Solidaridad

Los gigantes solidarios del baloncesto: los Gasol, Ricky, Calderón...

Jugadores, clubes, y fundaciones de baloncesto hablan con El Periódico de España sobre sus proyectos para ayudar a quienes más lo necesitan

Pau Gasol con la selección española de baloncesto.

Pau Gasol con la selección española de baloncesto. / EFE

Juanjo Talavante, Denis Iglesias

Que el del baloncesto es un mundo para altos no es ningún secreto, por mucho que haya ‘bajitos’ que juegan de maravilla a este deporte. El aro se sitúa a tres metros y cinco centímetros del suelo y la altura cuenta a la hora de encestar e impedir que los rivales lo hagan. Pero si hablamos de conseguir puntos, lo fundamental poco tiene que ver con la estatura y mucho con la talla humana.

Los hermanos Gasol, -Pau y Marc- , Ricky Rubio y José Manuel Calderón tienen en común haber jugado, y con éxito, en la mejor liga del mundo, la NBA. Aunque sus palmarés darían de sí para llenar muchas páginas, toca hablar de lo que logran fuera de las canchas, a través de las fundaciones que han creado con fines solidarios.

Gasol Foundation

Pau Gasol, que anunció su retirada de las canchas el pasado 5 de octubre, está considerado como el mejor baloncestista español de todos los tiempos. Pero, además, posee no solamente una brillante carrera deportiva, sino que lleva muchos años demostrando su preocupación e implicación en la ayuda a los demás.

Ya en 2003 era embajador de Unicef España y 16 años después la organización lo nombró ‘Defensor Mundial para la Nutrición y el fin de la Obesidad Infantil’. En 2004, en reconocimiento a sus compromisos solidarios, recibió el Corazón de Oro que concede la Fundación Española del Corazón, y en 2010 el Premio al Deportista Solidario que entrega la Fundación SOS.

El mayor de los Gasol relata para El Periódico de España los motivos que le llevaron, junto a su hermano Marc, a crear su propia fundación: “Antes de fundar la Gasol Foundation, mi hermano Marc y yo ya habíamos colaborado con diversas ONG relacionadas con la infancia y la salud. Además, nuestros padres han sido profesionales sanitarios, por lo que ambos teníamos clara la importancia de crecer de forma saludable”.

En 2013, el proyecto se concreta: “Decidimos dar un paso más e intentar devolver a la sociedad todo lo que nos había dado a través de una fundación propia con la que intentar mejorar la vida de los niños y niñas, enfocándonos en una de las grandes problemáticas del siglo XXI: la obesidad infantil. La necesidad de promover estos cuatro hábitos (actividad física, alimentación saludable, sueño y bienestar emocional) surge de la evidencia científica, que demuestra que todos ellos están interrelacionados y son necesarios para llevar un estilo de vida saludable”.

Pau y Marc han sido jugadores estrella en EEUU (cómo olvidar el salto inicial que protagonizaron, único en la historia de los All-Star entre dos hermanos) y tras una larga carrera en el baloncesto profesional norteamericano han podido comprobar cómo se gestionan los proyectos solidarios allí.

“En Estados Unidos la filantropía forma parte de la sociedad a todos los niveles; y esto hace que muchas fundaciones, organizaciones y asociaciones puedan llevar a cabo un trabajo increíble, con un impacto positivo muy grande. En los últimos años también hemos visto cómo la NBA, y especialmente los jugadores, se ha implicado en asuntos solidarios, demostrando su compromiso con la sociedad”, explica.

“Creo que es importante que las figuras públicas, ya sean deportistas o no, utilicen su altavoz para intentar hacer del mundo un sitio más justo, más saludable: al final, somos el espejo de mucha gente y ello conlleva una gran responsabilidad”, añade.

La fundación de los Gasol también trabaja para concienciar a padres e hijos de los peligros que puede acarrear la obesidad entre los más pequeños: “Es verdad que en España aún no se tiene una gran conciencia de las consecuencias a corto y largo plazo de la obesidad infantil; y por eso desde la fundación trabajamos para sensibilizar acerca de esta problemática”.

