Puede que Alejandro Davidovich no vuelva a tener tan cerca, en mucho tiempo, una final ATP como la tuvo este sábado en el Millennium Estoril Open, cuando dominaba al uruguayo Pablo Cuevas en el tercer y definitivo set. O quizá sí, porque lo que ha demostrado el joven de 19 años es que el futuro depende de él. El tenista malagueño, que ha ganado en Estoril su primer encuentro en un torneo de ATP, había conquistado el primer set por 6-3 desplegando un juego impetuoso, dominando en la pista, con un drive endiablado y un revés a dos manos que no encontró oposición. Entre dejada y dejada, Davidovich se apuntó la primera manga.

Cuevas impuso su veteranía en la segunda, cuando Davidovich comenzó su calvario. Ha sido una larga semana para él. Jugando la previa del torneo, entrando en el cuadro final, con una tensión descomunal y derrotando a jugadores de elite, como los franceses Jeremy Chardy y Gael Monfils. Con 2-4 abajo en el segundo set, Alejandro tuvo que pedir que interviniera el fisioterapeuta del torneo, porque el abdomen derecho no le permitía desplegar su tenis.

Cuando los servicios médicos se marcharon, un Davidovich muy desconcentrado cedió el set por 2-6, permitiendo además que Cuevas abriera el tercero. Y entonces, a pesar de sus problemas físicos, el jugador malagueño desplegó de nuevo su mejor tenis. Y llegó a ese momento que jamás olvidará, cuando tuvo tan cerca el partido y la final. Ganaba por 2-1 con 40-30 a su favor, pero envió un golpe a la red, luego cometió doble falta y se le fue el punto. Fue el principio del fin para él. Luego se quejó de un calambre en el muslo izquierdo, en la zona de los isquiotibiales. Davidovich acabó jugando cojo, lanzando bolas detrás de la línea y tirado en el suelo, con el público puesto en pie reconociendo el bravo esfuerzo del jugador malagueño, que acabó cediendo la tercera manga y el encuentro por 6-3, 2-6 y 2-6. Una pena que el físico no le aguantara más, porque tenía el partido muy bien enfilado.

Sea como fuere, la experiencia para él ya es brutal. Dará un buen salto en la ATP, donde ahora ocupa el puesto 167, y llegará a Madrid con galones, tras recibir una invitación. Debutará ante Richard Gasquet.