulao Prestes invitan a una reflexión. En éste, en el que iba a ser el año del cambio en el Unicaja, cuando por fin se iba a mirar a la cantera, ¿por qué demonios el pívot brasileño aún no ha debutado con Aíto García Reneses?

Vale que, por su condición de extracomunitario, no pueda jugar en la ACB. Pero, ¿qué pasa en la Euroliga? A Aíto no le ´mola´ Faverani. Pero Paulao, a pesar de sus problemas atléticos, podría comenzar a aparecer ya en el Unicaja. Al menos eso fue lo que se vendió en éste, el año de la cantera.

Tracking Pixel Contents