“El baloncesto, y cualquier deporte o actividad física en general, es una herramienta fantástica para compartir valores y hábitos de vida saludable: gracias al deporte de equipo como este, los niños y las niñas se divierten y se mueven con sus compañeros y compañeras. De hecho, desde la fundación llevamos a cabo el programa Alleyoop, en el que promocionamos los cuatro hábitos de vida saludable a través del baloncesto, con el apoyo de clubes de baloncesto de toda España”, matiza el ganador de dos anillos de la NBA.

¿Podría ser en un futuro el éxito de la fundación la canasta más importante de su vida? Gasol lo tiene claro: “Ese es nuestro objetivo. Nuestra voluntad es que, en unos años, se conozca más el apellido Gasol por la labor de la fundación que por los momentos o éxitos de nuestra carrera deportiva”.

De momento, el alcance de las acciones de la Gasol Foundation habla por sí solo: 37.517 niños, niñas y familias participantes en sus programas; 15.867 personas involucradas en sus investigaciones y más de 302 millones de personas impactadas. Y en términos solidarios, eso son muchas canastas.

The Ricky Rubio Foundation

En la misma línea que los hermanos Gasol hay que situar a Ricky Rubio. Su implicación en causas solidarias se tradujo en la creación de una fundación que lleva su nombre: The Ricky Rubio Foundation. Este año, con los Cleveland Cavaliers, parece haber encontrado el equilibrio y el punto de madurez necesarios para reivindicarse como una pieza fundamental para su equipo.

Pero Ricky no solo es apreciado por su juego en la liga profesional norteamericana, también los es por sus acciones de ayuda: el pasado 18 de noviembre recibió el premio NBA Cares Community Assist Award, como reconocimiento a sus constantes esfuerzos para mejorar la vida de los niños y las familias, particularmente la de los enfermos de cáncer. Ricky le prometió a su madre, fallecida a consecuencia de un cáncer de pulmón, que haría todo lo posible por ayudar a los demás. Y ha cumplido su promesa.

El Periódico de España ha contactado con el jugador catalán de los Cavaliers en la NBA, que a pesar de lo exigente de la competición, encuentra tiempo para implicarse en múltiples acciones solidarias. “Desde que pusimos en marcha The Ricky Rubio Foundation los proyectos e iniciativas exigen ese tiempo que siempre acabas encontrando porque suponen un estímulo y una responsabilidad adquirida. Pero es verdad que a veces nos gustaría a todos poder dedicarle más horas”, señala Ricky.

Miles de personas se ven beneficiadas por estos proyectos: “Desde el principio marcamos tres frentes muy diferenciados entre sí. Un bloque abarca la sensibilización y acciones en la lucha contra el cáncer de pulmón y terapias emocionales en oncología pediátrica. Otro tiene como finalidad formar en valores a niños y niñas a través del baloncesto en barrios donde hay pocas oportunidades. Y finalmente apoyamos el deporte inclusivo para personas con discapacidad intelectual. Estoy muy satisfecho con los tres, pero es verdad que cuando puedes conectar con los niños, de cualquier edad, y ves cómo luchan por la vida te dan un ejemplo y te dan fuerzas”.

Ricky Rubio recibe el premio NBA Cares Community Assist Award.

Ricky Rubio recibe el premio NBA Cares Community Assist Award. / Cedida

“Desde hace años tengo claro que no hay jugadores extraordinarios, y admirados, si no lo son también fuera de la pista. El deporte, para quienes tenemos la suerte y el privilegio de jugar en la alta competición, es una herramienta que se nos ofrece para mejorar la vida de las personas. Es un todo que va asociado. Antes el baloncesto era casi lo único importante, lo más importante. Con la edad pones cada cosa en el sitio que les corresponde”, reconoce Ricky Rubio.

Su fundación cuenta en la actualidad con importantes proyectos en marcha. Entre ellos, la construcción de una nueva Área Terapéutica de Rehabilitación Infantil y Adolescente en el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona, que impulsa con la Fundación La Caixa, y la creación de una nueva sala de espera de humanización, servicio y entretenimiento para pacientes y familiares en el Servicio de Oncología Radioterápica del ICO Badalona.

Empatía, sensibilidad, generosidad. ¿De dónde nace esa voluntad e implicación de Ricky Rubio con los demás? Su respuesta refleja la madurez, alcanzada por grandes logros deportivos, pero también con el dolor de algunas pérdidas: “En mi caso es una respuesta a lo que la vida te da y te quita, es una forma de devolver a la gente y a la sociedad lo mucho te da”.

