Los Angeles Lakers salieron hoy vivos por los pelos de un partido muy enrevesado y lleno de trampas frente a los Cleveland Cavaliers (108-115) gracias a un LeBron James gigantesco que destrozó a su exequipo con 46 puntos (19 de 26 en tiros, 7 de 11 en triples).

James aportó también 8 rebotes, 6 asistencias, 2 tapones y 2 robos en esta actuación monumental que permitió que los Lakers sigan invictos a domicilio en lo que va de temporada tras encadenar diez triunfos consecutivos.

Los angelinos continúan al frente de la Conferencia Oeste con 14 victorias y 4 derrotas, que es el mejor registro de la liga.

En línea con el poco brillante partido de su equipo al margen de James, Marc Gasol tuvo una noche gris con 2 puntos, 3 rebotes y una asistencia en 10 minutos sobre la cancha.

El español se vio muy mermado desde el principio, ya que sumó su tercera falta cuando solo se habían jugado disputado tres minutos del primer cuarto.

Los Lakers, que sufrieron en gran parte del encuentro frente a unos muy combativos Cavaliers, tuvieron muy poca lucidez en ataque, algo que ejemplificó Anthony Davis (5 de 16 en tiros) y también su pobre efectividad desde el perímetro (10 de 32 en triples entre todo el equipo).

Por parte de los Cavaliers, que se quedan ahora con 8 partidos ganados y 9 perdidos, sobresalió Andre Drummond, quien dominó a su antojo la zona con 25 puntos (11 de 21 en tiros) y 17 rebotes.

Nada indicaba al principio del encuentro que los Lakers iban a sufrir tanto, ya que en el primer cuarto James soltó una buena carga de artillería (17 puntos, 4 de 5 en triples) para marcar las primeras diferencias (23-33).

El segundo parcial continuó de manera plácida para los de púrpura y oro, con ventajas que oscilaban entre los diez puntos, aunque poco a poco Drummond fue imponiendo su ley en la pintura (a mediados del segundo cuarto ya había logrado un doble-doble).

Un triple acrobático de Cedi Osman sobre la bocina ajustó un poco el marcador antes del descanso (58-65) y otros dos tiros de tres consecutivos del alero nada más empezar la segunda mitad le dieron la vuelta al partido (70-69).

Los Cavaliers empezaron a creer en que la sorpresa era posible mientras que los Lakers, que solo anotaron dos tiros de campo en los primeros seis minutos del tercer parcial, se hundían en ataque entre imprecisiones, falta de puntería y errores de concentración.

El esfuerzo y la entrega de Montrezl Harrell sostuvieron a los Lakers antes del cuarto parcial (89-87), donde James dijo basta y dio un sonoro golpe en la mesa.

Con 21 puntos en el último cuarto, incluidos tres triples (uno de ellos casi desde el medio de la cancha), James rescató de forma magnífica a los suyos y rindió así un tributo muy anotador a Kobe Bryant, de cuya muerte se cumple el martes un año.