Selección española

Victoria y fiesta en el regreso de la selección española a Málaga (2-0)

30.389 espectadores asistieron al triunfo de La Roja en la vuelta del equipo de Luis Enrique a La Rosaleda - Carlos Soler y Pablo Sarabia fueron los goleadores de la noche

Beatriz Tocón

Beatriz Tocón

¡Por fin regresó la selección española a Málaga! Tuvieron que pasar casi cinco años de espera (40 desde el último partido oficial), pero la cuenta ha llegado a su fin y de qué forma. Por fin la afición pudo disfrutar del mejor fútbol y de un equipo brillante como La Roja, que se sacudió de un plumazo las posibles dudas con una victoria muy seria y contundente ante República Checa (2-0).

Con esta victoria, España se coloca en la primera posición de su grupo en la Liga de Naciones. Además de los tres puntos, la selección sacó de este final de temporada una derrota de Portugal ante Suiza (0-1) que aprieta de nuevo el futuro en este torneo. Clave serán los dos partidos de septiembre para jugar la Final Four y ahora son los de Luis Enrique los que parten con ventaja.

El fútbol de la selección volvió a la Costa del Sol y levantó de sus asiento a 30.389 personas que quisieron acompañar a sus jugadores. Hubo fiesta en el recibimiento general, aplausos para muchos de los jugadores, pero La Rosaleda se rindió con especial dedicación a un jugador: Gavi. Salió al campo en la segunda parte. Sin embargo, le sobró tiempo para desbordar, desequilibrar y dejar solos a sus compañeros. Es muy diferente y La Rosaleda no tardó en rendirse al joven de 17 años.

Málaga tenía mucho que celebrar esta noche y casi se desata la felicidad en La Rosaleda en el minuto 5 con una ocasión de peligro con la que Morata no consiguió conectar. Sin embargo, todo, en un inicio, quedó ahí. Mucho balón atrás, entre los centrocampistas y nada más. Bueno, sí, algunos errores que pudieron costar no uno, sino dos sobresaltos con dos disparos de República Checa que detuvo magistralmente Unai Simón. Salvó a su equipo en unos minutos que fueron casi agonizantes.

Los jugadores de Luis Enrique tocaban y tocaban, pero sin ir más allá. Hasta que ocurrió. Entre tanto pase corto, Íñigo Martínez hizo una delicia con su pase en largo que llegó a Marco Asensio. El '10' controló, levantó la cabeza y cedió el balón para un Carlos Soler que remató desde segunda línea en carrera para subir el primer tanto en el marcador en el minuto 24. Y casi que pudo venir el segundo unas jugadas más tarde con los tres mismos protagonistas, pero el tiro del valencianista se marchó alejado del palo.

Desde entonces, el partido volvió a una fase de calma. España bajó las revoluciones con el balón y República Checa tuvo que soportar sobre sus hombros el control absoluto de la selección española para acabar una primera parte que fue de menos a más.

La vuelta del vestuario fue tan imprecisa que incluso la selección checa logró quitarle el balón a España. 8 minutos, pero tiempo que los de Luis Enrique se sintieron incómodos sin tener la posesión. Y lo pagaron cada vez que perdieron el balón. No quiso esperar más el seleccionador para dar entrada a Ferran Torres y a Gavi -muy ovacionado- por Álvaro Morata y Carlos Soler con efecto inmediato: una acción de peligro de Asensio y Dani Olmo, y un disparo del centrocampista del Barcelona.

Los elogios se los había llevado Gavi y volvió a demostrar el porqué siendo el mejor jugador sobre el terreno de juego. Arrancó con el balón en sus pies, regateó a varios rivales para dejarle el balón a Olmo. Vio el hueco que tenía Ferran, la pasó, disparó y Pablo Sarabia, que recién había entrado el campo, anotó el segundo tanto de la selección. Un 2-0 que ya calmaba mucho los ánimos y permitía a los jugadores arriesgar un poco menos con el balón.

La Rosaleda, volcada con la Selección.

La Rosaleda, volcada con la Selección. / Gregorio Marrero

Después de esos minutos de locura, la selección española volvió a templar el ritmo, como ya hizo tras el primer tanto. Sin embargo, al público de La Rosaleda no le importó esa pausa. Volvió a hacer la ola, aplaudió, gritó y disfrutó, de nuevo, de una gran noche de fútbol que acabó con una buena victoria. Así que La Roja se marchará de Málaga después de haber dejado un fin de semana inolvidable para un público que había pasado muchos meses sin celebrar un triunfo en La Rosaleda.

Fiesta y tres puntos para cerrar una noche que pone fin a cinco espera por ver de nuevo a la selección en Málaga.

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