Baloncesto femenino

Yolanda Florido se rompe el ligamento de la rodilla y dice adiós a la temporada

La jugadora malagueña del Alderson Broaddus University de la NCAA2 americana se opera mañana en Marbella

Yolanda Florido posa con la camiseta de Alderson Broaddus University de la NCAA2. | LA OPINIÓN

Yolanda Florido posa con la camiseta de Alderson Broaddus University de la NCAA2. | LA OPINIÓN / Emilio Fernández

Emilio Fernández

Emilio Fernández

Mala suerte para la base-escolta malagueña Yolanda Florido. La jugadora del Alderson Broaddus de la NCAA2 estadounidense se lesionó de gravedad el pasado 20 de enero y tras varias semanas de espera y un viaje a España que duró más de 3 días, este martes por fin pasará por el quirófano para restaurar la rotura en el ligamento cruzado de su rodilla derecha.

Florido, estudiante de ADE y Márketing en la Universidad de West Virginia, recuerda perfectamente el día de su lesión. «Fue en un partido contra Frostburg State University. Noté que la rodilla se me fue hacia fuera y también un crujido. Me atendieron, pero no me dolía y quise seguir jugando, pero me volvió a pasar y ya me salí de la pista», explica.

El diagnóstico final de su lesión tardó algunos días. «Me hicieron una resonancia. Casi dos semanas tardaron en darme los resultados definitivos. Cuando me dijeron que tenía que operarme, tenía claro que quería hacerlo en Málaga, para recuperarme en casa, junto a mi familia, y volver a tope la próxima pretemporada», dice Yoli.

La jugadora malagueña regresó a España hace un par de semanas en un viaje que se convirtió en una verdadera odisea. De hecho, lo que debería haber sido poco más de 20 horas de viaje se convirtieron en 73, con problemas de todo tipo y la necesidad, por ejemplo, de realizar un segundo PCR, al haber caducado el primero, con el que debería haber salido de EEUU y llegado a Málaga si los enlaces aéreos no hubieran fallado.

«La verdad es que la vuelta a casa fue muy complicada. Me pilló una tormenta en Charleston, por lo que llegué con retraso a Miami y perdí el enlace que tenía Miami-Madrid-Málaga. En Miami me dieron la opción de otro vuelo 32 horas después o un Miami-Frankfurt-Málaga, el problema es que mi PCR expiró y tuve que hacerme otra. El caso es que salí a las 13:45 del jueves de Pittsburgh y llegué a Málaga el domingo a las 21 horas, más de 3 días viajando. Yo creo que nadando habría tardado menos», asegura entre risas.

Florido ya está preparada para pasar por el quirófano mañana temprano en el Hospital Ochoa de Marbella. «Hay mucha gente que con esta lesión no se opera, pero al nivel que necesito yo para jugar tengo que pasar por el quirófano para volver a estar al cien por cien y aguantar el nivel de trabajo y exigencia propio del baloncesto», explica.

La jugadora canterana del CB Promesas ha sentido muy cerca el apoyo de su entrenadora americana, de sus compañeras y de todo el staff de su equipo durante estas últimas semanas en las que ha dejado de estar en el día a día. «Mi entrenadora está siempre pendiente y a cualquier hora para lo que necesito. Es muy exigente a la hora de jugar, pero muy cercana en el trato humano con nosotras y eso nos ha posibilitado este año hacer historia superando la primera fase de la conferencia Mountain East de nuestra Liga.

Florido ya es una veterana en el baloncesto estadounidense, ya que esta ha sido su tercera temporada en la NCAA2. «Ya son tres años allí. Mi idea es después de la operación, que todo vaya bien, empezar la rehabilitación y ponerme a tope. Voy a trabajar muy duro para el 5 de agosto viajar de nuevo a West Virginia y empezar con mis compañeras una nueva temporada».

De momento toca tener paciencia y pasar por las manos de los médicos para que esa rodilla y ese ligamento vuelvan a ser los de antes. Ojalá.