Fundación Calderón

También es notable el trabajo de la Fundación José Manuel Calderón, a la que da nombre el exjugador de la NBA y de la selección española, que describe a este diario cómo surgió la idea de crear su propia entidad para ayudar a los demás: “A medida que iba avanzando en mi carrera fui involucrándome en diferentes fundaciones y asociaciones, de la mano de la NBA o de Unicef…Tras reflexionarlo bastante, opté por canalizar mis aportaciones de forma más directa y personal y llegué a la conclusión de que lo mejor era crear un proyecto propio, para colaborar y ayudar a hacer una sociedad mejor a través del deporte y los hábitos de vida saludable, enfocándonos fundamentalmente en niños y jóvenes. Y así fue como en 2010 nació la Fundación José Manuel Calderón”.

Él es un extremeño orgulloso de sus raíces, y no deja a un lado a los suyos en los proyectos: “También llevamos a cabo iniciativas locales en Villanueva de la Serena, mi pueblo, y donde está afincada la fundación. Hacemos actividades a beneficio de Cruz Roja, colaboramos también con Inclusives (Plena Inclusión Villanueva de la Serena), recientemente hemos inaugurado un aula multisensorial en sus instalaciones.

“Uno de nuestros proyectos más recientes es Educa-Villanueva -detalla quien vistiera la camiseta de ocho equipos de la NBA- , un programa de refuerzo educativo en colaboración el Ayuntamiento. Con quien también hemos creado un aula informática, Aula-Conecta, para cubrir la brecha digital en nuestra localidad. Además, hemos construido zonas infantiles en el Hospital Materno Infantil de Badajoz y en el Hospital Don Benito-Villanueva, para que los niños y niñas tengan una estancia lo más llevadera posible”.

Lo cuenta desde la sencillez y discreción marca de la casa: “A lo largo de mi carrera he obtenido muchos reconocimientos, pero es cierto que los conseguidos a través de la fundación son probablemente los más especiales puesto que es mi proyecto más personal y desinteresado”.

Volcán de la Palma

También desde la Liga ACB, desde los clubes y sus fundaciones y mediante las iniciativas individuales de los baloncestistas españoles se ponen en marcha cada año un buen número de proyectos. No resultaría precisamente sencillo decidir ni quién es el MVP de la solidaridad ni cuál la mejor jugada, o quién ha repartido la mejor asistencia porque, más allá de la dimensión o el ámbito de los proyectos, todo suma cuando se trata de ayudar y ser solidario.

Al comprobar los daños producidos por el volcán de La Palma, los clubes canarios de la ACB fueron pronto conscientes de que debían hacer algo. Rápidamente, emprendieron acciones para paliar los efectos y ayudar a los vecinos de la zona. Santiago Cacho, presidente de la Fundación Club Baloncesto Canarias, que tiene equipo en la Liga Endesa (Lenovo Tenerife), describe algunas de las iniciativas que ya se han puesto en marcha para recaudar fondos.

“Hemos desarrollado una acción conjuntamente con Caixabank, en la que la entidad bancaria aporta 20.000 euros y nuestra fundación otros 20.000. En el pasado derbi regional que jugamos frente al Gran Canaria nuestro equipo saltó a la cancha con una equipación especial, en tonos verdes y con la isla de La Palma dibujada en el pecho. Las camisetas de los doce jugadores de la plantilla se pusieron a la venta a un precio de 1.000 euros cada una, y también se han lanzado unas elásticas solidarias que pueden adquirir los aficionados”, explica Cacho.

No es la única acción solidaria que realiza esta fundación. “Desarrollamos actividades con colectivos de niños con problemas de autismo, y contamos con ‘escuelitas sociales’ en diferentes puntos de la isla, donde de forma gratuita los niños pueden acudir allí a practicar baloncesto con monitores que aportamos desde la fundación”, explica Cacho.

