El piloto valenciano Héctor Barberá ha sido imputado por un delito contra la seguridad vial después de ser sorprendido conduciendo el vehículo de un amigo con una tasa del alcohol tres veces superior a la permitida. Una patrulla de la Policía Local de Valencia detuvo al deportista, de 25 años, el viernes de madrugada tras detectar como minutos antes dos vehículos –un Opel Astra y un Porsche Cayman– circulaban a gran velocidad saltándose varios semáforos en rojo, según ha podido saber este periódico de fuentes conocedoras de lo ocurrido.

Ambos vehículos, uno de ellos conducido por Barberá, fueron localizados en torno a las 3.45 horas del viernes en la plaza Zaragoza de Valencia, donde se saltaron un primer semáforo en rojo. Según consta en diligencias policiales, estos dos coches circulaban «efectuando movimientos de zigzag como si estuvieran realizando una carrera».

Una patrulla de la Policía Local de Valencia intentó dar el alto a dichos vehículos, pero ninguno de ellos se detuvo y siguieron circulando haciendo caso omiso a las señales luminosas de los semáforos. Finalmente los policías consiguieron darles alcance a la entrada del aparcamiento de una discoteca en la autopista del Saler.

En uno de los coches, modelo Opel Astra, circulaba Héctor Barberá con un amigo y el segundo, un Porsche Cayman, era conducido por otro joven. Tanto el piloto de motos como el otro conductor presentaban síntomas evidentes de encontrarse bajo los efectos del alcohol, por lo que le realizaron la pertinente prueba.

Según las fuentes consultadas, Barberá dio una tasa de 0,60 miligramos en aire expirado, casi el triple de la permitida, por lo que se procedió a su detención. Asimismo el conductor del otro coche dio también positivo con una tasa de unos 0,30 miligramos. En este caso, al no ser considerado delito, únicamente se le impuso una sanción administrativa y la retirada de puntos.

Este diario se puso ayer en contacto con el piloto de Pramac Racing para saber su versión sobre lo sucedido. Barberá negó en un primer momento que fuera él quien conducía el coche y que sólo lo cogió un momento para que no se lo llevara la grúa. «Pensaba que no iba a dar positivo, estaba consciente», alegó el subcampeón de 125 cc y 250 cc.

Asimismo, argumentó que esa noche habían ido a celebrar el cumpleaños de un amigo y que en torno a las 23.00 un coche le golpeó por detrás inutilizando la rueda trasera de su Ferrari. Es por eso que luego iba en el Opel Astra de su amigo.

El piloto valenciano reconoce que se había tomado una copa pero que sólo cogió el coche cuando le hicieron la prueba a su amigo para que la grúa no se llevara el Opel Astra, del año 99. «Lo hice por mi amigo», manifestó Barberá, quien achaca su detención a que «el policía le tiene manía».

No obstante, fue precisamente el otro ocupante del turismo el que terminó llevándose el vehículo tras dar negativo.