El excanterano malaguista Raúl Baena difícilmente podrá olvidar el pasado verano. Con 31 años de edad, a finales de la pasada campaña y aún como integrante de la plantilla del Atromitos griego, el Málaga CF se dirigió a él con la firme intención de que se uniera al conjunto que lo vio crecer futbolísticamente hasta que como alevín fue adquirido por el FC Barcelona. Era el sueño que siempre había tenido, el de acabar su carrera «en casa».

Sin embargo, tras rechazar varias ofertas que tuvo a lo largo del mercado estival, explica resignado que se cansó de esperar a la entidad blanquiazul. Ahora, no obstante, es feliz en su nuevo destino: Hong Kong, donde acompañado por su esposa e hijo disfruta de las fiestas navideñas. ¿Volverá a Martiricos como futbolista? «No me lo planteo, me retiraré como jugador aquí», sostiene el mediocentro torroxeño sin ocultar su decepción sobre lo sucedido en verano.

«Fue un mercado complicado. Cuando me llamaron del Málaga me advirtieron de que tenía que darse alguna de las dos circunstancias que al principio impedían confirmar mi fichaje. Pero me daban bastantes esperanzas, con toda la ilusión que me hacía volver a casa, al club donde jugué de pequeño, de que incluso podrían darse las dos circunstancias», asegura el mediocentro axárquico.

«El caso es que cuando se dio una de ellas no se volvieron a poner en contacto conmigo», indica el futbolista que disputó sus cuatro primeras campañas en Primera en las filas del Espanyol y que luego llegó a enlazar otras cuatro temporadas más en el Rayo y el Granada CF.

El cuadro nazarí lo cedió luego al Melbourne Victory australiano, donde hace dos años tuvo la oportunidad de descubrir esa Champions asiática que ahora podrá volver a jugar con la camiseta del Kitchee, principal club de Hong Kong.

«Acepté venir aquí porque me recomendaron otros compañeros este equipo al cien por cien. Pero además, al conocer que el club me iba a hacer jugador franquicia, saber que era tan valorado, ya todo se agilizó. Si te sientes así de querido y valorado, más ganas te entran de llegar a un sitio así», apunta. No obstante, aún hubo que dar el «sí quiero» en España, antes de embarcarse hacia su nueva aventura futbolística, como agrega.

«En las circunstancias actuales sólo se puede entrar aquí con un contrato de trabajo. Como no estaba casado y la intención nuestra era la de estar todos juntos, con mi mujer y mi hijo, tuve que agilizar al máximo los trámites urgentes para casarnos. Ahí hubo implicada mucha gente y a todos estaremos siempre muy agradecidos por facilitarnos todo. Y también al club, por esperarme», relata.

Por si algo le faltaba al mercado estival, antes de recibir la oferta de Hong Kong, Baena estampó su firma por una escuadra de Arabia Saudí. «Cosas del fútbol, pasó algo con el intermediario y se fue al traste la operación», aclara.

Estas circunstancias le han llevado a no cerrar este nuevo destino asiático hasta hace pocas semanas. En este punto agradece las facilidades a quienes han contribuido a que se mantenga en forma en su localidad natal: «El presidente del CD Torrox, Rafael Cuenca, mi profesora de pilates, Lorena Martín, mi podóloga, Celia Cortés, el edil de Deportes, José Manuel Fernández, y Juan José Bautista, responsable en Nerja».