Roland Garros

Nadal vuelve a la épica para seguir vivo en Roland Garros y enfrentarse a Djokovic

El 13 veces campeón del torneo se impuso al canadiense Felix Auger-Aliassime en una batalla de cinco sets y 4 horas y 21 minutos

Jaume Pujol-Galceran

Puño cerrado. Brazos al cielo. Una vez más. Rafa Nadal consiguió lo imposible en Roland Garros después de 4 horas y 21 minutos, tras una batalla de cinco sets. El campeón casi invencible en París sumó la 109 victoria para seguir vivo en la lucha por el título tras imponerse al canadiense Felix Auger-Aliassime por 3-6, 6-3, 6-2, 3-6 y 6-3. Ahora en cuartos le aguarda Novak Djokovic

No había comenzado bien el primer set. Auger-Aliassime no tenía el consejo de Toni Nadal, sentado en el palco presidencial, invitado por el extenista Gilles Moretton, presidente de la federación francesa, pero el canadiense sabía qué debía hacer en la pista ante Nadal. 

Auger-Aliassime aguantó el pulso desde el fondo de la pista, sólido con sus golpes, agresivo con su poderoso servicio y buscó el ‘break’ como un valiente. Lo logró dos veces (3-1 y 5-1) y ya no dejó escapar la primera manga. 

Intranquilo y frío

Nadal estaba intranquilo, sin energía, cometía demasiados errores (11) y su saque tampoco le ayudaba (50%), en un día nublado, ambiente frío (16 grados), sobre una pista lenta y húmeda que no es la mejor para mover la bola como le gusta.

En la segunda manga Nadal apretó los dientes, atacó más y cometió menos errores. Así logró hacer el ‘break’ al canadiense (5-3). La película había cambiado y el público lo celebraba animando a Nadal. Salía tímidamente el sol y el 13 veces campeón lo aprovechaba para apuntarse la segunda manga y la tercera con rotundidad, cediendo solo dos juegos. 

El Rolex de la central marcaba las 2 horas y 35 minutos. Alarma para el maltrecho pie de Nadal. La cara de preocupación en Nadal y su palco no anunciaba buenas noticias. Tampoco el marcador. Auger-Aliassime se adelantaba 4-1 y 5-2 para forzar el quinto set. Pero Nadal no estaba dispuesto a tirar la toalla. 13 títulos y 108 victorias merecían un respeto. Se defendió. Persiguió cada bola. Creyó hasta el último momento para buscar el ‘break’ salvador. Llegó con un 'passing shot' y una contra dejada para conseguirlo. Gritar en enloquecido y encender las gradas de los aficionados que, por el frío, se protegían incluso con mantas. Después de 4 horas y 20 minutos sumaba la 109 victoria y seguía vivo para afrontar el gran desafío. La esperada batalla ante Novak Djokovic.

Número 1, sin problemas

El número1 y actual campeón pudo ver desde el hotel la nueva proeza de Nadal. En 2 horas y 15 minutos se deshizo de Diego Schwartman, el primer rival peligroso que encontraba en su camino en Roland Garros. Se impuso por 6-1, 6-3 y 6-3. Otra victoria en tres sets, la cuarta seguida. Contundente y casi sin problemas. Solo en el segundo set el tenista argentino le dio un susto cuando le hizo el ‘break, el segundo del torneo, para adelantarse 3-0. 

Schwartzman no le hizo ni cosquillas. “Estoy contento por mi juego. Le he ganado bien a un especialista de tierra, pero queda mucho trabajo”, decía con precaución a Fabrice Santoro cuando, en la pista, le preguntó por sus opciones de defender su título y sumar el 21 Grand Slam. Consciente. 

A partir de este martes comenzará el torneo de verdad, la gran batalla por la conquista de París. Djokovic se siente preparado para el reto. Sus sensaciones son buenas para afrontar a un tal Nadal. Palabras mayores para un rival que le ha ganado 7 veces de 9 enfrentamientos en Roland Garros y 19 de 27 sobre tierra.

“El partido con Nadal es muy esperado desde el sorteo. Me alegro de no haber pasado demasiado tiempo en pista hoy. Jugar contra Rafa en Roland Garros es siempre una batalla física, junto con todo lo demás. Es un gran desafío. Probablemente, el más grande que puedas tener aquí en París”, valoraba Djokovic.

Zapata, se despide feliz

No pudo continuar su sueño Bernabé Zapata que cayó ante Alexander Zverev por 7-6 (11), 7-5 y 6-3 pero el tenista valenciano (131 mundial), le plantó cara al alemán (3) y se fue satisfecho de Roland Garros.  

En el primer set Zapata remontó un 4-1 en contra para forzar el ‘tie break’, donde dispuso de tres puntos de set, antes de cederlo por 13-11. No se hundió. En el segundo mantuvo el pulso con peloteos intensos hasta que Zverev pudo hacerle el ‘break’ (7-5). 

Las fuerzas ya no eran las mismas. Zapata venía de la fase previa, con seis partidos y el último de ellos ganado al límite de 5 sets con John Isner. El depósito estaba en reserva y Zverev lo aprovechó para ganarse el pase a los cuartos de final donde le espera un rival mucho más en forma, un tal Carlos Alcaraz, si el murciano supera a Karen Khachanov en la jornada nocturna de este domingo en la Philippe Chatrier.