Guerra en Ucrania

La piscina, terapia para huir de la guerra

Mykyta Terentiev, el nadador júnior más rápido del mundo, llegó a Málaga tras recorrer 3.837 kilómetros escapando de la invasión rusa de Ucrania

Mykyta Terentiev, en el Real 
Club Mediterráneo.  ÁLEX ZEA

Mykyta Terentiev, en el Real Club Mediterráneo. ÁLEX ZEA / Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

Mykytera Tentiev, con un físico esplendoroso y una tez blanca que denota su país origen, espera en las instalaciones del Real Club Mediterráneo a La Opinión de Málaga. Hasta hace solo tres meses, era un joven ucraniano de 16 años que compartía el tiempo con sus amigos, competía a un gran nivel en natación y le gustaba hablar mucho de su gran ídolo: Mijailo Romanchuk, otro nadador histórico de su país. Ahora, su vida ha dado un giro radical.

¡Ojo! porque nuestro protagonista no es un nadador más, se trata del más rápido del mundo en los 50 metros libres en categoría júnior. Nadie a su edad, ni los chinos ni los americanos ni los australianos ni nadie va más rápido que él en el agua. Una auténtica promesa mundial de la natación.

A pesar de esa apariencia física muy superior a la propia de su edad, no deja de ser un adolescente al que le da vergüenza y agacha la cabeza cuando tiene que responder sobre su plusmarca mundial de este año: 22.56, lograda en Fuengirola, el pasado 23 de abril, cuando el nadador ya llevaba algunas semanas trabajando en el RCM.

Aunque su historia personal vital está incluso por encima de la deportiva. La invasión de Rusia sobre Ucrania de hace algo más de 100 días ha acabado con la vida de miles de personas. Cientos de miles de ucranianos se vieron obligadas a huir para escapar de la muerte y de la guerra. La historia de Mykyta ha tenido un final feliz encontrando auxilio en Málaga y en el Real Club Mediterráneo, donde ya compite con la histórica entidad malagueña.

Fue muy difícil para todos nosotros , pero decidimos que teníamos que escapar de alguna forma de allí

Pero, ¿por qué está Mykyta en Málaga y cómo llegó a las instalaciones del RCM? Zaporiyia, la ciudad en la que vivía nuestro protagonista hasta hace tres meses fue una de las primeras atacadas por parte de los rusos. Ante el asedio, Mykyta y el resto de la familia Terentiev tuvieron que tomar una decisión. «Fue muy difícil para todos nosotros , pero decidimos que teníamos que escapar de alguna forma de allí», cuenta el nadador.

Su madre, su hermano pequeño y Mykyta, sin nada más que una mochila, encontraron la salvación en los voluntarios situados en la frontera con Hungría. «Nos llevaron al aeropuerto internacional de Budapest -1.540 kilómetros de distancia-. Cogimos un avión a Barcelona, pero al llegar pasamos la noche en el aeropuerto porque los hoteles ya estaban llenos. Nos ofrecieron coger un nuevo avión que nos trajo a Málaga. Recuerdo que fueron tres días sin dormir y sin comer», explica con pena el joven ucraniano.

Sin embargo, en estas historias siempre hay un leve rayo de luz. La «encantadora» familia de Carmen Peña les acogió tras llegar a la Costa del Sol. «A ellos les conté que era nadador y me trajeron al Real Club Mediterráneo», narra sobre sus primeros días. en Málaga. También tiene palabras de agradecimiento para su entrenador aquí en Málaga, Guillermo Mediano: «Tengo que dar gracias a mucha gente, pero especialmente a Guillermo. Él es mi entrenador aquí y le estoy muy agradecido».

Nikita, nadador ucraniano y refugiado de la guerra con Rusia, en las intalaciones del Club Meditarráneo.-ÁLEX ZEA.

Mykytera Tentiev y su entrenador Guillermo Mediano. / Álex Zea

El deporte le sirve a Mykya para ser feliz, pero tiene heridas que escuecen porque, una vez que saca la cabeza de la piscina, las preocupaciones vuelven a ser protagonistas y tiene dos muy importantes: su padre y su entrenador de Ucrania. Los dos se han quedado combatiendo en su país. Su padre está en el ejército defendiendo el territorio de su ciudad natal, mientras que su técnico es voluntario. «Me ayuda con los entrenamientos porque hablo con él por teléfono cuando puedo, pero es difícil».

Las circunstancias le han hecho recalar en Málaga, una ciudad que considera «increíble», donde ahora su vida es «tranquila» y en la que quiere volver a ser ese joven que intenta «conocer a gente». «Estoy aprendiendo español», confiesa.

Está contento porque parece haber recuperado la estabilidad gracias a «los mejores compañeros».

Es un nadador muy potente con una frecuencia muy alta y una explosividad brutal. Es un atleta excepcional con solo 16 años

Guillermo Mediano se deshace en elogios de su nuevo pupilo, al que no sabe cuánto tiempo va a tener en Málaga: «Es un nadador muy potente con una frecuencia muy alta y una explosividad brutal. Es un atleta excepcional con solo 16 años».

Su llegada al club fue un impacto para todos y a la vez muy fácil de llevar gracias al trabajo de todo el club: «Vino a través de un directivo y el cambio debió ser muy grande para él. Lo dejó todo y vino a un club del que no sabía nada. Él tenía su choque y no sabía muy bien lo que esperar de nosotros. Intentamos acogerlo lo mejor posible y ha salido todo bien».

A nivel deportivo, será uno de las grandes novedades para el público español en las próximas competiciones, en las que participará defendiendo los colores del RCM. Mediano es consciente de que hay que dar un paso muy importante para ayudarle: «Con los resultados que está teniendo, hay que apoyarlo. Tenemos que apoyarlo un poco más institucionalmente porque estamos todos aprendiendo de él, está aportando mucho a la natación».

El próximo reto de Mykyta Terentiev es el Europeo que se celebrará del 5 al 10 de julio. Será uno de los grandes nadadores a vigilar. Todo el mundo es consciente del rendimiento que puede dar en la competición, pero la realidad, a pesar del esfuerzo que realiza para evitarlo, es que su cabeza está a miles de kilómetros: «Me preocupa el tema de la guerra y lo que le pueda afectar. Cuando están bombardeando tu ciudad es normal que lo pase mal», confiesa su entrenador en el RC Mediterráneo.

Mykyta Terentiev se encuentra cada día más feliz en Málaga. Quiere volver a ser ese chico de 16 años que pasa el tiempo con sus amigos y que compite con sus compañeros.

Pese a todas las imágenes que pueda tener en su cabeza, ha encontrado la paz en la Costa del Sol y no hay mayor fortuna para un joven de solo 16 años que ha huido de la guerra. Málaga ha sido la tranquilidad de Mykyta Terentiev y la piscina del Real Club Mediterráneo su mejor terapia para olvidar todo lo que está pasando en su país.

Suscríbete para seguir leyendo