El otro equipo ACB de las Islas Afortunadas, el Gran Canaria, ha creado una camiseta oficial con detalles del volcán en su diseño (la estrenó en su enfrentamiento con el Real Madrid en octubre), y destinará cinco euros por la venta de cada una ellas a engrosar los fondos destinados a los vecinos perjudicados por la erupción. En su bagaje solidario se encuentra también el Proyecto Suma que desarrolló antes de la pandemia un programa de baloncesto inclusivo para niños y niñas con Síndrome de Down, autismo o Asperger.

Tampoco han faltado las iniciativas personales, como la de la canaria Maite Cazorla, jugadora del Perfumerías Avenida de Salamanca. Al comprobar la magnitud del daño causado por el volcán decidió subastar algunos de sus artículos deportivos (camisetas y zapatillas) con el fin de recaudar fondos que pudieran servir de ayuda y amortiguar las pérdidas que están sufriendo sus paisanos.

La joven base, también de la selección, describe cómo surgió su iniciativa: “Estaba con unas amigas que habían venido a verme a Salamanca y estábamos hablando del volcán. Les estaba enseñando ropa deportiva y pensé, oye, puedo aprovechar, subastarla y el dinero que saque mandarlo al Cabildo y dárselo a La Palma. Hay mucha gente que ha perdido su casa, que no ha podido ni recoger sus cosas, y era una manera de aportar mi granito de arena”. Dicho y hecho, porque difundió su iniciativa a través de las redes sociales. Y la cosa funcionó bien.

“Entre todos los objetos he recaudado 850 euros, y me ha sorprendido, la verdad, porque no pensé que llegara a alcanzar esa cantidad. La gente ha sido muy solidaria”, comenta con satisfacción. La baloncestista canaria lo tiene claro: “En el baloncesto, y en el deporte en general, muchas veces somos referentes y podemos enseñar nuestro lado humano y que nos preocupa la gente. Si cada uno pusiéramos nuestro granito de arena, al final se haría una montaña y podríamos ayudar a muchas personas”.

Los canarios no son los únicos que están arrimando el hombro para tratar de cooperar con los habitantes de La Palma. En Zaragoza se celebrará este sábado el encuentro de las Leyendas Solidarias del basket, organizado, entre otros, por la Fundación Basket Zaragoza. La recaudación obtenida por la venta de entradas irá a parar íntegramente a los damnificados por la erupción volcánica.

Allí estarán jugadores veteranos del Basket Zaragoza, Real Madrid, FC Barcelona y CB Canarias. Entre otros, Fran Vázquez, Carlos Cabezas, Joe Arlauckas, Juán Antonio Corbalán, Ferrán Martínez, Salva Díez, Erazem Lorbek y Fernando Romay.

ACB contra el 'bullying'

Al margen de estas iniciativas desarrolladas expresamente para tratar de ayudar a los afectados por el volcán, la implicación y la actividad solidaria del baloncesto español es, desde hace ya décadas, un denominador común de clubes y jugadores, si bien ahora los proyectos logran obtener un mayor alcance en su difusión, y se ‘viralizan’ gracias a las redes sociales.

Algunos de los más visibles y de mayor alcance llegan desde la ACB. Este es el tercer año consecutivo que emprende iniciativas para concienciar sobre la importancia de la lucha contra el ciberbullying (acoso psicológico a través de medios digitales).

La entidad lleva a cabo también esta temporada actos que contarán con la participación de jugadores y expertos con el objetivo de abordar el problema del acoso digital. Cada año, cinco jugadores confirman el denominado Quinteto contra el Bullying, que la pasada campaña estuvo integrado por los jugadores Darío Brizuela, Víctor Claver, Augusto Lima, Sergio Llull y Guillem Vives. Este año contará, además, con el sexto hombre, el youtuber adolescente Miquel Montoro, que sufrió en sus carnes la dureza del acoso escolar.

Basket en rosa

En la Liga Endesa desde hace ya unos años se suman al rosa en la jornada más cercana al Día Mundial contra el Cáncer de Mama (19 de octubre). Así, jugadores, entrenadores y árbitros de la máxima competición del baloncesto español muestran su apoyo a las personas que luchan contra la enfermedad.

Varios equipos ACB saltaron a la cancha la jornada del 16 y 17 de octubre luciendo el color rosa en algún elemento de su equipación. Por ejemplo, el Breogán de Lugo lo lució en sus medias en el partido que disputó frente al Real Madrid, y los árbitros utilizaron en esos partidos silbatos de ese mismo color. Por su parte, los equipos masculino y femenino del Valencia Basket estrenaron esa semana en competición europea, pese a jugar en casa, su tercera equipación de color rosa claro para sumarse a la acción.

