Baloncesto

Manolo Rubia podría dejar la selección

emilio fernández. Málaga

Sus allegados no acaban de creérselo. Quizás porque sea reincidente, pero Manolo Rubia, delegado cajista y también de la selección, tiene previsto abandonar su puesto en la Federación Española de forma inmediata. Es más, su presencia en el Eurobásket de Polonia del próximo verano está descartada a día de hoy, aunque la FEB hará todo lo posible por convencerlo una vez más.

El caso es que Rubia podría aprovechar el anuncio del fichaje de Sergio Scariolo como seleccionador español, durante la próxima Copa del Rey de Madrid para comunicarle oficialmente al presidente de la FEB , José Luis Sáez, su intención de dejar de ser el delegado del equipo nacional.

En la FEB ya saben de forma oficiosa que Manolo no quiere seguir, pero confían en que recapacite y convencerlo en las próximas semanas. Según pudo saber ayer La Opinión de fuentes federativas, Sáez podría ofrecerle incluso algún tipo de cargo paralelo al de delegado para intentar que Rubia se replatée su decisión inicial, aunque parece que el malagueño, esta vez, lo tiene claro.

El delegado cajista es un ´loco´ del básket. Es de esos privilegiados que disfruta con su trabajo. Pero del otro lado de la balanza está la familia. Son ya muchos años consecutivos fuera de casa. Manolo se siente algo cansado y con necesidad de estar más tiempo con su mujer y sus dos hijas.

Rubia no tendrá fácil tomar la decisión final de abandonar la FEB, además, por la presencia de Sergio Scariolo como seleccionador. Aunque el italiano no ha sido anunciado oficialmente, sí habrían podido ya ambos mantener alguna conversación informal sobre esta cuestión. Scariolo le habría pedido que se quede en el equipo y vuelvan a compartir banquillo tras la experiencia del italiano en Málaga. Un motivo más para que el delegado malagueño se lo piense.

Rubia tuvo un primer amago de dejar el cargo hace ahora dos temporadas. Durante la disputa de la Copa del Rey de Málaga 2007 saltó la noticia de que se ´jubilaba´ de la FEB. En aquella ocasión, fue el presidente en persona, José Luis Sáez, el que convenció a Rubia de la necesidad de que siguiera en el cargo. El delegado cajista se lo replanteó y acabó dando marcha atrás. Ahora parece otra vez decidido a dejarlo y cambiar las concentraciones y los partidos por viajes de placer con su familia. La solución final es cuestión sólo de unas semanas.

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