Segunda goleada en contra para un UMA Antequera, que sigue atascado en ataque. El tanteo de 5-1, cosechado en su visita al Palacio de los Deportes de Cartagena, lo dice prácticamente todo. Dos dianas consecutivas, nada más empezar, encarrilaron el compromiso para un Jimbee que no dejó entrar en este choque a la formación que comanda Manuel Luiggi Carrasco «Moli».

El técnico del cuadro antequerano añadió y quitó piezas, cambió de estrategias y ni aún así consiguió encontrar fisuras en la zaga local. Sin opciones, porque Solano y Juanpi se empeñaron rápidamente en poner cuesta arriba el partido, los malagueños al menos tomaron minutos en una máxima categoría que ya muestra lo difícil que será alcanzar la permanencia.

El pívot cordobés no tardó en abrir en el primer minuto el tanteo. Y dos más tarde, el mazazo lo subió Juanpi. Un duro golpe del que intentó reponerse el equipo verde con el avance del primer tiempo, pero encajó no obstante otra diana, obra de Andresito. En la segunda parte, con todo en contra, Fernández y Waltinho anotaron dos goles más y Álex Fuentes colocó el 5-1 definitivo en los últimos lances.

Aprender de nuevo de la derrota, hacer borrón y cuenta nueva de cara a mejorar las prestaciones en pista en la próxima jornada, son algunas de las premisas que van a tener que grabarse a fuego los de Moli. El preparador del cuadro antequerano fue además protagonista justo en el arranque del duelo, al recoger el galardón al Mejor Entrenador de Segunda División durante la temporada 2019/2020. Este reconocimiento de la Liga Nacional de Fútbol Sala es un premio añadido al histórico regreso a la máxima categoría, culminado justo después del confinamiento.

Después de esos aplausos iniciales para Moli, la falta de concentración marcaría ya casi definitivamente el choque. Esos primeros lances destrozaron definitivamente los planteamientos del equipo visitante. Solano, en ese primer minuto, batió a Conejo con su potente zurdazo y abrió una cuenta goleadora que no tardó en añadir un nuevo nombre. Juanpi fue el siguiente que superó al portero de Coín. El 10 local encaró en banda, se generó un espacio suficiente para armar la pierna y colocó la pelota en el ángulo superior de la portería. Dos golpes muy seguidos que dejaron tocados al plantel verde.

Miguel buscaría levantar a sus compañeros, ejerciendo su papel de líder, con dos derechazos que atajó Chemi. Hubo esa reacción imprescindible para buscar el equilibrio, pero cuando parecía que podría cambiarse ese escenario inicial, Andresito se encargó de subir un nuevo tanto al luminoso.

El ala cordobés sorprendió a Conejo con un zurdazo cruzado. El guardameta tocó la pelota sin poder evitar que acabara en el fondo de las mallas. Era un muro ya demasiado alto para soñar con la remontada.