Solidaridad aragonesa

La Fundación Basket Zaragoza, aglutina a los equipos de las ligas masculina y femenina (Casademont Zaragoza), además de a sus equipos de cantera. Del seno de la misma surgió hace unos años una Escuela de baloncesto adaptado para promover y difundir la práctica del deporte como factor social de integración.

Este año cuenta con dos mentores: Rodrigo San Miguel, veterano base maño, y Anna Cruz, la segunda española en ganar la WNBA (lo hizo en 2015 con Minnesota Lynx). "Estos chicos son un ejemplo de superación y como zaragozano y aragonés, ser padrino de la Escuela de Baloncesto de Atades me hace mucha ilusión. Lo disfrutaremos”, señala sobre esta experiencia San Miguel.

Se trata de un juicio que comparte Cruz, quien considera que “es un privilegio” ser madrina de estos niños y niñas, “como deportista -remarca- quiero ser parte de algo en lo que fomentemos el deporte y los valores que trasladamos”. Esta misma organización, sobre la que pivota la acción social del club, colaboró con la Asociación El Basket es vida en la decoración del pasillo de las urgencias infantiles del Hospital Miguel Servet de Zaragoza.

El ‘One Team Program’

Víctor Luengo fue jugador del Valencia Basket durante 15 temporadas. El ahora responsable del departamento de Relaciones Institucionales y Primeros Equipos del club valenciano explica a este periódico la implicación del club en el proyecto ‘One Team’ que promueve la Euroliga, y que la entidad lleva desarrollando ya más de una década: “Se trata de un programa de integración social y este año trabajamos con la asociación ‘Proyecto vivir’, que ayuda a gente con diferentes necesidades a integrarse en la sociedad. Por nuestra parte, enseñamos que a través de los valores del baloncesto se puede afrontar la vida de forma diferente”, detalla Luengo.

La iniciativa cuenta con tres embajadores, los jugadores Víctor Claver, Cristina Ouviña y el cubano Jasiel Rivero, que “apoyan el proyecto, asisten a las sesiones con los chavales y cuentan sus propias historias para que vean cómo se puede salir de determinadas situaciones y llegar a ser profesional o conseguir una meta”.

Precisamente un equipo español, el Joventut de Badalona, recibió el pasado año el premio especial de la Euroliga, al ser su proyecto el mejor de entre los clubes (42, en total) que lo ejecutaban por primera vez.

Las causas del Breogán

Uno de los equipos con una intensa actividad en su área social es el Breogán, un departamento que además lidera un exjugador del equipo de Lugo: Salva Arco, que ejerció de capitán la pasada temporada en lo que supuso el regreso del conjunto a la ACB. “Creo, sinceramente, que los jugadores, al igual que los clubes deben aprovechar su impacto mediático para mejorar y favorecer en todo lo posible a la sociedad que les rodea, en especial a los colectivos más vulnerables”, defiende quien vistió la camiseta breoganista durante cinco años.

El club colabora con AFALU (Asociación de familiares de enfermos de alzheimer y otras demencias degenerativas) y otros colectivos similares de la ciudad. Es asimismo aliado de Unicef desde hace años y mantiene una actividad conjunta con la Cruz Roja.

“El Breo tiene en su ADN ser parte activa en la sociedad y tiene muy asumida la idea de devolver a la misma parte de su apoyo. Ayudar y dar visibilidad a causas sociales es una forma de agradecer todo ese apoyo, no sólo por compromiso, sino también por convencimiento”, argumenta Salva Arco.

Esta es la normalidad del baloncesto, empeñado en convertir lo extraordinario para otros en un gesto común, donde el sexto hombre está siempre en la cancha dispuesto a cubrir cualquier rotación. Aquí no hay trucos, sino la voluntad para convertir a este deporte en algo más que puro espectáculo, tornándolo como una herramienta transformadora que, pese a haber saldado ya importantes averías, tiene aún numerosos frentes que tratar de resolver. Porque cuando se habla de ayudar a los demás, el partido nunca acaba.