Desencuentros con Laporta

El efímero paso de Reverter por el Barça

Ferran Reverter, el director general del Barça.

Ferran Reverter, el director general del Barça. / FC BARCELONA

Ha durado poco. Ni un año. Su paso por el despacho del Camp Nou ha sido efímero, a pesar de ser el fichaje ejecutivo que mayor unanimidad despertó en el Camp Nou. Pero Ferran Reverter, harto de los desencuentros con el presidente Joan Laporta, ha decidido apagar el ordenador, coger la chaqueta y marcharse a casa.

Aunque se quedará hasta que el club encuentre un sustituto. Llegó oficialmente el 1 de julio del 2021 y su adiós quedará marcado en el 8 de febrero del 2022, dejando un tsunami de consecuencias incalculables aún en la gestión del club.

Tenía el plan de saneamiento del Barça, que "estaba en la quiebra", como él mismo denunció el pasado octubre, en su cabeza. Y las herramientas para ejecutarlo, como demuestra el primer crédito puente suscrito con Goldman Sachs -era de 595 millones de euros- para garantizar, y como primera medida de urgencia, el día a día del club. 

De viaje por Estados Unidos

Después, Reverter estaba impulsando la financiación del Espai Barça en una serie de reuniones que mantuvo la pasada semana con diversos inversores en Estados Unidos, coincidiendo, además, con la presentación del Forensic de la gestión de la junta de Bartomeu. El aún CEO azulgrana no estuvo en el acto junto a Laporta, Eduard Romeu, vicepresidente económico, y Jaume Campaner, el abogado que tuteló la investigación junto a la empresa Kroll, días en los que también se cerró el acuerdo de patrocinio con Spotify. 

Acostumbrado a trabajar en otros ámbitos, procedía de MediaMarktSaturn, grupo de distribución de electrónica de consumo en Alemania, del que era consejero delegado, su presencia en el Barça ha sido efímera. Efímera y bruscamente interrumpida en un momento tremendamente delicado para la gestión del club.

Ferran Reverter habla durante la presentación de la votación telemática del 'Espai Barça'.

Ferran Reverter habla durante la presentación de la votación telemática del 'Espai Barça'. / VALENTÍ ENRICH

Se había diseñado el plan de saneamiento financiero para resolver la deuda de 1.350 millones de euros, además de poner ya en marcha, y de forma definitiva, el proyecto estrella del ‘Espai Barça’. Proyectos que ya no le pertenecen a la carpeta de Reverter, que ha emprendido, casi 14 años más tarde, el mismo camino que tomó Anna Xicoy, la primera directora general que abandonó el Barça en el primer mandato de Laporta (septiembre del 2008).

La marcha de Reverter llega justo cuando el Barça estaba a punto de anunciar el acuerdo con Spotify

Era Reverter el pilar ejecutivo del club azulgrana, quedando tan solo la figura de Mateu Alemany, el director de fútbol del club, quien, curiosamente, ya había ejercido ese cargo de CEO, tanto en el Valencia como en el Mallorca anteriormente. Pero solo ha resistido Reverter ocho meses de convivencia con Laporta, que se enfrenta a su primera gran crisis interna del segundo mandato en los despachos.

En el campo, prescindió de Koeman, a pesar de que lo había ratificado previamente. Y terminó fichando a Xavi, a quien no quería por su vínculo con la candidatura de Víctor Font, alegando, además, que no lo veía aún preparado para dirigir al equipo.

Ahora, el presidente tendrá que argumentar la impactante marcha de Reverter. Impactante no solo por quien es sino por lo qué hacía sino también el momento que ha escogido. Justo cuando el Barça estaba programando el anuncio con Spotify, uno de los acuerdos más trascendentes para el futuro económico de la institución. Justo antes porque Reverter, cansado de lo que ha visto a su alrededor en estos ocho meses en los despachos del Camp Nou, ha decidido irse, pese a que siga de forma provisional a la espera de que el club halle sustituto.

Giró, en una entrevista durante la campaña electoral del Barça.

Giró, en una entrevista durante la campaña electoral del Barça. / ELISENDA PONS

Primero Giró; ahora Reverter

Se queda, hasta que la directiva le encuentre relevo. Pero ya se ha ido. Y también justo después de ganar las elecciones, y cuando no había pasado ni una semana, Laporta asistió a la renuncia de Jaume Giró, el hombre que debía ser vicepresidente económico del Barça, que había diseñado todo el programa financiero en la candidatura. Se argumentó entonces que no podía asumir esas funciones en el club porque su trabajo le hacía estar muchos días en Londres, algo que era incompatible. Dos meses después, Giró asumía el cargo de 'conseller' de Economía de la Generalitat de Catalunya, cargo que aún ejerce.