Tres goles en los últimos cuatro minutos condenaron de la manera más dolorosa posible a un Atlético Malagueño que, pese a jugar una hora en inferioridad, había mantenido su puerta a cero hasta el minuto 89. Y lo había hecho con valentía, como la semana anterior, frente a un UCAM Murcia que aspira al ascenso.

La escuadra visitante se encontró con todo de cara a partir de la expulsión, por roja directa, del central local Ian Soler. Pero la falta de pegada propició que los pupilos de Munitis cedieran ocasiones a los canteranos malaguistas. Deco estuvo a punto de romper la igualdad inicial, pero su disparo se estrelló en el larguero.

Los murcianos lo intentaban al contragolpe, pero ni Onwu, que logró un doblete al final, entre los minutos 89 y 91, ni el habilidoso Isi Ros lograban romper la férrea defensa planteada por Manolo Sanlúcar. La mejor ocasión visitante también se toparía con el travesaño, cuando Britos lo intentó de disparo fuerte ante la meta defendida por Samu Casado.

Tras la reanudación las fuerzas se equilibraron y no hubo un dominador claro ni ocasiones de peligro. Ramos forzó una gran estirada de Curro Harillo con poco tiempo por delante para la conclusión y ahí despertó el cuadro universitario. Una gran acción de Colinas fue aprovechada al primer palo por Onwu al filo del tiempo de descuento. Y sólo dos minutos más tarde Migue, esta vez por la banda izquierda, colgaba el esférico para que el propio Onwu dictara sentencia.

Con tres minutos sobre el minuto 90 y en pleno descontrol en la zaga malaguista, el visitante Hicham disparó desde unos 20 metros para batir al arquero Samu por toda la escuadra. Fue un excesivo castigo para un filial que una semana más dio la cara sin premio alguno.